Cómo hacer una mermelada casera con la flor de diente de león
Un dulce que podemos preparar durante la temporada primaveral es la mermelada de diente de león, también conocida como “miel de flores de diente de león”. Esta exquisita mermelada se caracteriza por ser muy sabrosa y aromática. Es ideal para disfrutar con una taza de té, galletas y panqueques. También puedes utilizarla para saborizar bebidas o, simplemente, untarla en un bizcocho. Aquí te enseñamos a prepararla paso a paso. Verás lo simple que es, y qué rico sabor tiene.
Algunas características
La miel de diente de león se hace con el néctar del diente de león. En América del Norte, las dos fuentes más comunes de esta miel son el diente de león común y el diente de león de semilla roja. Para que sea considerada “monofloral”, generalmente debe tener al menos un 10 % de néctar de esta flor.
Su pureza puede variar. La más pura tendrá un atractivo color amarillo dorado brillante. Será espesa y se cristalizará rápidamente. Su sabor puede ser amargo y astringente o herbal y ligeramente dulce. Al mismo tiempo, su aroma oscila entre el herbáceo y el picante, incluso en algunos casos levemente avinagrado.
Por lo general, se puede recolectar a principios de la primavera, ya que los dientes de león son una fuente vital de alimento para las abejas melíferas en esta época del año. Se considera que este alimento tiene varios beneficios para la salud: desde ayudar a curar heridas y quemaduras, si se aplica directamente sobre la piel, hasta reducir la diarrea. En el medio, otros beneficios igual de importantes: aliviar los síntomas del resfrío y la tos y prevenir el reflujo gástrico.
Puntos clave que conviene tener en cuenta
1. Recolecta las flores exclusivamente en áreas rurales, alejadas de las carreteras, y asegúrate de que el suelo del campo no esté contaminado con sustancias químicas.
2. Elige un día despejado y soleado para recolectar los dientes de león, ya que las flores estarán completamente abiertas. No utilices flores cerradas si deseas hacer mermelada.
3. Procesa las flores de inmediato después de recolectarlas, antes de que se cierren.
4. Utiliza guantes de goma finos al recoger y procesar las flores de diente de león, la savia lechosa de la planta puede manchar la piel de las manos.
5. Ten en cuenta que la mermelada preparada tendrá una consistencia bastante líquida.
Ingredientes
- 200 flores de diente de león
- 1 litro de agua
- 750 g de azúcar
- 1 limón
El paso a paso
1. Separa cuidadosamente los pétalos amarillos de las flores de diente de león de los pétalos verdes. En la preparación de la mermelada, utiliza únicamente los pétalos de la flor, evita las partes verdes que pueden agregar amargor.
2. Coloca los pétalos de diente de león en una cacerola. Lava un limón y córtalo en rodajas finas. Añade las rodajas a la cacerola junto con los pétalos y mezcla todo.
3. Vierte un litro de agua en la cacerola y lleva la mezcla a ebullición. Una vez que hierva, cocina a fuego medio durante 10 minutos, revolviendo ocasionalmente. Luego, retira la cacerola del fuego y déjala reposar en un lugar fresco durante 24 horas.
4. Cuela la mezcla a través de un colador, asegurándote de exprimir bien los pétalos de diente de león y el limón para extraer todo el líquido. Descarta los pétalos y el limón.
5. Agrega azúcar al jugo de diente de león y vuelve a colocarlo en la cacerola. Lleva la mezcla a ebullición, asegurándote de remover constantemente. Reduce el fuego a medio y cocina durante 30-40 minutos.
6. Lava minuciosamente los frascos con agua hirviendo y llénalos con la mermelada caliente. Tapa los frascos y deja que la mermelada se enfríe completamente. Luego, coloca los frascos en el refrigerador para conservar el producto preparado.
7. ¡Disfrútala! 🍯
Los platos de comida que pueden prepararse con pocos ingredientes suelen ser los más sabrosos, porque, claro, más cantidad no siempre significa más sabor. El secreto está en ciertos trucos que se transmiten de boca en boca, o nos pasaron nuestras abuelas y nuestras mamás. Pero también la clave está en aprender a organizarnos mejor, porque sin dudas es más fácil preparar un plato exquisito en una cocina limpia y ordenada.