Critican a papá por regalarle a su hijo la Barbie que siempre quiso tener
Aprender a valorar los pensamientos y deseos de los más pequeños de la casa, puede ser complejo y un arduo camino. Sin embargo, dar a conocer a nuestros hijos la tolerancia y la aceptación puede hacer que la empatía florezca y, sobre todo, puede ayudarnos a mantener una mejor relación y más cercana. Ese camino es el que ha tomado Christian, el protagonista de esta historia, con su hijo.
Christian Shearhod se ha destacado por desafiar los estereotipos de crianza con su enfoque moderno y comprensivo. Anteriormente, llevó a su hijo Finley a hacerse una manicura después de que lo reprendieran en la escuela por pintarse las uñas.
El pasado 30 de julio, Christian mostró su apertura de mente nuevamente al llevar a Finley a una juguetería. Después de que su hijo expresara su deseo de tener una Barbie y un muñeco Ken, Christian no dudó en cumplir su deseo. Finley, lleno de emoción, eligió sus propias muñecas y, además, su padre le permitió llevarse el carro rosa de la famosa muñeca. En un tierno gesto de amor paternal, Christian compartió en un video: “Deja que a los niños les guste lo que les guste... Camiones, Spider-Man, Paw Patrol y tal vez Barbies”.
“Me muero de amor”, “La cara de felicidad del niño es lo mejor”, “Denle a este niño el mundo con el que soñé, una crianza absolutamente hermosa. ¡Gracias!”, “De un padre a otro solo te puedo decir: bien hecho”, “Así deberían hacerlo todos los padres, no importa qué tipo de juguete tengan, siempre y cuando sean felices”, “Bien por él y bien por ti”, o “Aww, tan lindo que muchos padres no dejarían que su hijo jugara con Barbies”, se lee en los comentarios.
Por supuesto, Christian y su esposa fueron felicitados por la manera en que crían a su hijo, debido a que no le niegan divertirse con estas muñecas, las cuales han sido catalogadas como “juguetes de niñas”. “Felicidades, ese niño está creciendo de una forma extraordinaria”, “Mis respetos para ti, por la manera en que lo estás educando”, “Los mejores padres del año, sin duda”, “Son padres ejemplares”, “Si tan solo mi infancia hubiera sido así, literalmente estoy LLORANDO porque tuvo unos padres tan solidarios que lo entienden” y “Gracias por dejar que tu hijo haga lo que sea que le traiga alegría, me encanta ver esto”, resultaron ser otros de ellos.
La historia de Christian Shearhod y su hijo Finley nos revela una lección poderosa: la necesidad de escuchar a nuestros niños, comprender sus pensamientos y honrar sus deseos. Al romper los moldes y estereotipos, nos muestran el camino hacia una crianza más tolerante y amorosa.