Cuando ahorrar te convierte en leyenda… pero no por las razones que esperabas

Ahorrar de manera razonable es algo positivo para el presupuesto familiar y personal, siempre y cuando no sacrifiquemos nuestras necesidades básicas. En este artículo, hemos recopilado historias de personas cuyo afán por ahorrar dejó perplejos, e incluso provocó risas, entre quienes los rodeaban. Por ejemplo, un maestro colocó azulejos gratis para un excompañero de clase, y este solo le ofreció una taza de té, comentando con desdén que luego tendría que limpiar el suelo tras su trabajo.

• En nuestra primera cita, él se acercó y, sin rodeos, me dijo:
  — No te voy a regalar flores, ni invitar a un café, y mucho menos gastaré dinero en ti hasta estar seguro de que no será una pérdida de tiempo y esfuerzo.
  Me quedé atónita, pero decidí no irme. Simplemente estaba siendo honesto. Ahora llevamos dos años juntos y pronto nos casaremos.
• Un conocido mío, que es increíblemente tacaño a pesar de tener dinero, siempre presume y compite sobre su capacidad financiera. Una vez, él y la familia de un amigo igual de rico decidieron viajar a Dubái. Su amigo, sin consultarlo, compró boletos de avión para todos y reservó un buen hotel. Sin embargo, mi conocido planeaba volar con múltiples escalas para ahorrar. Al final, no viajaron y terminaron peleándose.
• Soy abogada. Un cliente vino a mí porque estaba divorciándose y no lograba llegar a un acuerdo con su esposa sobre la venta de su apartamento y la repartición del dinero. Ella le decía:
  — ¡Un hombre de verdad debería irse con lo puesto!
  Finalmente, la esposa vendió su parte a un tercero. Hace poco, esta mujer me llamó llorando, pidiéndome que “arreglara todo” o que negociara con los nuevos propietarios (una familia de cuatro). Ellos le ofrecieron comprar su parte por el 20% del precio de mercado o venderle su parte por el 200%. Por un lado, siento pena por alguien en esa situación, pero por otro, su avaricia la llevó a esto.

En este artículo hemos recopilado más historias de personas que pasaron por un divorcio, pero que ahora lo recuerdan con una sonrisa.

• Un chico me invitó a salir a la cafetería de la universidad. Me dijo que pidiera lo que quisiera. Yo, sintiéndome un poco cohibida, solo pedí un café. Él, por su parte, pidió un almuerzo completo con postre y té. Al llegar a la caja, saqué mi tarjeta para pagar lo mío, pero él declaró sin vergüenza:
  — Paga por mí, o no tendré dinero para el autobús de regreso a casa.
• Una persona que coloca azulejos contó cómo ayudó a un excompañero de clase a colocar los azulejos en su baño. Trabajaron todo el día y, al caer la tarde, el hambre apretaba. Le preguntó si al menos le ofrecería un té. Entraron a la cocina, donde su esposa estaba preparando sopa, pero solo le ofrecieron una taza de té tibio. Cuando se quejó, el excompañero le respondió:
  — No estoy obligado a alimentarte, y además mi esposa tendrá que limpiar el suelo por tu culpa.
• Soy una persona muy ahorrativa. Uso un par de calcetines hasta que tienen agujeros y, luego, hago lo mismo con un segundo par. Como es poco probable que los agujeros coincidan en ambos pares, los uso juntos, de manera que los agujeros se cubran. Cuando ya tienen agujeros en todas partes, intercambio los calcetines internos con los externos e incluso los uso en pies opuestos. Si encuentro calcetines casi nuevos que alguien desecha, los lavo y repito el proceso.

• Una conocida mía se mudó a la capital con el objetivo de comprar un apartamento sin recurrir a una hipoteca. Nos pareció una idea ingenua. Se consiguió dos trabajos, uno de ellos en un gimnasio de lujo, donde acordó vivir en la bodega. Su dieta consistía en papas hervidas y fideos instantáneos, y no gastaba en nada más. Para nuestra sorpresa, después de dos años, logró comprar un pequeño apartamento en una zona en desarrollo. Aunque solo eran paredes y lo adquirió en la etapa inicial de construcción, lo compró sin endeudarse. Todos quedamos impresionados.
• Conozco a dos mujeres mayores de 50 años que trabajan y llevan años ahorrando de forma extrema. Una vez visité a una de ellas durante dos días y llevé regalos para aliviar su carga. Noté que me miraba extraño cada vez que usaba papel toalla tras lavarme las manos. Finalmente, explotó:
  — ¿Cuánto papel necesitas? ¡Es suficiente con secar tus manos y dejar el papel para usarlo después!
  Lo mismo me ocurrió con la otra mujer. Antes de irme, les compré un rollo de papel toalla a cada una, pero decidí no volver a visitarlas. Si tanto les molesta gastar, podrían usar toallas de tela y lavarlas.
• Tengo un hijo pequeño y una relación de cuatro años con un hombre que recientemente decidió terminarla. Al irse, se llevó varios juguetes que le había regalado a mi hijo: dos autos de control remoto, una jirafa de peluche y un arco de juguete. Espero que, al menos, los haya conservado para sí mismo y no para regalárselos a otro niño.

• Mi familia es bastante acomodada, pero mi padre es uno de los hombres más tacaños que conozco. Una vez apagó el calentador de agua durante dos meses en invierno para ahorrar. Todos, excepto él, nos duchábamos con agua fría, pensando ingenuamente que alguien más había usado toda el agua caliente. Cuando lo confrontamos, solo encogió los hombros. © cowjk / Reddit
• Mi hermano desconecta todos los cargadores con luces LED apenas termina de cargar sus dispositivos, pensando que así reducirá el costo de la electricidad. © PowerSkunk92 / Reddit
• Noté que en casa las cosas cambiaban de lugar y los productos como shampoo y gel de baño se acababan más rápido de lo normal. Sospeché de mi esposo, pensando que tenía otra relación, pero al final descubrí que su familia (sus padres, hermana y novio de esta) venían a nuestra casa a bañarse cuando no estábamos para ahorrar agua.

• Mi padre siempre ha sido ahorrador al extremo. Una vez compró un televisor por 50 dólares, a pesar de que sabía que tenía mala calidad de imagen, pésimo sonido y un control remoto roto. Sabía que no duraría más de un año, pero no le importó con tal de sentir que había conseguido una ganga. © taurussy / Reddit
• Cuando mi novio regresó de un viaje de un mes, lo recibí con una cena especial. Él llegó con una caja de bombones como regalo. Al abrirla, solo quedaban tres chocolates, ya que los había compartido con sus familiares antes de venir. Sin dudarlo, lo invité a salir junto con su caja, y en su lugar invité a mis padres a cenar.
• Mi esposa es increíblemente ahorrativa. Insiste en lavar los platos con agua fría para ahorrar en el recibo del agua caliente. Sin embargo, cuando yo los lavo, mis manos se congelan y la grasa no se limpia bien. Luego, me culpa de que la vajilla quede mal lavada. © Japesthetank / Reddit