Desmentimos 10 mitos sobre los sujetadores que nos hicieron creer desde que tenemos memoria
Desde niñas, las mujeres han escuchado y visto la importancia de usar sujetador. Frases como “si no usas sujetador, se te deformará el busto” son más comunes de lo que se cree. No obstante, eso no significa que todas sean verdaderas. Aquí te mostramos cuáles de esas creencias sobre los sostenes son más falsas que las promesas de un ex.
¿Cuál es el mito sobre los sujetadores que más te marcó cuando estabas creciendo?
1. MITO: “Usar sostén podría causar cáncer de mama”
Según el Cancer Council, se ha encontrado que el uso de sujetadores no tiene relación directa con el desarrollo de cáncer de mama. Uno de los principales argumentos para apoyar esta teoría es que, supuestamente, el brasier podría obstruir el flujo de los fluidos linfáticos. No obstante, no se ha encontrado ningún tipo de evidencia científica que respalde esta hipótesis. Sin embargo, es de vital importancia acudir a un profesional de la salud si se sospecha de cualquier síntoma.
2. MITO: “No puedes lavar tu sostén muy seguido”
Probablemente, muchos han escuchado que las mujeres pueden pasar hasta semanas sin cambiarse o sin lavar sus sujetadores. Ya sea por comodidad o porque se teme dañar la estructura de la prenda, lo cierto es que esta práctica no es muy recomendable.
Según el dermatólogo Alok Vij, el sujetador debe ser lavado con bastante frecuencia. “Como regla general, hay que lavarlo después de dos o tres usos”. La principal razón para hacerlo es una cuestión de salud: “Todas las células muertas de la piel, los aceites y el sudor atrapados debajo del sostén crean un pozo negro de bacterias”. Esto, comenta el doctor Vij, podría generar una irritación de la piel, acné o incluso infecciones a largo plazo.
3. MITO: “Nunca pongas tu sujetador en la lavadora”
Es cierto que existen muchas prendas delicadas y que meterlas en la lavadora podría reducir su vida útil. Sin embargo, eso no significa que esté completamente vetado lavarlas a máquina.
Por el contrario, para hacerlo de manera correcta, solo debes seguir las indicaciones de lavado de tu brasier y utilizar una bolsa para lencería. De esta manera, puedes olvidarte por completo de que las correas, el encaje o los elásticos de tu ropa interior se vean perjudicados durante el ciclo de lavado.
4. MITO: “Tu sujetador durará para toda la vida”
Todo tipo de ropa, pero especialmente el brasier, tiene fecha de expiración. Puede ser que muchas personas conserven el sujetador que tanto les gusta desde hace varios años. Esto no es necesariamente malo, pero déjanos decirte que es posible que ese sujetador tal vez ya no esté haciendo bien su trabajo.
Aunque no haya existido fluctuación de peso o desgaste por los continuos lavados (lo que es muy improbable), deberías cambiar de sostén como mínimo cada seis meses, o después de 180 usos. Esto se debe a que, aunque no lo sientas, el solo uso de la prenda puede hacer que los elásticos y su sistema para sostener tus pechos hayan dejado de funcionar.
5. MITO: “Tienes una sola talla de sostén”
Lo cierto es que, a pesar de que una talla te haya quedado espléndida en una marca, es posible que los números no coincidan en la siguiente. Esto pasa porque cada fábrica tiene sus propios patrones para coser y, dado que estas medidas son mucho más delicadas que un patrón para camiseta, por ejemplo, unos pocos milímetros podrían cambiar por completo la manera en que ajusta el sujetador.
6. MITO: “Un brasier nuevo solo es de nuestra talla si lo podemos ajustar hasta el último gancho”
Al momento de probarte un sujetador, más apretado no siempre significa mejor suspensión. De hecho, el mejor truco que puedes usar para saber si la banda de ganchos queda bien ajustada es abrochar hasta el segundo gancho. De esta manera, es probable que no quede ni demasiado apretado (no puedes meter dos dedos debajo de la banda) ni demasiado suelto (no ajusta nada).
Otro consejo que es muy útil para que encuentres sostenes más cómodos es que revises si la banda que va a la espalda es ancha. Cuanto más delgada, más dolorosa.
7. MITO: “Debo usar sostén todo el tiempo”
Si eres de aquellas que han escuchado frases como que las mujeres deben usar brasier desde la adolescencia, o que el brasier es una prenda obligatoria como parte de la ropa interior, no estás sola.
El único detalle es que utilizar brasier todos los días no es científicamente necesario. De hecho, dejar de vestirlo a todas horas podría hacer que te sientas mucho más cómoda en el día a día. Por no mencionar que es posible que la piel de tu pecho mejore en apariencia.
8. MITO: “Dejar de usar sujetador puede causar que los pechos se caigan”
También se ha esparcido la creencia de que, como el brasier le ofrece soporte al busto, eso significa que dejar de usarlo puede hacer que los pechos se caigan. No obstante, nada podría estar más lejos de la realidad. De hecho, según la especialista en salud de mamas Cassann Blake, “el desuso de sostén no afecta el riesgo de flacidez mamaria, o lo que se denomina ’ptosis mamaria’”. La doctora continúa comentando que no usar sujetador tampoco afecta de ninguna manera la forma de los senos. “Sin embargo, si la mujer tiene una talla de copa más grande, es posible que se sienta más cómoda usando un sostén, porque podría ayudar a aliviar o a prevenir el dolor de espalda, que a menudo se debe al peso de los senos”.
9. MITO: “Usar un sostén de color claro puede hacerlo más sutil a través de la ropa blanca”
Si vas a utilizar una camiseta blanca y no quieres que el color de tu brasier se vea a través de la tela, debes evitar el blanco. Contrario a lo que se cree, un sujetador blanco no lucirá invisible bajo una camiseta del mismo color, porque contrasta mucho con tu tono de piel.
En ese caso, lo mejor que puedes hacer es ponerte un sostén de un color similar al de tu piel. Puede ser café, rosado, durazno o incluso cualquier tono de rojo.
10. MITO: “Dormir con sujetador es malo para la salud”
Según Mary L. Gavin, dormir con sostén no afecta en absoluto la salud de las mujeres. La doctora coincide en que utilizar brasier no influye ni el aspecto del busto ni en el riesgo de contraer enfermedades. El único consejo que se le podría dar a alguien que desea dormir usando sujetador es que escoja uno sin varillas ni encaje para mayor comodidad.