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En Genial.guru te contamos en qué consiste esta dieta y los beneficios que tiene para la salud. ¡Sigue leyendo!
La dieta mediterránea divide los alimentos a consumir en: un 50 % hidratos de carbono, un 35% grasas y un 15% proteínas.
La dieta mediterránea se basa en el consumo de alimentos de origen vegetal, y es que se dice que los tres pilares fundamentales de esta dieta son el olivo, el trigo y la uva.
Frutas (sobre todo cítricos), verduras, legumbres y harina de trigo (sobre todo integral), son los elementos más empleados junto al aceite de oliva y el arroz en este tipo de gastronomía.
Hay que escoger los alimentos menos procesados, que sean frescos y preferiblemente de temporada. Esto es importante porque así consumiremos los alimentos en su mejor momento, disfrutando más de su sabor y de su aportación nutricional.
El aceite de oliva es uno de los pilares fundamentales de esta dieta. Es un alimento rico en vitamina E, betacarotenos y ácidos grasos monoinsaturados. Se utiliza tanto para aderezos como para cocinar.
Los lácteos son una gran fuente de vitaminas, minerales y proteínas. Se recomienda consumir sobre todo queso y yogur por los beneficios que aportan a la flora intestinal gracias a los microorganismos vivos presentes en la leche fermentada.
Se recomienda consumir pescado al menos tres veces a la semana. Mejor si es pescado azul (salmón atún, trucha, sardinas...) por su alto contenido de Omega-3 y vitaminas, y su menor aporte de grasas.
Es recomendable que la carne roja se consuma como mucho una vez por semana. A pesar de su aporte de proteínas, tiene mucha grasa animal, perjudicial para nuestra salud en cantidades altas. Es preferible obtener las proteínas de productos vegetales y huevos, y optar por otras carnes más saludables cómo el pollo o el conejo. El consumo de carne roja debe formar parte de un plato con base de vegetales, y se debe escoger la carne magra ya que tiene menos grasa.
Estos tres tipos de alimentos tienen muchas propiedades y beneficios para nuestro cuerpo, sin embargo, al tener alto contenido calórico y grasas, no se debe abusar de ellos a diario.
Diversos estudios muestran la relación entre la dieta mediterránea y la longevidad de las personas. Esto se debe a que los alimentos que se consumen contienen antioxidantes, que retrasan el envejecimiento y deterioro celular.
Se ha demostrado científicamente la importancia de la dieta mediterránea para prevenir la obesidad. Y es que ayuda en el desarrollo de bacterias intestinales que reducen el riesgo de padecer esta enfermedad.
El alto consumo de frutas y vegetales, y la poca cantidad de grasa que contiene esta dieta, hacen que sea un tipo de alimentación saludable para combatir el sobrepeso.
Al ser una dieta baja en grasas de origen animal y basarse en un consumo de frutas, verduras y granos integrales, ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre. Además, el alto consumo de Omega-3 aporta propiedades cardioprotectoras, antiarrítmicas y antiinflamatorias.
El consumo de aceite de oliva, frutas y vegetales, y las pocas grasas y proteínas animales que contiene esta dieta, hacen que sea perfecta para poder prevenir la aparición de algunos tipo de cáncer, como el de próstata, el de mama o el de colon.
La dieta mediterránea disminuye en un 30% el riesgo de padecer diabetes tipo 2, aun sin reducir la ingesta calórica, el peso o realizar ejercicio físico. La dieta mediterránea contiene los mismos alimentos básicos que los nutricionistas recomiendan para el control y tratamiento de la diabetes: frutas, verduras, grasas saludables, granos...
La dieta mediterránea ayuda en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson. Esto se debe a la calidad de las grasas que contiene la dieta, y a los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de los alimentos que la componen.
El aporte de polifenoles que se produce en nuestro cuerpo gracias a esta dieta ayuda a mejorar las capacidades cognitivas y la memoria.
Como has podido leer, la dieta mediterránea es una de las más saludables para el bienestar de nuestro cuerpo. ¿Te animas a practicarla? ¡Cuéntanos!