El embarazo deja cambios permanentes en el cerebro, según la ciencia
El embarazo a menudo se considera un tiempo de transformación, pero mientras nos enfocamos en los cambios físicos, hay un fascinante cambio detrás de escena: en el cerebro. Nuevas investigaciones revelan que el embarazo reconfigura el cerebro de formas extraordinarias, potenciando tu capacidad para vincularte, cuidar y responder a tu bebé. Aquí te contamos lo que dice la ciencia sobre el "cerebro de mamá"—y por qué no es lo que piensas.
Olvidos, confusión mental e incluso llaves extraviadas: muchas futuras mamás bromean sobre el “cerebro de mamá”
Pero la verdad detrás de este fenómeno es más inspiradora que inconveniente. A medida que las hormonas del embarazo, como el estrógeno y la progesterona, inundan tu cuerpo, remodelan áreas clave del cerebro, especialmente las relacionadas con la empatía y el procesamiento emocional.
Según la Dra. Emily Jacobs, neurocientífica de la Universidad de California en Santa Bárbara, estos cambios están diseñados para hacer que el cerebro se especialice en la maternidad. La reducción cerebral durante el embarazo no es algo malo, explica. Piensa en ello como un escultor que cuidadosamente talla un mármol para revelar algo extraordinario. “Puedes ver cómo se esculpe el cerebro semana a semana”, añade.
Apenas a las nueve semanas de embarazo, tu cerebro comienza su transformación
Los científicos han observado que, de las 400 regiones cerebrales examinadas, el 80% mostraron una disminución en la materia gris, particularmente en áreas que te ayudan a comprender emociones y conectar con otros.
Este proceso de “poda” puede sonar alarmante, pero es una señal de que tu cerebro se está volviendo más eficiente. La Dra. Elseline Hoekzema, directora del Laboratorio de Embarazo y Cerebro en el Centro Médico Universitario de Ámsterdam, señala que estos cambios están directamente relacionados con los instintos maternos. “Los cambios cerebrales durante el embarazo se relacionan con la forma en que el cerebro y el cuerpo de una madre reaccionan ante los bebés”, explica.
Estas modificaciones neurológicas no solo favorecen la conexión con tu bebé, sino que también te ayudan a adaptarte a las demandas emocionales y sociales de la crianza, como mantener la paciencia durante las noches sin dormir o comprender los llantos de tu bebé.
Las hormonas del embarazo crean una “ventana de aprendizaje”
Los científicos creen que el embarazo hace que el cerebro sea más sensible a las señales de tu bebé. El Dr. Ronald Dahl, neurocientífico de la Universidad de California en Berkeley, explica que las hormonas del embarazo impulsan cambios neurológicos, reconfigurando prioridades y motivaciones. Esto “sensibiliza a las personas para aprender cosas adaptativas, crear vínculos y desarrollar una mayor habilidad para responder a un bebé”.
Incluso la materia blanca, las “autopistas” de comunicación del cerebro, mejora durante el embarazo. Se vuelve más eficiente, como alisar un camino lleno de baches. Este cambio facilita que diferentes partes del cerebro trabajen en conjunto, ayudándote a estar más atenta a las necesidades de tu bebé.
Los cambios duran más allá del nacimiento
Aunque algunos cambios cerebrales, como las mejoras en la materia blanca, desaparecen después del parto, otros son duraderos. La reducción en el volumen de materia gris en ciertas áreas puede persistir hasta dos años después del parto.
La Dra. Jacobs describe estos cambios como “grabados permanentes en el cerebro”, diseñados para hacer que las mamás sean más emocionalmente receptivas y atentas con sus hijos.
Curiosamente, los investigadores encontraron que estos patrones son tan distintivos que entrenaron a una computadora para identificar si una mujer estaba embarazada basándose únicamente en sus escáneres cerebrales.
Mientras las hormonas impulsan estos cambios, no son la única explicación
La crianza no es exclusiva de las madres biológicas: los padres, los padres adoptivos y otras personas cercanas también muestran comportamientos de cuidado a medida que el cerebro se adapta al rol de crianza.
Según el investigador de crianza, Dr. Jonny Kohl, el cerebro comienza a prepararse para los grandes cambios de la paternidad mucho antes de lo esperado. También destaca que la crianza humana es más compleja, involucrando clases, aprendizaje observacional y diversos factores ambientales.
Si eres una futura mamá, ten en cuenta esto: esos momentos de olvido o sensibilidad emocional no son señales de que tu cerebro está fallando, sino pruebas de su increíble capacidad para adaptarse y crecer.
Entender estos cambios también puede ofrecer consuelo en momentos difíciles, como lidiar con la carga mental de la crianza o superar los desafíos del posparto. Como dice la Dra. Jacobs, “El cerebro está programado para priorizar la información que te ayuda a cuidar de tu bebé”.
Así que, la próxima vez que alguien se burle del “cerebro de mamá”, llévalo con orgullo. No es un defecto, es evidencia de las increíbles formas en las que tu cerebro se prepara para la maternidad.
Aunque tu cerebro se adapta de maneras increíbles durante el embarazo, hay otro factor en juego. Los niveles de estrés pueden ser clave para determinar el género de tu bebé. Vamos a explorar este fascinante descubrimiento a continuación.