El hombre que visitó más de 200 países sin tomar un solo avión

Historias
hace 8 meses

El 10 de octubre de 2013, Torbjørn “Thor” Pedersen abandonó su empleo, dejó a su novia y se despidió de su familia en Dinamarca con el propósito de iniciar una travesía épica. ¿Su misión? Recorrer todos los países del mundo prescindiendo de tomar vuelos. Pedersen se estableció algunas reglas estrictas: debía permanecer al menos 24 horas en cada nación y se negaría a regresar a su hogar hasta completar su objetivo. Aquí, te contamos cómo lo logró.

Este viaje, que comenzó hace diez años, se complicaba aún más debido al desafío que Thor se impuso, pues dijo que trataría de mantener los gastos bajos y vivir con un presupuesto de alrededor de 20 USD al día.

Finalmente, el 24 de mayo, llegó ese tan esperado día. Tras casi una década de travesía, Pedersen logró con éxito su objetivo al visitar su país número 203, las Maldivas, para luego emprender el anhelado viaje de regreso a Dinamarca, su hogar. Y, si bien hubiera sido más sencillo tomar un vuelo, Pedersen deseaba cerrar el círculo de su proyecto.

“Hay una sensación histórica de regresar a casa en barco: la gente puede verlo en el horizonte y ponerse de pie y saludarme mientras bajo por la pasarela”, dijo Pedersen. “Y esa parece una forma apropiada de completar el proyecto”, agregó.

Antes de comenzar su travesía en 2013, Pedersen había trabajado en transporte marítimo y logística, lo cual resultó ser una experiencia invaluable al planificar la ruta compleja y adaptarse a las circunstancias del camino.

En realidad, no se desvió significativamente de su plan original, excepto por algunas sorpresas que se presentaron. Por ejemplo, dejó de lado la posibilidad de visitar Guinea Ecuatorial, considerado uno de los países más desafiantes para acceder en el mundo. Después de cuatro meses y varios intentos fallidos, Pedersen finalmente logró obtener una visa para este lugar. A pesar del cierre de las fronteras terrestres en ese momento, logró cruzar gracias a un encuentro casual con un desconocido que trabajaba en Guinea Ecuatorial y le ofreció llevarlo consigo.

Posteriormente, Pedersen ideó un plan para obtener una visa china en la frontera con Mongolia y luego continuar su camino hacia Pakistán. Sin embargo, debido a los prolongados tiempos de procesamiento, tuvo que retroceder casi 12 070,08 kilómetros, atravesando varios países nuevamente, para llegar a Pakistán antes de que expirara su visa.

Mientras tanto, el tiempo seguía acumulándose. Inicialmente, Pedersen había calculado que le llevaría cuatro años recorrer los 203 países, pero el mundo tenía otros planes. A lo largo de sus años en la carretera, Pedersen enfrentó prolongadas demoras en la obtención de visas.

Además, tuvo que lidiar con un grave episodio de malaria cerebral en Ghana, sobrevivir a una intensa tormenta que duró cuatro días mientras cruzaba el Atlántico desde Islandia hasta Canadá, atravesar fronteras terrestres cerradas en zonas de conflicto y reprogramar múltiples viajes debido a embarcaciones averiadas o al agotamiento.

El retraso más notable sobrevino con la llegada de la pandemia del 2020. A comienzos de ese año, el valiente aventurero se vio inesperadamente atrapado en Hong Kong durante dos años, con tan solo nueve países pendientes de visitar.

“Miro hacia atrás a Hong Kong, y es un poco como una paradoja. Fue el peor y el mejor momento de mi vida, de alguna manera. Tuve que hacer frente a la situación: fue una gran lucha decidir si debía abandonar este proyecto a nueve países de su finalización”, recordó Pedersen.

Pedersen mantuvo su cordura cocinando cenas con amigos, explorando los numerosos senderos de la ciudad, colaborando con la Cruz Roja, pronunciando discursos y trabajando en la Iglesia de los Marineros Daneses. Tras obtener una visa de trabajo y la residencia en Hong Kong, Pedersen contrajo matrimonio con su prometida, Le, quien se encontraba en Dinamarca en ese momento, a través de un servicio de bodas virtual con sede en Estados Unidos.

Aunque no fue la forma en que la pareja había imaginado su gran día, esta elección permitió que Le se convirtiera en residente y pudiera visitar a Pedersen. “Compartimos 100 días juntos, lo cual fue maravilloso”, recordó, añadiendo que ese fue el lapso de tiempo más largo que habían pasado juntos desde que Pedersen partió de Dinamarca en 2013.

El 5 de enero de 2022, finalmente llegó el momento en que Pedersen pudo partir de Hong Kong y continuar su travesía a través del Pacífico. Su primera parada fue Palau y, tras bastidores, tuvo que llevar a cabo seis meses de negociaciones con el gobierno de Palau para permitirle llegar a bordo de un barco de contenedores.

Alrededor de un mes después, siguió su camino hacia Australia, luego Nueva Zelanda, Samoa y Tonga, pero no sin un esfuerzo considerable. “Tuve que suplicarles a casi todos los gobiernos. Para Tonga, estuvimos en contacto con el ministerio de salud, la marina y el ejército. Nadie quería decir que sí e ir en contra del primer ministro”, comentó Pedersen.

Finalmente, Pedersen continuó hacia Vanuatu, donde Le se reunió nuevamente con él para poder celebrar su matrimonio en persona. La planificadora de bodas invitó a todos los invitados y al personal del complejo, quienes crearon decoraciones asombrosas con hojas de palma y dibujaron grandes corazones adornados con conchas marinas en la arena.

“Fue simplemente hermoso: el personal fue dulce y alegre, y lo hicieron realmente especial”, recordó Pedersen.

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