El superpoder oculto que todos tenemos: 12 historias reales donde la bondad hizo milagros

A veces, parece que el mundo está lleno de personas que solo piensan en sí mismas. Pero, de pronto, alguien tiene un gesto tan amable que se te queda grabado para siempre. Este tipo de historias suele aparecer en hilos de Reddit, donde la gente comparte momentos que les devolvieron la fe en la humanidad. Aquí te dejamos 12 historias reales de personas comunes que demuestran que aún existe gente buena.

• Tenía 19 años, estaba sin un peso, y mi tarjeta seguía siendo rechazada en el autobús de la ciudad. Estuve a punto de llorar porque no tenía efectivo y solo necesitaba llegar a mi turno de medio tiempo en una panadería. De la nada, un señor de mediana edad, con una camisa de trabajo azul, pasó su tarjeta y le dijo al chofer: “Ella viene conmigo”. Me hizo un pequeño gesto con la cabeza, ni siquiera esperó un “gracias” y se fue a sentar al fondo. Nunca lo volví a ver, pero jamás lo voy a olvidar. — Rachel P / Genial.guru
• En 2020, cuando perdí mi trabajo, fui a comprar unos fideos instantáneos baratos a una tienda en Dallas. El dueño, un hombre mayor que me conocía porque iba a menudo, me entregó una bolsa con comida. Tenía arroz, frijoles e incluso fruta fresca. Solo me dijo: “Págame cuando la vida te trate mejor”. Todavía sigo comprando allí y siempre dejo una propina extra. — Marco L / Genial.guru
• Crecí en un pueblo pequeño y, sinceramente, nunca pensé que la universidad fuera una opción para mí. Mi profesora de inglés en la secundaria, la señora Grant, me animó a postularme a becas. Incluso me ayudó con los ensayos después de clases. Gracias a ella, obtuve una beca completa. Ahora tengo 24 años y soy la primera en mi familia en graduarse. Sin ella, probablemente todavía estaría trabajando en la gasolinera. — Hannah S / Genial.guru

• Tenía 27 años y acababa de salir del hospital después de una cirugía. Mi app de Uber no funcionaba y me quedé afuera, sin poder irme, en pleno invierno de Chicago. Una mujer de unos 40 años, que salía del hospital después de visitar a su madre, se ofreció a llevarme a casa. Se negó a aceptar dinero para la gasolina. Incluso subió mi bolsa de la farmacia hasta mi apartamento porque yo apenas podía caminar. — David R / Genial.guru
• Cuando tenía 12 años, tenía una bicicleta roja desgastada que usaba para ir a todas partes. Una mañana, la encontré encadenada afuera de mi edificio, pero con la cadena floja y las llantas ponchadas. Estaba tan frustrada, porque no sabía cómo arreglarla. Mi vecino, el señor Ellis, que probablemente tenía unos 60 años, me vio en apuros y se pasó una hora reparándola. Incluso me enseñó a parchar una llanta. Esa bici me duró dos años más. — Kelly D / Genial.guru
• Mi abuelo falleció en 2021. La noche anterior, una enfermera llamada Clara se quedó dos horas después de su turno porque sabía que nuestra familia estaba esperando a que llegaran otros familiares. Nos dijo que no quería que él estuviera solo. Le sostuvo la mano hasta que pudimos llegar. Nunca la voy a olvidar. — Michael T / Genial.guru

• Tenía 21 años, vivía con compañeros de cuarto en Nueva Jersey y me había quedado sin dinero después de pagar la renta. Una noche, estaba parado afuera de un Domino’s, tratando de decidir si podía permitirme gastar 7 dólares. Un tipo salió con dos pizzas, me miró y me dijo: “Oye, ¿tienes hambre?” Me dio una pizza entera. Me comí la mitad mientras caminaba de regreso a casa. Puede parecer algo pequeño, pero todavía lo recuerdo años después. — Josh F / Genial.guru
• Iba en el metro de Nueva York después de un día difícil. Lloraba en silencio, intentando disimularlo. Una señora mayor, de unos setenta y tantos, se sentó a mi lado y simplemente me dio una palmadita en la mano. Me dijo: “Va a pasar, querida, siempre pasa.” Luego me ofreció un caramelo de menta. Ni siquiera supe su nombre, pero ese pequeño gesto me hizo sentir menos sola. — Anna C / Genial.guru
• En 2019, mi perrita se soltó de la correa y corrió hacia el tráfico en Atlanta. Me quedé completamente paralizada. Un desconocido salió corriendo hacia la calle, la agarró y me la devolvió sana y salva. Tenía un pequeño corte en la mano por la caída, pero solo se rió. Le ofrecí invitarle la cena o algo, pero me hizo un gesto con la mano y dijo: “Solo devuelve el favor cuando puedas”. — Tasha W / Genial.guru

• Estaba teniendo una mañana terrible: llegaba tarde al trabajo, sin dinero y con un dolor de cabeza insoportable. Fui al café cerca de mi oficina solo para pedir un poco de agua. La barista debió notar lo mal que me veía, porque me dio un latte caliente y dijo: “Invita la casa”. Ese pequeño gesto me hizo llorar ahí mismo, en medio del local. — Supriya M / Genial.guru
• Cuando tenía 18 años, me daba mucho miedo pedirles a mis padres que me enseñaran a manejar. Un amigo de la familia llamado Tom, que vivía en nuestro vecindario en Denver, se ofreció a sacarme a practicar todos los domingos en su vieja camioneta. Tenía una paciencia increíble. Nunca me cobró ni un centavo y, gracias a él, pasé mi examen de manejo en el primer intento. — Leo V / Genial.guru
• Mi mamá siempre dejó claro que prefería a mi hermano antes que a mí. Él siempre conseguía lo que quería y, a mí, simplemente me ignoraba. Me cansé de eso y me fui de casa. Ella jamás me llamó ni me buscó. Diez años después, el día de mi boda, apareció un hombre extraño. Lo miré y, de inmediato, me sentí incómoda. Me quedé en shock cuando gritó: “¡DETENTE! O nunca me lo voy a perdonar”. Me abrazó y comenzó a llorar. Entonces me di cuenta de que era mi hermano. Me pidió perdón por el comportamiento de mi mamá y me contó que intentó encontrarme varias veces, pero no pudo. Incluso le puso mi nombre a su hija. ¡Me hizo sentir tan querida!

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