12 Personas compartieron su inolvidable experiencia de visitar al médico

A veces, la familia no son las personas que te dieron la vida, sino aquellas que estuvieron contigo cuando más las necesitabas. Los padres adoptivos son tan padres como aquellos que crían a sus hijos biológicos.
Este joven fue abandonado por sus padres biológicos cuando era apenas un bebé y luego fue adoptado por otra familia. Sin saberlo, y debido a una prueba genética, quedó expuesto para ser encontrado. Cuando sus hermanos biológicos lo contactaron, lo que le exigieron fue lo último que esperaba.
“Fui adoptado cuando era un bebé. En realidad, me encontraron en un callejón y, como mi familia biológica nunca se presentó a reclamarme y nadie sabía quién era, me adoptaron. Afortunadamente, era un recién nacido en ese momento, así que no pasé mucho tiempo en hogares de acogida.
Me dejaron sin nada para abrigarme, en una zona poco visible, y no había señales de que me hubieran dejado con cariño. Básicamente, parecía que me habían tirado como si fuera basura. He visto algunos antiguos recortes de periódicos sobre eso. Me fueron contando la historia poco a poco durante mi infancia.
Mis padres siempre fueron abiertos respecto a mi adopción. Nunca me sentí diferente. Mi familia (padres, hermanos y toda la familia extendida) siempre fue mi familia, incluso siendo el único hijo no biológico. Me querían, incluso me valoraban, y tuve una vida maravillosa.”
“Pero las circunstancias asociadas a mi adopción hicieron que algunas cosas no estuvieran claras, y lo que más me preocupaba era mi historial médico. Nunca me importó realmente, hasta que me comprometí hace unos meses. Mi prometida y yo queremos tener hijos, y al ver los problemas de salud en su familia, me di cuenta de que no tengo idea si podría transmitirles algo a mis futuros hijos.
Después de pensarlo bien, me hice la prueba genética de 23&Me, pero me equivoqué y, además, activé por accidente la opción para que otras personas pudieran encontrarme. Me di cuenta en cuánto llegaron los resultados, pero para entonces ya era demasiado tarde y dos hermanos biológicos me encontraron.
Son mayores. Mis padres biológicos tuvieron cinco hijos antes que yo. Todos saben de mi existencia y quieren conocerme. Al principio, mis hermanos biológicos parecían bastante razonables; sin embargo, cuando les dejé claro que no quería saber nada sobre la historia de nuestros padres biológicos, se enfurecieron.”
“Dijeron cuánto lamentaban sus padres haberme entregado y que habrían dado la cara, pero no lo hicieron porque no querían meterse en problemas por haberme abandonado como lo hicieron. Creían que yo les debía, tanto a sus padres como a ellos, la oportunidad de contar su versión y de construir una relación.
Me mantuve firme y los bloqueé, pero me buscaron en redes sociales, insistiendo en que somos familia y que debería ser más amable con ellos y con sus padres. Me dijeron que no era simplemente un medio hermano, sino que yo era ‘el bebé’ que faltaba.
Me enviaron mensajes intentando hacerme sentir mal por sus padres, especialmente por su madre, y eso me molestó. Después de casi tres meses lidiando con ellos, buscando formas de evadir mis bloqueos, les dije que me dejaran en paz y que no me importaban sus padres.
Tuve que eliminar mi cuenta porque creaban una y otra vez perfiles nuevos, y no podía bloquearlos a tiempo ante su indignación, por lo que les dije. Me respondieron que sus padres no se merecían ese trato.”
Crecer en una familia dividida es difícil. Algunos niños tienen dificultades para adaptarse al cambio, y los padrastros no siempre son lo que aparentan ser.