Esta pareja rusa crió a 76 hijos y solo dos de ellos son biológicos, ¡conoce su historia!
Los Sorokin son una de las familias más inusuales de Rusia. Tatyana y Mikhail Sorokin han criado y educado a 76 niños, pero solo dos de ellos son hijos biológicos. La mayoría de los niños adoptados presentaban diversas discapacidades, pero estos padres los criaron con cuidado, respeto y amor, habiendo sanado la mayor parte de enfermedades que los mismos padecían.
Genial.guru quiere compartir hoy contigo esta inspiradora historia de una familia sencilla en la que el amor da para todos sus miembros.
Tatyana Vasilievna nació en la ciudad de Staliniri (actual Tsjinvali), Osetia del Sur en una gran familia donde, además de ella, había 5 hijos. Cuando estaba en la escuela secundaria, su familia se mudó a Majachkalá. Al recibir su certificado, la hija se unió a sus padres en la ciudad, donde conoció al que sería su futuro esposo.
Antes de adoptar a su primer hijo, la pareja ya tenía dos: una hija y un hijo. En el verano de 1974, Tatyana y Mikhail fueron a la construcción de la planta Atommash en la región de Rostov, donde una vecina les pidió cuidar a su hija de un año mientras reorganizaba su vida. Al regresar, 5 años más tarde, la madre decidió recoger a su hija y entregarla a un orfanato. Tatyana y Mikhail tomaron la decisión de no permitirlo y se llevaron a la niña con ellos. Y así fue como, en junio de 1977, la familia ya tenía 3 hijos adoptivos más.
Más tarde, los Sorokin se mudaron a la región de Yaroslavl, donde vivieron hasta enero de 1981. Sin embargo, también tuvieron que irse de allí: el motivo fue que a la familia se le concedió un antiguo baño como hogar, donde las condiciones eran tan pésimas que los niños comenzaron a enfermar con bastante frecuencia. Después de otro desplazamiento, todos regresaron a la región de Rostov. Se les asignó una vivienda, y al mismo tiempo, comenzó el proceso de construcción de una nueva casa para toda la familia.
En 1986, Tatyana y Mikhail adoptaron a dos niños más de 3 años con deformaciones faciales. Y se entregaron a ellos: durante 15 años, entre los dos pequeños, se sometieron a alrededor de 20 operaciones maxilofaciales.
Anapa, 2017
Un año más tarde, Tatyana y Mikhail llevaron a otros dos niños más a su hogar. Tenían solo 4 años en el momento de la adopción y sus madres biológicas los habían rechazado tras diagnosticárseles labio leporino.
Después del terremoto de 1988 en Armenia, los cónyuges Sorokin enviaron una carta al gobierno, donde manifestaron su deseo de adoptar a varios niños de las ciudades afectadas. Recibieron el consentimiento y se les ofreció tomar de inmediato a un total de cinco. Pero, financieramente, la pareja no podía permitirse tantos (ya tenían cinco en ese momento). Y tras esto, se les informó de la posibilidad de criar niños bajo la premisa de ser un orfanato familiar. Aceptaron y comenzaron con la acogida de niños.
Al final, no fueron cinco niños de la lista, como se planteó en un principio, sino 12. La pareja decidió no elegir, simplemente se llevaron a todo el que pudieron.
El 1 de febrero de 1989, a esta familia se le otorgó por parte del Estado un orfanato familiar. Tatyana y Mikhail, en ese momento, tenían 2 hijos biológicos, 5 adoptados y 6 de acogida, que no fueron registrados en adopción, pero se encontraban bajo su custodia. Tras pasar 10 años, oficialmente, se convirtieron en una familia adoptiva.
Durante todo 1989, la pareja se llevó 7 niños más de varios orfanatos. Se decidió presentarlos a los abuelos que vivían en Majachkalá. El escritor Albert Likhanov se enteró de que los Sorokin iban con él en su viaje a Moscú, los vio a todos en el aeropuerto y les regaló un certificado para poder comprar ropa infantil.
Albert se enteró de que Tatyana y Mikhail nunca recibieron su nueva casa y seguían viviendo con 17 niños en un apartamento de 3 habitaciones. El escritor logró que se reanudase la construcción e incluso se ofreció a los Sorokin para comprarles una casa, pero ellos se negaron. En enero de 1990, por fin, recibieron su nuevo hogar.
Después de que la gran familia recibiera la casa, su historia se ha extendido gracias a los periódicos. Y entonces, los propios niños comenzaron a acudir a Tatiana y Mikhail. La gente empezó a llamarlos y escribirles cartas pidiendo que acogieran a más niños. Y ellos los aceptaban. Ya en 1993, tenían 25 niños, pero los mayores comenzaron su andadura de forma independiente creando sus propias familias.
Hasta 2005, la familia Sorokin continuó recibiendo niños: algunos venían por un tiempo, otros se quedaban para siempre.
En 2005, Tatyana estaba en un hospital de la ciudad de Zernograd, donde se enteró de que había tres bebés abandonados: 2 varones y una niña. Al principio, Tatyana quería llevarse a la niña, pero le dijeron que solo podían darle a los niños. A lo que Tatiana puso una condición: aceptaría llevarse a los niños, siempre y cuando la pequeña entrase como parte del acuerdo. Así, el 17 de mayo de 2005, la familia aumentó en tres bebés.
Durante los siguientes tres años, los Sorokin crecieron con cinco hijos más. En abril de 2008, se modificó una ley sobre la custodia y acogida, debido a la cual, durante seis años y medio, no llegaron nuevos niños a la familia Sorokin. Sin embargo, en 2014, adoptaron a uno de 3 años, y en julio y octubre de 2015, otros dos más.
La familia fue apoyada por una cadena de radio de Rostov del Don y el departamento de Policía de Tráfico de la Dirección de Asuntos Internos de la región. Juntos tomaron la iniciativa de llevar a cabo la acción “Vamos a ayudar a los niños” y, además de esto, se les regalaron nuevas camas y juegos de sábanas que necesitaba la familia, así como también se financió un viaje para toda la familia a un campamento a las orillas de la costa.
Con el apoyo del gobierno, y lo más importante, el deseo de los Sorokin de ayudar a aquellos que habían sido abandonados, junto a su amor sin límites, Tatyana y Mikhail criaron a 76 niños, organizaron 36 bodas, consiguieron superar diagnósticos aterradores presentes en más de la mitad de los pequeños y ya cuentan con 62 nietos y 3 bisnietos.