Estas 10 historias demuestran cómo el humor lo es todo en esta vida

Historias
hace 4 años

Los científicos descubrieron hace tiempo que sonreír no solo prolonga la vida, sino que también reduce el riesgo de sufrir muchas enfermedades. Para recibir una buena dosis de historias divertidas que te puedan provocar una sonrisa, no necesitas ir a una farmacia. Después de todo, ya hemos recopilado las más frescas en esta colección.

Genial.guru te propone sumergirte en estas 10 historias que mejorarán cualquier estado de ánimo sombrío y, tal vez, te generen una que otra carcajada. Olvídate de los problemas durante al menos 5 minutos. ¡Disfruta del momento!

  • Tengo 20 años y me gradué de la escuela hace dos. Pero ahora sé que nunca me había divertido tanto como mi hermano de 12 años. En su agenda escolar, incluso tiene un comentario de los profesores que dice: "Le vendió un amigo a un compañero de clases por 3 USD".
  • Hace algunos años, vivía con mi abuela y mi hermano mayor. Yo tenía 8 años y él 18. Encontré un preservativo en su habitación y me invadió la curiosidad. Fui a donde estaba la mujer y le pregunté qué era eso, a lo que ella respondió con una sonrisa que yo aún era muy pequeña y no entendería de esas cosas. Sin embargo, insistí una y otra vez. Al final, mi abuela respondió que ahora no lo entendería, pero podría recordar su respuesta para reírme cuando fuera mayor y entendiera esta broma: "Mi linda nieta, eso es solo un paracaídas para no caer al vacío".
  • Mi amiga tuvo su ceremonia de boda a la orilla de un lago. Y, sinceramente, de todo ese elegante acontecimiento, lo que más recuerdo es a dos pescadores paseando en una lancha a motor gritándole al novio: "¡Chico, huye, todavía estás a tiempo!".
  • Llegó la primavera y yo, como una verdadera dama, decidí ponerme un vestido beige. Lo llevé puesto todo el día, y los jóvenes se daban media vuelta sonriendo de oreja a oreja, mostrándome su pulgar hacia arriba. Disfruté de mi esplendor hasta exactamente ese momento en que llegué a casa y vi que todo el día, a través de mi vestido, se veía mi ropa interior de Batman.
  • Hace un par de años salía con un chico. Se dio la casualidad de que ambos sufríamos de sociofobia. Le conté a mi abuela lo bien que lo habíamos pasado el fin de semana juntos: viendo series de televisión, comiendo pizza y dulces, y leyendo. Ella, muy disgustada, dijo: "Hubiera sido mejor que hubieran ido al cine. O dieran un paseo por el parque. Ustedes se han encerrado en casa como si no hubiera nada mejor que hacer". A lo que yo le respondí: "Abuelita, pero si sabes que él y yo somos... estos...". Entonces, a la vez... Yo: "sociófobos". Ella: "idiotas". ¡Gracias, abuelita!
  • Voy a hacer ejercicio en el edificio de una escuela normal y corriente. Al final del entrenamiento, nos estiramos y nos tumbamos con los ojos cerrados sin movernos durante, exactamente, un minuto (para lograr el nirvana completo). Un día, en ese preciso momento, entró un vigilante de la escuela (lo reconocí por la voz). Nos saludó, pero por alguna razón nadie se movió y ni siquiera abrimos los ojos. Se quedó allí durante un par de segundos y luego dijo: "Se habrán muerto todos". Y se fue.
  • Me acaban de invadir dos sentimientos a la vez. El primero, de alegría por el hecho de que entre los adolescentes hay quienes muestran respeto por los mayores y les ceden su asiento en un autobús. El segundo: ¿acaso estoy tan mal tras la fiesta de la empresa de ayer que terminó hace escasos 20 minutos?
  • Mi padre tiene una broma suya muy especial. Se sirve un vaso de agua, se lo lleva a la frente y luego se ríe torpemente diciendo: "Vaya, yo era tan alto en mi juventud. Cuánto me cuesta ahora acostumbrarme". Se ve bastante tonto, pero cada vez que lo hace me río de su sincero orgullo por su sentido del humor.
  • Maldita sea, odio los hervidores de agua eléctricos porque son demasiado ruidosos. El mío parece estar gritándoles a todos los apartamentos desde la primera planta hasta la novena: "¡Atención, todos! ¡María come por las noches!".
  • Llevo meses sin poder hacer que mi madre compre una tabla de cortar nueva y tire la vieja, que ya se ha cubierto de moho negro. A mi frase "Pero todos enfermaremos y moriremos", ella responde sin acritud: "Lo sé, por eso no la tiro, para que ustedes se vayan más rápido".

¿Qué historia te divirtió más?

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