Estas escalofriantes fotos revelan un lado diferente de la historia
¡Hola, valiente visitante, y bienvenido a la Exhibición de lo Siniestro! Pero cuidado. Esta será una experiencia escalofriante para ti. Ni siquiera Sabrina, la bruja, pudo con estas fotos... Ahora, si tienes lo que se necesita para saltar al túnel de las rarezas, ¡comencemos!
La primera foto te transportará al Belfast de 1900. Muestra a quince mujeres que eran trabajadoras en una fábrica de lino. Si calculamos cuántas manos tienen quince personas, serían treinta, ¿no? Pero mira bien la foto, y verás que hay una mano extra que no le pertenece a ninguna de las chicas de allí. Todas están dispuestas en filas con los brazos cruzados sobre el pecho y las manos debajo de los brazos. Solo hay una excepción, y es la mujer que está en la segunda fila con una mano en la cadera y la otra a un lado. ¡Era una rebelde! Pero la misteriosa mano en posición de garra no es suya ni de alguien que esté cerca de ella. En realidad, está descansando sobre el hombro de una chica al otro lado de la misma fila. Y no hay nadie más a quien la mano pueda pertenecerle.
Aunque tiene un siglo de antigüedad, la fotografía apareció por primera vez en Internet el 29 de abril de 2016. Fue enviada a un sitio web por una mujer llamada Lynda, quien identificó a la chica con la mano en el hombro como su abuela, Ellen Donnelly. Pero ella nunca comentó a quién podría pertenecer esa mano. Lo que es aún más extraño es que no hay evidencia alguna de que la foto haya sido alterada digitalmente. Entonces, ¿de dónde vino esa mano solitaria? El Photoshop no existía en esa época, pero esto no significa que los fotógrafos no tuvieran las habilidades necesarias para editar sus fotos. Aunque no era posible agregarle una mano a una foto, seguramente podían eliminar objetos o personas no deseados simplemente cortándolos con unas tijeras. Luego, los fotógrafos dibujaban lo que querían que estuviera en la imagen con lápiz o carboncillo. También podían combinar múltiples negativos para crear una sola imagen.
Hay una respuesta más sobre el origen de la mano. Aunque la fotografía instantánea ya existía en el siglo XX, algunos fotógrafos todavía usaban la técnica de exposición prolongada para captar el momento. Entonces, es posible que mientras se tomaba la foto, la mujer de atrás en un comienzo haya puesto sus manos sobre Ellen y luego haya decidido cruzar los brazos, por lo que esta foto aterradora puede haber sido tomada con una cámara de larga exposición. Entonces, puedes tranquilizarte, ya que no era Dedos, la mano que vivía con la familia Addams, la que aparece en esta imagen.
En nuestra segunda foto, verás a una joven sosteniendo una aparición brillante entre sus manos; casi podría hacerte creer que la magia es real. Pero siento decepcionarte, porque no está haciendo el hechizo Expelliarmus. La mujer de la foto es Marthe Béraud, nacida en Francia, que luego cambió su nombre a Eva Carriere. Vivió entre 1886 y 1943. Era una médium fraudulenta. Afirmaba tener habilidades psíquicas que le permitían comunicarse con personas que habían pasado al otro lado, por lo que hacía que sus espíritus se materializaran. En ese entonces, los médiums mentirosos seguían un procedimiento estándar durante sus sesiones. Entraban en un armario instalado en la habitación para simular concentrarse y poder usar sus “poderes” a plena capacidad para generar ectoplasma.
Cuando no se usa en el contexto de la biología celular, el ectoplasma es un término que se refiere a una sustancia imaginaria que sale del cuerpo del médium. Entonces puede tomar la forma de una cara, una mano o incluso todo el cuerpo de la persona a la que se llama “de vuelta a la vida”. Eva Carriere era una de esas médiums deshonestas que usaban papel masticado y caras recortadas de revistas y periódicos para hacer ectoplasma falso. Esta foto suya, tomada en 1912 por el investigador parapsicológico alemán Albert von Schrenck-Nozing, la muestra en acción durante una de esas engañosas sesiones de espiritismo. Pero conocer la historia completa no cambia el hecho de que esta foto nos puede poner los pelos de punta. Lo que es aún más increíble que la foto en sí es el hecho de que pudo convencer a grandes nombres, como Sir Arthur Conan Doyle, el autor de la serie de misterio Sherlock Holmes, de que era real. Sin embargo, te alegrará saber que no pudo engañar al ilusionista y escapista Harry Houdini, quien, a diferencia de Sir Arthur Conan Doyle, pensó que sus actuaciones no eran más que trucos de magia.
Los búhos de la tercera foto no son los de Hogwarts, y no están aquí para traerte tu carta de aceptación. Esta foto fue tomada en la década de 1920 afuera de la Mánchester Grammar School, que fue fundada en 1515 por un hombre llamado Hugh Oldham. Y él es la razón por la que estas personas visten extraños disfraces de búho mientras marchan. Hugh Oldham nació en Mánchester. No era un erudito, a pesar de haber asistido a las universidades de Oxford y Cambridge. (Bueno, la matrícula era más barata entonces.) Sin embargo, estaba en el servicio real y, gracias a sus habilidades administrativas, fue favorecido con títulos importantes. Eso es lo que realmente lo ayudó a alcanzar altos cargos y convertirse en una figura poderosa e influyente. Y a través de sus nuevos deberes, pudo lograr una gran riqueza, que luego usó para financiar la escuela. El lema de la escuela de Oldham, que está escrito en su escudo de armas, es la frase latina “Sapere Aude”, que se puede traducir como “atrévete a ser sabio”. Hasta el día de hoy, la escuela tiene ese mismo lema. Pero la elección del búho no simboliza la sabiduría, como se podría pensar.
El búho en la insignia de la Manchester Grammar School lleva una pancarta con la palabra “dom”. Si lo lees como se leería un pictograma, por supuesto en inglés, porque... bueno, estamos hablando de un lugar en el Reino Unido, llegarás a “owl-dhom”, que en realidad es una referencia a Hugh Oldham. Si miras la cresta de la ciudad de Oldham, verás que es muy similar a la de la escuela. Esta elección se hizo para reflejar la pronunciación de Oldham en el acento local, que es “Owldem”. En consecuencia, rendir homenaje a su padre fundador es la razón por la cual la mascota de la escuela y la ciudad es el búho, que como ya habrás adivinado, se dice “owl” en inglés. Entonces, ten la seguridad de que no está sucediendo nada siniestro ni extraño en esta foto.
¿Qué tal algo dulce después de todas estas cosas espeluznantes? La cuarta foto muestra a un niño inocente cuyos ojos gritan: “¡Ayúdame!”. ¡Pero no te preocupes!, ¡no lo está sosteniendo nadie aterrador! ¡La “criatura” en la que parece estar sentado es en realidad su madre! A esto se le llamaba fotografía de madre oculta, y en realidad era muy común en la época victoriana. En la década de 1840, la única forma en que las personas podían tomarse fotos era con una cámara de daguerrotipo, que fue la primera cámara fotográfica desarrollada para uso comercial. Estas cámaras tenían tiempos de exposición que iban desde decenas de segundos hasta varios minutos. Entonces, uno tenía que permanecer perfectamente quieto durante todo ese tiempo para obtener una imagen clara. Pero como puedes imaginar, no era fácil que un niño se quedara inmóvil durante tanto tiempo. Y tampoco podías decirle “haz una pose” a un bebé. Entonces, esta es la razón por la cual nació la técnica de la madre oculta.
Los niños eran fotografiados con sus madres presentes. Pero Mami tenía que estar escondida dentro del marco. Para lograrlo, a menudo se paraban detrás de las cortinas, debajo de capas o mantas, o actuaban como sillas. A veces, los fotógrafos eliminaban la parte de la fotografía donde se veían las mamás. ¡Qué penurias tenían que pasar las madres por sus hijos! ¡Bueno, eso no ha cambiado! Algunas de las fotos resultaban bastante bien, pero muchas de ellas terminaban pareciendo una pesadilla. Esta técnica se siguió utilizando hasta la década de 1920. Pero a medida que las cámaras se volvieron más rápidas, las mamás ya no tenían necesidad de esconderse. Al menos hasta que las fotobombas se convirtieron en algo viral...