Gracias a su padre, un niño pudo defenderse de forma inteligente de quienes se burlaban de él
Como padres, queremos ver a nuestros hijos felices, aunque a veces suponga un gran reto que conlleva, entre otras cosas, ponerse en contra de la opinión social. Niños que se maquillan o usan tacones, niñas que practican fútbol o boxeo: las cosas han cambiado en los últimos años y los roles de género, para muchos, se han quedado atrás. Es el caso de este papá, que eligió respetar los gustos de su hijo y dejarlo ser tal como es, sin etiquetas. Su postura ha ganado tanto aplausos como críticas, y a nosotros nos encantaría conocer también tu opinión al respecto, por eso aquí te dejamos su historia.
¿Qué opinas sobre los roles de género con los que nuestra generación ha crecido? ¿Qué cosas consideras que aún deberían ser exclusivamente para hombres o exclusivamente para mujeres?
Padre e hijo habían pasado un gran fin de semana, en el que no faltó la diversión y el esmalte de uñas de colores
Doug Weaver, el padre de Finley, un pequeño en edad escolar risueño y muy creativo, contó públicamente, a través de su cuenta de TikTok, una curiosa situación que le tocó vivir a su hijo en la escuela. Tras un fin de semana disfrutando en familia, el niño acudió nuevamente al colegio el día lunes, llevando sus uñitas pintadas de colores. Esto es algo que padre e hijo suelen hacer cuando les apetece.
Para Doug, los colores son una parte muy importante de su vida, ya que es profesor de artes y artista, así que no solo no considera que sea algo malo o raro que su hijo quiera colorear sus uñas, sino que él también participa: ayuda a su hijo a hacerlo y deja que el niño se las pinte también a él. Aunque para ellos sea divertido y natural, no todo el mundo suele tomárselo de la misma manera, especialmente otros niños.
“Llegó de la escuela diciéndonos que tres chicos de su clase le dijeron que pintarse las uñas era cosa de niñas”
Lamentablemente, en nuestra sociedad actual, aunque estemos ya en el siglo XXI, los roles masculino y femenino siguen muy latentes y hay muchas personas a las cuales aún les cuesta deshacerse de esos anticuados patrones. Por ello, tres niños de la clase de Finley se metieron con él sosteniendo que llevar las uñas pintadas era cosa de niñas, a lo que el pequeño respondió con total naturalidad que no hay nada que sea solo para niños o solo para niñas.
Eso es lo que él había aprendido en casa, de sus padres y de su entorno, que tanto chicas como chicos son iguales y deberían tener los mismos derechos y libertades. Lo mejor de todo es que Finley, lejos de avergonzarse o sentirse mal, argumentó su afirmación y logró que dos de los tres abusones cambiaran de opinión y reconocieran que tenía razón y que no dejaba de ser niño, o era menos niño que el resto, por llevar sus uñas pintadas.
Finley ha sido criado por sus padres con la libertad de elegir lo que le gusta o no más allá de las normas populares de género
Cuando estaba en el jardín de infantes, también iba a clase con las uñas pintadas, pero en aquel entonces los niños no solo no se lo cuestionaban, sino que les gustaba. Esto prueba que no “venimos de fábrica” con roles de género, sino que los vamos adquiriendo a medida que vamos creciendo e integrándonos a la sociedad. Por eso este padre, 100 % hombre heterosexual y que acostumbra pintar sus uñas, quiso invitar a otros padres a reflexionar al respecto.
“Muchos critican mi forma de criar a mi hijo. ¿Pero cómo se supone que debería criarlo? ¿Debería decirle que si ama hacer algo, lo consulte antes con los demás, y que si a los demás les parece bien lo haga, pero si no, no? Necesitamos un mundo donde sea aceptable ser uno mismo e inaceptable meterse con los demás, pero no lo tenemos, así que solo puedo preparar a mi hijo para ser juzgado por hacer las cosas de ama. Lo importante es que él sepa que yo lo amo por quién es y más allá de todo. Que no tiene que ganarse mi amor y no tiene que ser quien no es para cumplir mis expectativas o las de nadie”.