He vivido en Brasil por 6 años y esto es lo que más me impresionó de este país
¡Hola! Me llamo Tatiana y tengo 37 años. Hace apenas 6 años me mudé a Brasil, al soleado Río de Janeiro, desde Rusia. Hasta el momento, sigo viviendo aquí con mi esposo brasileño y nuestros dos hijos. No sabía mucho sobre este país antes de mudarme, salvo que los brasileños adoran el fútbol y hacen muchas telenovelas. Pero ahora puedo contarles cómo vive el país y las costumbres de la gente local vistas a través de los ojos de una rusa. También pueden seguir mi cuenta de Instagram sobre la vida en Brasil.
Especialmente para los lectores de Genial.guru, les daré un pequeño tour por el país y les contaré cómo viven los brasileños.
1. Los brasileños tienen su propia idea sobre la belleza y el estilo
El ideal de belleza femenina es una mujer con buenas curvas y una cintura de avispa. Las mujeres prefieren vestir cuanta menos ropa mejor (pues claro, ¡hace tanto calor!): una falda corta o un short que apenas cubre las nalgas, una blusa con espalda abierta o unos leggins. Aquí nadie se siente acomplejado por su cuerpo. Y, por supuesto, las Havaianas: todo el mundo las usa donde sea y a cualquier hora del día y de la noche.
Algunas costumbres de belleza sí son especiales. Una vez me preguntaron si aclaro el vello de mis brazos, lo que me impresionó mucho. Resulta que es un hábito muy común en Brasil.
Además, los brasileños cuidan mucho sus dientes. No vi a ninguna persona con dientes amarillos. Los cepillan después de cada comida. En algunos restaurantes se puede encontrar hilo dental o enjuague bucal para limpiarte los dientes después de comer.
2. Cualquier persona puede participar en el desfile del carnaval
Carnaval es una de las principales tarjetas de presentación de Brasil. Algunos brasileños tratan de salir de viaje en estas fechas, ya que son días libres. Pero la mayoría de la población, y sobre todo de clase más pobre, adora carnavalear. Ellos pasan todo el año preparándose para este evento tan importante haciendo disfraces y ensayando sus presentaciones.
El sambódromo es el lugar principal donde sucede la magia del carnaval. Durante los días normales, el sambódromo parece ser una calle común y corriente, pero en las fechas del carnaval, la circulación de autos se limita y ahí es cuando te das cuenta de su verdadero propósito. Muchas escuelas de samba participan en el desfile del carnaval. Preparan unos increíbles disfraces, todos bailan y cantan: una verdadera celebración de la vida en el país. Por supuesto, me impresionó mucho el desfile cuando lo vi por primera vez. Luego me enteré de que cualquier persona puede participar en el carnaval, lo único necesario es tener un disfraz.
Este invierno cumplí mi sueño, ¡desfilé en el sambódromo de Río de Janeiro! Íbamos en una plataforma decorada, agarrados de los postes para no caer y aun así estábamos bailando. Pagué USD 130 por mi participación y por el traje, pero las emociones que experimenté no tienen precio.
3. En Brasil, el contraste entre los niveles sociales es muy marcado
La mayoría de la población vive en los barrios pobres o favelas. Las familias de clase media y alta suelen residir en condominios caros. Parecen ser 2 mundos totalmente diferentes. Todo es distinto: los mismos edificios, las personas, su estilo de vida y valores, su aspecto, costumbres y cultura.
En los barrios abundan edificios de 2-3 pisos, levantados sin ninguna planificación. Muchos habitantes de estos lugares ni siquiera se gradúan de la secundaria, hay mucho crimen.
Los condominios son un grupo de varios edificios departamentales unidos por una cerca común. Dentro de un condominio casi siempre puedes encontrar una piscina, un parque infantil, sala de celebraciones y, a veces, un cine o un salón de belleza. Algunos condominios incluso tienen farmacias y supermercados en su territorio, es decir, ni siquiera hay que salir para comprar algo.
Es bastante difícil salir de las favelas. En muchos casos, se necesita una buena educación y mucho, mucho trabajo. Existen diferentes historias de personas que salieron de los barrios. Hay gente trabajadora que se mata trabajando en dos o tres trabajos para que sus hijos puedan recibir buena educación y, también, hay personas que están acostumbradas a su estilo de vida y no lo quieren cambiar.
4. Casi todas las familias de clase media y alta tienen una empleada doméstica
Casi todo el personal de servicio en los condominios es de los barrios humildes. Lo que me impresionó a mí, proviniendo de Rusia, es que muchas familias de clase media tienen una empleada que puede ir 1-2 veces a la semana a limpiar y cocinar. Conseguir trabajo en una familia no siempre es fácil para las personas de clase humilde. Pero, al mismo tiempo, es complicado encontrar una buena niñera o empleada de confianza.
Sufrí con este tema cuando estaba buscando una empleada para mi casa. La joven simplemente desaparecía cuando quería, además no limpiaba bien. A otra muchacha no le gustó limpiar en mi presencia y me salía con mil y una razones de por qué no podía trabajar. La tercera se ofendió cuando la pedí regresar a limpiar otro día porque ella estaba enferma y mi hijo acababa de nacer. Solo después de varios meses de búsqueda encontré una señora responsable y que trabaja bien.
5. En Río, las personas se ponen gorros y chaquetas en temperaturas de +20 °C
El mes más frío en Rio de Janeiro es julio. Bueno, “frío” quiere decir que la temperatura baja hasta unos +17 °C de noche y unos +20 °C de día, además, llueve mucho.
Un día me encontré en el elevador con una vecina mía. Ella estaba vestida con una chaqueta, unas botas altas y cubierta con una bufanda y se estaba quejando de un frío atroz. Aquel día, la temperatura en la mañana estaba a +18 °C.
Es curioso que, incluso si la temperatura del aire sube hasta +30 °C, las playas igual seguirán vacías. Además, hay menos personas caminando por las calles. A mí sí me encanta el “invierno” local y siempre lo espero con ansias porque no hace tanto calor, puedo maquillarme sin riesgo de “perder la cara”, puedo disfrutar de la naturaleza y caminar mucho.
Cabe mencionar que en el sur del país, el clima es mucho más frío, con las temperaturas llegando a −5 °C y hasta con nieve.
6. Los niños pequeños se aceptan en algunos cines
En Rusia, los padres no suelen llevar a sus hijos muy pequeños a los cines. Por eso me impresionó tanto que en Brasil hay cines que sí lo permiten.
Hasta se organizan sesiones especiales normalmente patrocinadas por diferentes marcas infantiles para las familias con niños menores de 18 meses.
7. No hay trenes en Brasil
Suena extraño, pero en un país tan grande como Brasil, no existen trenes. La distancia entre las ciudades es bastante grande, pero solo se comunican a través de autos, buses o aviones. La forma más cómoda (pero no la más barata) es vía aérea y no todos se lo pueden permitir.
Y esto en un país que tiene muchas cosas interesantes para ver, tan solo mencionando lo más básico que son: las cataratas de Iguazú, los cañones Cambara do Sul, diversos parques nacionales y mucho más.
8. Abrazos y besos para amigos y personas desconocidas
¿Cuántos besos de saludo dan en su país? En Brasil son dos y, por supuesto, se aplica a cualquier persona. Si acompañas el beso con la palabra “Prazer”, es decir, “Un gusto”, va a ser mucho mejor.
9. Otras cosas de interés
- El ritmo de la vida me pareció demasiado relajado después de haber vivido en Rusia. Me costó acostumbrarme. Por ejemplo, si compro algo y espero la entrega, debo armarme de paciencia, ya que la entrega puede no llegar a la hora confirmada y las personas no siempre te llaman para avisar. Si quiero planificar algo, trato de multiplicar por 2 el plazo que me dan las personas.
- No hay agua caliente en la cocina. Bueno, por supuesto, el agua no es tan fría como en Rusia, pero de todas maneras, me cuesta.
- El Internet de la casa es muy caro y de baja calidad comparado con mi país natal. Me ha pasado cuando el internet está caído por dos días o más por una tormenta eléctrica u otra razón.
- Agregan un montón de hielo a las bebidas. ¡Siempre! Los brasileños suelen tomar las bebidas absolutamente heladas. Es otra costumbre que me impresiona.
10. Realmente adoran el fútbol. Y el surf también
Y sí, casi todos los brasileños adoran el fútbol. Los hinchas siguen a sus equipos, miran todos sus partidos. Durante campeonatos serios, la vida se detiene, ya que todo el mundo está concentrado en el fútbol. El día que juega la selección, todo Brasil viste las camisetas amarillas y no se despegan de las pantallas donde sea que estén.
Algunas empresas pueden dar un día libre si un partido de gran importancia cae en las horas de trabajo.
Otro deporte favorito es el surf. Siempre podrás ver personas domando las olas en las playas del país.
Y tú, ¿ya has visitado Brasil?