Historias divertidas que demuestran que los niños y una vida tranquila son incompatibles

Crianza
hace 4 años

A veces, te despiertas en la mañana porque tu adorable niño de 3 años comienza a hundir su dedo en tu ojo, diciéndote que quiere que te conviertas en un pirata. Y cuando comienzas a enfadarte te dice que te ama incluso más que a su auto con tres ruedas, consiguiendo así que le perdones todo. Oh, estos niños... Son responsables de todas nuestras noches de insomnio, canas y años arrancados de la vida por el rápido paso del tiempo. Pero la felicidad que nos invade cada vez que ellos están cerca hace que todas esas cosas valgan la pena completamente.

Genial.guru ha recopilado historias divertidas cuyos protagonistas son nuestros inquietos y divertidos niños, los cuales nos vuelven locos... de felicidad, claro.

  • Le mostré a mi hija un viejo truco en el cual simulaba que arrancaba mi pulgar.

    - Papá, ¿cómo funciona?

    - Mira atentamente: ¡pum! El dedo no está. ¡Pum! Volvió a su lugar.

    - ¡Papá! ¡No se pueden arrancar los dedos!

    - Bueno, mira otra vez: ¡pum!

    - Para. Ahora dámelo.

  • Una vez, en el jardín de infantes, nos hicieron una pregunta: "¿Qué se puede hacer con un pollo?". Hubo diferentes respuestas: usar sus plumas, comer sus huevos y carne, pero nadie nombró la opción más obvia para mí. Entonces, levanté la mano y dije: "¡Pueden ser sacrificados!". Mi maestra se quedó paralizada. Mis padres, por supuesto, se rieron en casa, pero ya no me permitían mirar tele con ellos.
  • Mi amiga estaba embarazada de su segundo hijo. El mayor (de 3 años), estuvo con su abuela cuando su madre dio a luz. Al volver a casa, el pequeño se encontró con su hermana. La observó durante un par de horas para ver qué sucedía y dijo: "No entiendo, ¿esta niña tiene padres? ¿Cuándo se la llevarán?". Oh, chico... Una hermana menor es una cruz que llevarás a cuestas toda la vida.
  • Mi hijo tiene 3 años y medio, y es un niño adorable y amable. Por la mañana, estábamos con él en la cama y comenzó a meterme un dedo en el ojo. Yo dije: basta, ¿por qué estás haciendo esto? Y él respondió: "¡Mamá, quiero que te conviertas en un pirata!".
  • A mi hija no le gustan los cuentos de hadas, por lo que mi esposo decidió arreglar ese asunto leyéndole los cuentos originales de los hermanos Grimm. Una noche, pasé por la habitación de mi hija y escuché: "Los pájaros arrancaron los ojos a las hermanas malvadas". Me empezaron a salir canas, gasté mentalmente dinero en un psicólogo (para mi niña) y un ataúd (para mi marido), y entré corriendo a la habitación. Mi pequeña estaba felizmente acostada en la cama sonriendo. "¡Bueno!", dijo ella. "Esto es más creíble que lo que sucede en la película de la Cenicienta".
  • Con mi esposo nos fuimos de vacaciones por 2 semanas. Nuestro hijo de 4 años se quedó con mi madre. Al regresar, nos despedimos de la abuela, y cuando ella se fue a su casa, mi niño dijo: "Por fin vinieron, un minuto más y me escapaba de esta casa. Nunca me había encontrado con mujeres así". Mi esposo lo aplaudió de pie.
  • Hoy, en nuestra fiesta para alumnos del cuarto grado, hubo un animador. Él dijo: "Chicos, ¿a qué pregunta no se puede responder con "sí"?". Los niños dijeron: "¿Estás muerto?".
  • Mi hija tiene 4 años. Fui a buscarla a su jardín de infantes y le dije: "Vístete". Ella me respondió: "Espera, estoy mirando a Nicolás, no lo veré hasta mañana". Ayyy... el amor.
  • Ayer estaba paseando con mi hijo de 4 años. Nos sentamos en un banco para alimentar a las aves y él preguntó: "Mamá, ¿sabes por qué las cabezas de las palomas siempre están temblando?". Yo dije que no, a lo que respondió: "¡Porque tienen música en el cerebro!".
  • Los chicos creen en Santa Claus, pero a cierta edad empiezan a dudar. Mi hija tiene 8 años. Una mañana, ella preguntó: "¿Quién compra y pone regalos debajo del árbol navideño?". Yo, apoyando la leyenda, respondí: "¡Un poder superior!". Ella dijo: "¿Será papá?".
  • Como todas las madres, estoy intentando que mi hijo de 4 años no coma muchos dulces. Una vez lo vi con un par de ellos, así que le pregunté: "¿Estás comiendo caramelos?". Él respondió imperturbable: "Sí, eso hago". Yo le dije seriamente: "¿Los has tomado tú mismo? ¿Por qué lo hiciste?". Mi hijo contestó: "Porque tengo manos". Y no pude seguir discutiendo con él.
  • Hoy vi a un niño pequeño corriendo hacia unos muchachos mayores que llevaban fósforos, gritándoles con lágrimas en los ojos que no quemaran nada, porque "en la hierba puede haber miles de hormigas y bichos". Sorprendentemente, le obedecieron, y no prendieron fuego nada. Ese niño es mi ídolo.
  • Con mi esposo estábamos mirando nuestra película favorita, "Avatar". Nuestro hijo entró en el dormitorio, miró la pantalla del televisor, y muy sorprendido dijo: "¡Mira tú cómo han crecido los Pitufos!".
  • El año pasado, con mi hijo pequeño ayudamos a mi abuela a plantar patatas. Vi que el pequeño perdía el entusiasmo con cada segundo, y luego paró, se sentó en una piedra, y se quedó pensando. Me acerqué a él y le pregunté qué le sucedía. Él me contestó irritado: “Me harté de estas patatas. Primero las plantamos, ¡y luego llegamos al mismo lugar y las quitamos! No entiendo...".
  • Llegué a casa después de una cirugía (tuve una fractura de tobillo). Estaba acostada como una reina del Medio Oriente, entre almohadas suaves y en sábanas de seda. Mi marido cuidaba a los niños, gatos, etc. Un día después de la cena, mi hija entró corriendo a la habitación y dijo: "Papá, ¿qué hace ESTO en el lavavajillas?". Mi marido contestó: "Con ESO estaba revolviendo el pollo mientras lo cocinaba". Ella dijo: "¡Pero esto es del gato!". Giró la cabeza y abrió la boca sorprendido... ESTO resultó ser una paleta para la bandeja de arena del felino. Afortunadamente, no había sido usada.
  • Muchas personas escriben sobre cómo fueron olvidadas y dejadas en algún lugar por sus padres. Mientras que yo, cuando tenía 4 años, dejé a mis papás... en casa. Por la mañana me desperté, me vestí y fui al kínder, ¡solo! Nadie se despertó, ni mis padres ni mi hermano mayor, mientras que yo estaba en la escuela, con la sensación de haber cumplido mis deberes. Estaba comiendo avena cuando mi madre apareció en la entrada del lugar. No recuerdo si hizo algo conmigo. Tal vez, sí.
  • Ayer estaba paseando con mi hija. Ella jugaba en un cajón con arena con una niña de 2 años y otro de 3. De repente, el chico comenzó a llevarse todos los juguetes de mi niña, a lo que su madre le llamó la atención:

    - ¡Jorge, no son tus juguetes!

    - ¡Estos son mis juguetes!

    - No, esos son los juguetes de las chicas.

    Jorge, sin dudar ni un momento, dijo:

    - ¡Estas son mis chicas!

    La mamá no tenía nada que decir.

  • Cuando era chica, mi padre manejaba un autobús urbano y lo dejaba cerca de nuestra casa cuando iba a almorzar. Un día, se acostó después del almuerzo y se durmió, por lo que le empecé a hacer peinados: puse gomitas de diferentes colores en su cabello, y para completar la imagen le pinté los ojos con un marcador celeste. Mi papá se despertó de repente porque tenía un horario que cumplir y se fue. No tuve tiempo de decirle nada, pero todos los trabajadores del parque automotor alabaron su nuevo look.

Estamos seguros de que tienes un millón de historias que contar sobre tus hijos. ¡Envíanoslas y haremos un nuevo artículo genial con ellas!

Imagen de portada Overhear

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