Hombre colapsa mientras está solo en casa y es salvado por quien menos esperaba
Un momento de calma en casa puede cambiar drásticamente cuando te enfrentas a un problema médico inesperado. Esto fue lo que le sucedió a un hombre que se encontraba solo en casa cuando se vio envuelto en una situación muy complicada. En un abrir y cerrar de ojos, su tranquilidad se vio truncada por una emergencia médica, pero la respuesta rápida de alguien inesperado lograron darle la oportunidad de contar su historia.
En la comodidad de nuestro hogar, es fácil pensar que estamos a salvo de cualquier emergencia médica. Sin embargo, la realidad es que los accidentes y enfermedades no siempre avisan antes de aparecer. Es crucial estar preparados para afrontar las emergencias médicas comunes que pueden ocurrir en casa.
Desde cortes y quemaduras hasta resbalones y caídas, cualquier situación puede requerir una acción rápida y precisa. Saberlo nos ayudará a mantener la calma, saber qué suministros médicos tener a mano y qué medidas de precaución tomar para salvaguardar la salud de nuestra familia en todo momento. El protagonista de esta historia lo descubrió de la peor forma, pero, afortunadamente, todo terminó bien.
Cuando estamos fuera de casa nos da paz y tranquilidad saber que el hogar y la familia están seguros. Esas palabras las comprobó Joey y su familia en carne propia cuando él sufrió un evento cardíaco que puso en peligro su vida mientras estaba solo en casa una calurosa mañana de verano.
Afortunadamente, gracias a la pronta respuesta de los profesionales médicos y al rápido accionar del sistema de alerta médica instalado en su hogar, Joey recibió la atención necesaria a tiempo, lo que permitió salvar su vida. Desde aquel día, tanto Joey como su familia han valorado aún más el poder contar con medidas preventivas y dispositivos que aseguren su protección las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Ese día, su esposa, Anita, y su hijo menor, Garrett, estaban en Dallas, a 201 kilómetros de su hogar en el pequeño pueblo de Gilmer, Texas. Mientras desayunaban, recibieron una alerta de movimiento de la cámara de video que instalaron en la puerta de su casa cuando Joey salió al porche.
Anita se conectó para ver qué estaba haciendo su esposo, con la esperanza de saludarlo o bromear con él. Ella primero vio a Joey alimentar a los gatos, pero cuando comenzó a hablar con él a la distancia a través de la bocina del aparato, se dio cuenta de que algo no estaba bien.
“Joey no estaba respondiendo de la manera en que lo conocemos que suele responder”, dijo Anita. Vieron a la distancia cómo comenzó a sostener su cabeza y luego, momentos después, se derrumbó en el suelo. “Empecé a marearme”, explicó Joey. “Y luego me desmayé”.
Anita, que es enfermera, le preocupaba que Joey tuviera un derrame cerebral, algo que ha ocurrido en su familia, por lo que utilizó su entrenamiento para ponerse en acción.
Ella trató de hablar con su esposo, pero él no respondió, inmediatamente llamó a su vecina a quien conoce desde hace más de 20 años, Debbie, y a su hijo mayor, Kodey, que vive cuatro casas más abajo, para que fueran corriendo a ayudarle.
Debbie llegó primero y narró: “Cuando llegué con Joey, al principio pensé que no respiraba. Estaba tratando de hablar con él, y finalmente vi que su estómago se movía y supe que estaba respirando”.
Los paramédicos llegaron en menos de 10 minutos desde el momento en que Joey colapsó. Le dieron la asistencia que necesitaba y lo llevaron al hospital. Anita vio todo el evento en vivo a través del video de la puerta. Pudo comunicarse con Debbie a través del intercomunicador para responder las preguntas de los paramédicos sobre el historial médico de Joey.
“En el lugar en donde caí, podría haberme acostado en el calor la mayor parte del día sin que me encontraran”, dijo Joey.
Más tarde, se enteraron de que Joey sufrió un problema cardíaco debido a niveles críticamente bajos de potasio. Anita también compartió el video de la puerta con los médicos de Joey en el hospital, lo que les ayudó a diagnosticar la causa del incidente.
“Fue un regalo fenomenal poder comunicarse con el neurólogo y que supiéramos que se tocó la cabeza antes de caer”, dijo Anita. Joey pasó unos días en el hospital y ahora, afortunadamente, se está recuperando en casa.
“Sin la cámara de la puerta, nadie lo habría sabido”, dijo Joey. “Fui muy bendecido, no solo por tener esa la cámara, sino que también tengo un hijo pequeño al que le gusta mantener las alertas a todo volumen para saber cuándo alguien entra y sale de la casa. Si no se hubiera tomado el tiempo de revisar esa cámara, no se sabe qué habría pasado”.
Anita también aprecia que haya otras personas, además de ella, que puedan vigilar a Joey y su hogar cuando ella no está disponible. “Cuando recibo una alerta, no siempre es una situación en la que puedo detenerme y mirar en ese momento”, dijo. “Entonces, para mí, es útil saber que no soy la única que lo está monitoreando”.
La tecnología ayudó a Joey a encontrar rápidamente ayuda para su problema y evitar una tragedia mayor. Pero no habría sido posible sin el apoyo de su esposa, quien estuvo detrás de él, revisando y cuidándolo en el momento adecuado.
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