Cómo Jaime Camil encontró al amor de su vida a pesar de su fama de Don Juan y de las adversidades de la vida
En 2004, Heidi Balvanera pensaba que Jaime Camil era un hombre que no merecía ni siquiera una cita con ella. Hoy es su esposo y el padre de sus dos hijos. Su historia de amor escapa a la narrativa clásica del amor perfecto y comprueba que los famosos pueden tener relaciones tan normales como cualquiera de nosotros.
Jaime Camil y su esposa, Heidi Balvanera, son la prueba de que no todas las relaciones perfectas comienzan como un cuento de hadas o con un amor a primera vista. En otras palabras, los romances entre las celebridades son como los del resto de los humanos.
Se conocieron en 2004, pero la primera impresión que tuvo Heidi de su futuro esposo fue de desagrado, lo cual hoy en día nos puede resultar sorprendente, ya que estamos hablando de una de las parejas más sólidas de la farándula latinoamericana.
Según narra el mismo Jaime: “Nos conocimos en un evento en México. Yo estaba filmando la película 7 días en Monterrey y a la vez estaba conduciendo un programa de televisión. Yo la vi y me dije: ’Guau, qué bonita chava, qué guapa’ y le hablé, pero ella nunca me tomó la llamada”. Luego nos enteramos de que la razón por la que Heidi rechazó tan cortantemente a Jaime tenía que ver más con las apariencias que con él mismo: “La primera vez que lo vi, me cayó mal. A esas alturas, Jaime era muy conocido. Él ya tenía un estatus de socialité y yo pensaba que era un grosero, un fiestero y un mujeriego, por eso no me gustó”, recuerda Heidi.
Por fortuna, este malentendido fue superado, paradójicamente, gracias a que Jaime, ante la negativa de Heidi, dejó de insistir. “Como no me tomaba la llamada, le dejé de hablar, y de repente Heidi como que dijo: ’Ay, caray, pues ¿dónde está mi stalker?’. Bueno, luego salimos y pasó lo que suele pasar cuando tienes una falsa imagen sobre alguien. Lo conoces y luego luego ya cambias de opinión”, comentó Camil.
Tras su primer encuentro, les tomó dos años darse cuenta de que tal vez estaban destinados el uno al otro. Jaime y Heidi oficializaron su noviazgo en 2006. Ese fue tan solo el comienzo de una historia que perdura aún hasta estos días y a raíz de la cual han nacido dos niños: Elena y Jaime III.
Sin embargo, esta hermosa familia no se construyó de la noche a la mañana. De hecho, como toda relación, tuvo sus altibajos. Su primera ruptura se produjo en 2006 y luego se separaron otra vez en 2009. Según Jaime, ambas crisis se debieron a problemas que no lograron resolver en su momento. No obstante, ya todos sabemos que los enamorados pudieron superar sus diferencias; al final, el amor fue el vencedor.
Una de las pruebas más contundentes fue la bienvenida de su primera bebé, Elena, quien nació en 2011 tras 7 años de amor de sus padres. Al año siguiente, Jaime y Heidi intercambiaron sus votos en un matrimonio civil en Estados Unidos. Tiempo después, los esposos celebraron su unión ante la iglesia en la basílica de Guadalupe, en la ciudad de México.
“Hoy prometo mejorar nuestro amor, tomando como base nuestros sólidos 10 años de la mejor etapa de mi vida, la etapa que he compartido contigo”, dijo Camil durante sus votos matrimoniales. “Te ofrezco mi corazón para que descanses, llores y rías en él. Te regalo mi alma para la eternidad. Te prometo que en cada respiro que tome, crecerá mi amor por ti”, continuó ante la mirada tierna de su esposa.
Luego de la feliz boda, la pareja decidió darle la bienvenida a la familia a un nuevo integrante. En 2014, nació su segundo hijo, Jaime Camil III. Sin embargo, han confesado que tienen intenciones de agrandar la familia, dado que ambos están de acuerdo en que la paternidad es la parte favorita de su matrimonio. Afirman abiertamente que sus hijos son lo más preciado que tienen en todo el mundo. No obstante, también admiten que uno de sus secretos para mantener una relación feliz y saludable ha sido conservar la llama del amor encendida a través de pequeñas escapadas románticas, citas y viajes de pareja para reconectarse de vez en cuando.
¿Crees en el amor a primera vista? Comparte con nosotros el romance con el inicio más loco que conozcas.