La amistad entre Robin Williams y Christopher Reeve era más fuerte que Superman

Historias
hace 2 años

Si tienes buenos amigos, considérate afortunado. Contar con personas con las que tienes una relación de amistad real puede enriquecer tu vida. Ellos estarán ahí en los momentos de alegría y también serán tu bastón en los baches o los retos que se te presenten. Christopher Reeve y Robin Williams son la prueba de que una buena amistad es lo que el corazón necesita para salir adelante.

En Genial.guru te traemos la historia de la verdadera y genuina amistad de este dúo de actores que lograron la fama y siguieron apoyándose a lo largo de sus vidas, a pesar de las dificultades.

Estudiando el arte

Antes de ser los famosos actores Robin Williams y Christopher Reeve, ellos eran estudiantes, sin nadie que supiera sus nombres, pero con muchas ganas de triunfar. Se conocieron en 1973, cuando fueron dos de los 20 estudiantes que el prestigioso conservatorio de artes Juilliard aceptó para su programa avanzado. Eran jóvenes, Robin de 22 años y Reeve de 21, y tenían ganas de triunfar.

El comienzo de una hermosa amistad

En el libro que escribió Christopher Reeve, describió el día en el que conoció a Robin: “La primera persona que conocí en Juilliard fue otro estudiante avanzado, bajito, rechoncho, con cabello largo, de California. Usaba playeras teñidas con shorts deportivos y hablaba a mil por hora. Nunca había visto tanta energía contenida en una sola persona”.

Chris recordaba que quedó asombrado por cómo iba de un lado a otro. Él agregó: “Nunca hubo un momento en el que no estuviera haciendo voces, imitando a los maestros y haciendo que nos doliera la cara de reírnos de sus payasadas. Su nombre, por supuesto, era Robin Williams”.

Forjando la amistad

ASSOCIATED PRESS/East News

En una entrevista en Reddit donde les contestaba preguntas a sus fans, Robin también habló bien de Chris. Una pregunta era sobre su recuerdo favorito con el actor de Superman, y Robin contestó: “Él, siendo un gran amigo mío en Juilliard, literalmente me alimentó, porque no creo haber tenido dinero para comida, o mi beca todavía no llegaba, y él compartía su comida conmigo”.

Durante su estancia en Juilliard, pudieron aprender y también forjaron amistades que duraron toda una vida. Como dijo Chris: “Estaba muy agradecido de que el destino nos hubiera unido. A veces Robin necesitaba una conversación seria, y yo siempre estaba listo para escuchar. Robin pudo compartir sus sentimientos conmigo, y yo hice lo mismo con él. Esto perduró 25 años”.

Comenzando una carrera actoral

Después de graduarse, Reeve audicionó para la obra A Matter of Gravity en Broadway, la actriz Katharine Hepburn vio su audición y lo contrató para interpretar a su nieto en la obra. Con la influencia de la actriz, Reeve logró un papel en la telenovela de CBS Love of Life. Obtuvo buenas reseñas por su actuación en la obra y después saltó a Hollywood para interpretar roles secundarios en varias películas.

Robin se destacó en Juilliard, pero en 1976, cuando sintió que ya le había dado lo que tenía para darle, lo abandonó. Comenzó su carrera como comediante de stand-up, estuvo en varios bares y locales, pero nada resultaba, así que también hizo trabajo televisivo. Ganó fama en Mork & Mindy y la gente comenzó a ir a verlo. David Letterman vio sus primeros shows de stand-up y lo describió como un huracán.

Volando alto

Cada uno hizo su carrera artística y ambos llegaron al éxito. Christopher Reeve consiguió el papel de Superman, que lo catapultó al estrellato. De repente, su rostro era conocido por todo el mundo. Robin, por su parte, también estaba haciéndola en grande con su talento, no solo como comediante. Por Good Morning, Vietnam, tuvo una nominación a los Óscar y ganó un Globo de Oro.

Ambos triunfaban y seguían con su amistad. Chris se mudó a un lugar más tranquilo y una vez Robin fue a visitarlo. De esta visita, Chris dijo: “Una noche fuimos a un restaurante de langostas y podías verlas en un tanque, casualmente pregunté lo que las langostas estarían preguntándose. Él comenzó a hacer una rutina sobre las langostas y me tuve que masajear las mejillas porque me dolían de tanto reír”.

Sobreviviendo a un accidente

Christopher Reeve practicaba equitación y fue mientras hacía este deporte cuando tuvo un accidente terrible que lo dejó con parálisis del cuello para abajo. Chris tenía mucho dolor y ya no tenía esperanza. Tenía que someterse a una cirugía que podría salir mal. Cuanto más se acercaba el día de la operación, más dolor y temor tenía. Él sabía que tenía una probabilidad del 50 % de sobrevivir.

Sobre ese momento, él recordó: “La puerta se abrió y un hombre con uniforme y sombrero quirúrgico entró hablando con un acento ruso. Dijo que era mi proctólogo y que debía revisarme. Yo creí que estaba bajo el efecto de los analgésicos o que mi cerebro estaba fallando, pero era Robin. Fue la primera vez desde el accidente en que me reí. Mi viejo amigo me ayudó a saber que de alguna manera todo iba a estar bien”.

Un lazo irrompible

Robin estuvo con él apoyándolo. Chris confesó: “Estuvo un tiempo conmigo y dijo que haría lo que fuera por mí. Yo pensé: ’No solo tengo a mi esposa y a mis hijos, sino que tengo amigos como Robin, a quienes realmente les importa. Tal vez pueda estar bien. Digo, será diferente y un reto enorme, pero todavía puedo reír, y todavía hay algo de alegría’”.

Christopher Reeve se convirtió en activista al hablar sobre la parálisis y abogar para la investigación en el estudio de las lesiones de la médula espinal, y ayudó a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Robin siempre tuvo palabras de apoyo para él. Como dijo en una entrevista: “Él va a tener una vida por sí solo, no va a necesitar a otras personas que lo ayuden, y si las necesita, ahí estaré”.

Una amistad más allá de todo

En octubre de 2004, Christopher Reeve falleció. Robin declaró: “El mundo ha perdido a un activista tremendo, un artista y una inspiración para las personas. Yo he perdido a un gran amigo”. Al año siguiente, Robin Williams recibió un reconocimiento por su trayectoria y se lo dedicó a Chris Reeve.

Diez años después de la muerte de su amigo, Robin también falleció. El hijo de Chris lo recordó con cariño al decir: “Robin fue una luz en nuestra familia desde que tenemos memoria. Él y mi papá se hicieron reír y se apoyaron hasta el final”. Ambos fueron grandes actores y uno de sus mejores roles no fue en pantalla, sino detrás. En la película de sus vidas, protagonizaron una amistad envidiable.

¿Cuál es el mayor reto que te ha tocado vivir con tu mejor amigo? ¿Tienes algún recuerdo feliz de su amistad que alegre tu vida?

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas