La pandilla más elegante jamás || La verdadera historia de los Peaky Blinders
Eran conocidos por usar chaquetas entalladas, abrigos con solapas y gorras de repartidor de periódicos. Debido a su elegante aspecto, no podías ignorarlos si los veías en la calle... y ellos se aseguraban de que así fuera. Conformada por jóvenes de entre 12 y 30 años, en poco tiempo esta pandilla se convirtió en un serio problema para la policía de Birmingham. Su comportamiento y su malicia pronto se volvieron leyenda. Años más tarde, el conservador del Museo de la Policía de West Midlands dijo que se enfocaban en cualquiera que pareciera débil o vulnerable. Cualquier cosa que pudiera ser robada era robada.
¿Su nombre? Los Peaky Blinders. Puede que hayas oído hablar de ellos gracias a la famosa serie de televisión, pero no todo es ficción. Aún hay algo de controversia sobre cómo obtuvieron su nombre. Pero, en general, peaky era una palabra destinada a cualquier gorra plana con visera. En cuanto al término blinder, sigue siendo utilizado hoy en día en Birmingham. En aquel entonces indicaba que algo o alguien tenía un aspecto elegante. El uso de la gorra para ocultar la cara a los demás es otra razón por la que tal vez eran conocidos con ese nombre. No querían ser reconocidos por la gente ni por la policía. Hoy en día son considerados el primer movimiento juvenil moderno. Su forma de vestir, su estilo y su jerga fueron la base de otros movimientos juveniles del siglo XX, como los punks.
Los Peaky Blinders (y otras pandillas similares) aparecieron como consecuencia de las malas condiciones de vida y los problemas económicos de la Inglaterra industrial de finales del siglo XIX. Surgieron debido a la pobreza de la gente; los jóvenes debían robar como medio de subsistencia. Los hombres sin estudios no tenían muchas ofertas profesionales, así que el robo y otras actividades delictivas se convirtieron en un estilo de vida. Los Peaky Blinders se hicieron famosos por hacerlo con estilo, con pantalones acampanados, botones de perlas, abrigos, pañuelos de seda y botas de cuero con punta de acero. También se comportaban de la forma más escandalosa posible. De hecho, una de esas historias fue la razón por la que el creador de Peaky Blinders decidió crear la serie.
Recordó una anécdota que su padre solía contarle, acerca de la vez que lo habían enviado con un mensaje escrito para sus tíos. En aquel entonces era un niño. Recordaba haber llamado a la puerta, solo para encontrarse con unos ocho hombres sentados a la mesa, todos vestidos de manera impecable y con esas gorras tan características. ¿Lo más impactante de todo? ¡La mesa estaba llena de dinero! Algunas de las primeras actividades de las que se tiene noticia aparecen en un periódico de marzo de 1890. Por aquel entonces, el grupo ya estaba volviéndose famoso por su carácter salvaje. ¡De hecho, se alegraban al ver que sus “actuaciones” quedaban registradas en los periódicos nacionales!
A fines del siglo XIX, contaban con personas de diversas edades, desde los doce años hasta los treinta. Pronto adquirieron el estatus de organización con jerarquías informales.
Probablemente, el miembro más poderoso de los Peaky Blinders era un hombre conocido como Kevin Mooney. Ese no era su verdadero nombre, sino Thomas Gilbert, pero a menudo cambiaba su apellido para evitar ser detenido. En la cúspide del poder de la pandilla en la vida real, él era la cabeza. En 1899, las autoridades locales intentaron controlar su actividad enviando a un alguacil irlandés a Birmingham. El objetivo era lograr una mejor aplicación de la ley en la zona. Sin embargo, no tuvo éxito. Los Peaky Blinders ya habían establecido conexiones estables con la policía local, así que continuaron con sus actividades prácticamente sin problemas mientras la autoridad policial disminuía.
Pero ¿qué los diferenciaba de otras pandillas? Su estilo tuvo mucho que ver con su popularidad, ya que era eficaz en muchos sentidos. Por un lado, los ayudaba a llamar la atención y los diferenciaba de otros pandilleros. Por otro lado, su forma de vestir transmitía riqueza y lujo. Tenían un aspecto inalcanzable para los demás. Además, se aseguraban de extender este aspecto a los miembros de su familia, incluyendo a sus esposas y novias, quienes, a diferencia de otras mujeres, podían permitirse vestidos y abrigos extravagantes. Las mujeres también estaban implicadas en estas bandas, y hasta existen pruebas de su participación en eventos a gran escala. Las jóvenes se vestían de manera similar a los miembros de la banda: usaban flecos largos, pañuelos de colores en el cuello y faldas coloridas o a rayas.
Esta manera lujosa de vestir era también una forma de desafiar a la policía. Los agentes podían reconocer fácilmente a un peaky blinder, pero eran impotentes ante sus fechorías. La mayoría de las veces ni siquiera podían recordar las caras de los miembros de la banda. En cuanto a la precisión histórica, hay muchas diferencias entre la serie y la pandilla de la vida real. En primer lugar, la época era diferente. Los Peaky Blinders reales estuvieron activos principalmente en la década de 1890, no en la de 1920, como se muestra en la serie. Esto se debe a que perdieron el poder en la década de 1910 frente a una banda rival, The Birmingham Boys. Sus crímenes tampoco eran tan sensacionales como los que se describen en la serie. Un famoso miembro de los Peaky Blinders, llamado Harry Fowles, fue arrestado simplemente por robar una bicicleta.
Henry Lightfoot fue el primer hombre llamado peaky blinder. Vivía en Garrison Lane, en Birmingham, Inglaterra, a finales del siglo XIX. Hay poca información sobre su vida, más allá de lo registrado por la policía y lo hallado por la prensa. Se sabe que trabajó como fundidor, moldeador, enrollador de metal y pintor. Ingresó a la vida criminal cuando tenía unos 22 años. Comenzó robando palomas de carreras, y terminó enfrentándose sin ayuda a la policía de Hay Mills e incluso batiéndose a duelo con un detective. Hacia el final de su vida, se dedicó a criar a su familia.
Uno de sus lugares de reunión más famosos era un bar llamado The Garrison, que es recreado en la serie. Era conocido como su cuartel general informal. Sin embargo, en la vida real no era tan glamoroso como en la televisión. Los Peaky Blinders estuvieron activos en Birmingham hasta aproximadamente 1910, cuando fueron absorbidos por una pandilla más grande, llamada The Birmingham Boys. Estaba dirigida por un hombre igual de famoso: Billy Kimber. Su poder se extendió desde Birmingham hasta el norte de Inglaterra y Londres entre 1910 y 1930. Esta banda era conocida por la organización de apuestas, el soborno, el contrabando y otras cosas más. Durante varios años, Billy Kimber fue el líder de pandilla más grande de Reino Unido. Tras muchos años en el poder, falleció debido a su mala salud.
Pero la historia no se detiene ahí, ya que el mundo de las pandillas fue conquistado por el clan Sabini. Su nombre proviene de Charles Sabini, un ítalo-inglés nacido en Clerkenwell en 1888, cuyo verdadero nombre era Ottavio Handley. Conocido como el rey de las pandillas de caballos de carreras, dominó el mundo subterráneo de Londres durante buena parte de los primeros años del siglo XX. Supervisaba varios establecimientos y contaba con unos cien miembros en su famosa banda. Sabini también era conocido por sus numerosas conexiones con la policía y las autoridades. El creciente dominio de otras pandillas no fue lo único que desató el final de los Peaky Blinders. Todo comenzó con un control policial más estricto y penas más duras para los delitos que cometían. Estos cambios hicieron que muchos dejaran la pandilla y que cada vez aparecieran menos reemplazantes.
Además, los jóvenes comenzaron a tener más oportunidades. Cada vez tenían más acceso a la educación y preferían ir a la escuela para asegurar su futuro. También aprendieron a ser disciplinados. Los centros de boxeo ofrecieron a muchos de ellos una alternativa al espíritu pandillero. Una de las cosas que los llevaba a formar parte de una banda era sentir que pertenecían a un lugar. Por eso, a fines de la década de 1920, lo que quedaba de los Peaky Blinders se había trasladado al campo y, en su mayor parte, había desaparecido frente al clan Sabini.