Los padres de una niña con una rara marca de nacimiento decidieron quitársela para evitar reacciones desagradables
Recientemente, una madre feliz relató cómo su pequeña hija se despidió de una marca de nacimiento en su frente, aunque inicialmente enfrentaron críticas de algunos médicos.
Una marca de nacimiento muy poco común
Esta es la historia de Celine Casey y su hija de dos años, Vienna Shaw. Vienna nació con una rara marca de nacimiento llamada nevo melanocítico congénito (CMN) en su frente, que solo ocurre en uno de cada 20,000 recién nacidos.
Cuando Celine se enteró de la marca de nacimiento, se sintió preocupada y se preguntó si había hecho algo mal durante su embarazo. No sabía qué significaría la marca para Vienna, pero estaba determinada a eliminarla para que su hija pudiera crecer sin sentirse diferente.
Aunque la marca de nacimiento no afectaba la salud física de Brookshaw, Casey sabía que podría impactar el bienestar mental de su hija a medida que creciera e interactuara con otros niños que podrían tener curiosidad sobre su condición.
Celine compartió que la familia a veces solía ocultar la marca de nacimiento de Vienna cubriendo su rostro cuando salían. Ella dijo: “Salíamos a diario con ella y recibíamos algunas miradas”.
La operación fue todo un reto
Cuando buscaron ayuda del Servicio Nacional de Salud, la familia recibió comentarios desalentadores. Los médicos no pudieron proceder con la cirugía para eliminar la marca de nacimiento, categorizándola como un procedimiento cosmético.
Sin embargo, los padres lo veían de manera diferente. Estaban genuinamente preocupados por las posibles burlas de otros niños, lo que podría afectar el bienestar mental de su hija a una edad temprana. Casey también estaba preocupada de que si no eliminaban la marca de nacimiento, su hija podría llegar a resentirse de ella y su pareja.
Los padres tomaron el asunto en sus propias manos y recaudaron los fondos necesarios de manera privada. A través de un crowdfunding, lograron reunir 52 000 dólares en 24 horas. Sin embargo, debido al aumento de los costos hospitalarios en 2020, tuvieron que recaudar 27 000 dólares adicionales. Con una nueva solicitud de financiación, finalmente alcanzaron su objetivo.
Tuvieron dificultades con los médicos
Los desacuerdos entre el equipo médico y los padres han llevado a opiniones diferentes. Los padres de Vienna querían que se eliminara la marca de nacimiento mediante cirugía, pero el cirujano se negó a realizar el procedimiento. La postura del cirujano se basa en la creencia de que el niño debería tomar la decisión una vez que alcance una edad apropiada.
Después de que surgiera esta controversia, Daniel Brookshaw, el padre de Vienna, expresó su insatisfacción con el punto de vista del médico. El médico también consultó con un dermatólogo que estuvo de acuerdo con el cirujano, enfatizando que la marca de nacimiento no amenaza la salud de Vienna y no es cancerosa.
La operación se completó con éxito
Vienna ahora tiene dos años y sus médicos han eliminado con éxito su marca de nacimiento, dejando solo una leve cicatriz entre sus cejas. Casey comparte regularmente actualizaciones sobre la cicatriz y el proceso de recuperación de Shaw en sus redes sociales, y los seguidores a menudo comentan lo hermosa que se ve su pequeña.
A pesar de que la marca de nacimiento ha desaparecido, Casey mencionó que todavía tienen que viajar entre ciudades para verificar la curación de la cicatriz y ver si se necesitan procedimientos adicionales más allá de los tres que ya ha pasado Shaw. Shaw ahora disfruta de la vida típica de una niña de dos años.
El caso de esta pequeña niña con su marca de nacimiento llama la atención sobre el delicado equilibrio entre la defensa de los padres y la autonomía del niño en las decisiones médicas. Mientras sus padres buscaban asegurar su aceptación social y bienestar, los profesionales médicos enfatizaban la importancia de respetar la futura autonomía de Vienna sobre su propio cuerpo.
Esta historia sirve como recordatorio de las intrincadas consideraciones éticas que surgen al navegar los límites de la autoridad parental y la autonomía individual, provocando reflexiones más amplias sobre los derechos de los menores en el ámbito médico.