Mi hermana cree que tiene una especie de derecho divino por estar embarazada, pero la paré en seco

Las bodas son momentos de alegría y celebración, pero también pueden convertirse en fuente de tensión cuando los novios y sus respectivas familias tienen expectativas diferentes. Eso suele suceder cuando hay desacuerdos en cuanto a los detalles de la boda, como el lugar, el tipo de ceremonia e incluso la fecha. Este último, precisamente, fue la gota que rebasó la copa en la relación entre la novia y futura suegra de esta historia.
“Llevo casi 7 años saliendo con mi novio y hace poco nos comprometimos. Hemos sido muy abiertos al hablar de nuestra boda, las fechas y lo que queremos hacer para la boda. Cuando anunciamos la fecha, mi suegra no tuvo ningún problema y no dijo nada.
Meses después, cuando ya habíamos hecho el depósito de dinero para separar todo; DJ, comida, lugar y fotografía; me envió un mensaje de texto diciendo: ’¿Por qué elegiste esa fecha para tu boda? Mi hija murió dos días antes’. Estábamos reunidos cenando cuando me lo envió, pero yo no dije nada y simplemente le quité importancia”.
“Resulta que mi suegra perdió su primera hija hace casi 30 años, cuando ella era todavía una bebé. Eso es algo horrible y no se lo deseo a nadie, nunca, pero mi prometido y yo pensamos que, como la boda no era en la fecha exacta de su aniversario de fallecimiento, no había ningún problema.
De hecho, la fecha que escogimos para nuestra boda era el día del cumpleaños de un tío mío que falleció hace 10 años y que era como un padre para mí, por eso quiero hacerle un homenaje el día de la boda. Su esposa e hijos me apoyaron e incluso fueron los que me animaron a hacerlo, así que me encariñé aún más con esa fecha”.
“En cambio, mi suegra, sabiendo sobre la fecha cuando la decidimos, no dijo nada hasta después de que hicimos todos los depósitos. Yo creo que ella está fuera de lugar y que además esperó a propósito hasta después de que hiciéramos los depósitos de dinero, para decir algo”.