No quiero que mi hija sepa que es adoptada ni que conozca a su madre biológica
Gracias a la adopción, muchas personas pueden hacer realidad su sueño de ser padres y pequeños sin hogar pueden encontrar buenas familias que los cuiden y les den amor. La protagonista de nuestra historia de hoy y su marido llevaban tiempo buscando tener otro hijo, pero el ansiado embarazo no llegaba. La vida da muchas vueltas y, a veces, nuestros deseos se hacen realidad de las formas menos esperadas o tradicionales. Así fue como ambos acabaron convirtiéndose en padres de su propia nieta, aunque ahora están enfrentándose a un gran dilema familiar.
¿Qué opinas de esta situación? ¿Cuál sería tu consejo para esta madre?
En Genial.guru investigamos al respecto y aquí te contaremos cuáles son los detalles más importantes que los profesionales recomiendan en estos casos:
- Lo primero que podría hacerse es intentar hablar de forma asertiva con todos los implicados, como si de una reunión familiar se tratara. El objetivo sería llegar a un acuerdo, buscando siempre y ante todo el bienestar de la niña.
- Por otra parte, cuando su exnuera se embarazó, tanto ella como su hijo eran aún adolescentes y no estaban preparados para ser padres, por eso accedieron a la adopción. Pero su realidad actual es otra; ya son adultos, y puede que ahora vean toda esa situación de una manera totalmente diferente. Sería interesante saber cuáles son sus intenciones a largo plazo, más allá de “visitar” o “conocer” a la niña.
- Entendemos su miedo a la hora de confesar a su hija que es adoptada. Sabemos que quieren protegerla, pero teniendo en cuenta que en esta historia hay muchas personas involucradas, lo ideal sería que hablaran con ella al respecto antes de que alguien más decida hacerlo. Si se entera por terceros, las consecuencias pueden ser mayores, llegando incluso a hacer que desarrolle sentimientos negativos tanto hacia sus padres biológicos como hacia ustedes.
- Si bien no conocemos las razones de los actuales problemas emocionales de la niña, podemos aclarar que no es extraño que los hijos adoptados desarrollen diversos tipos traumas asociados con estar desconectados de sus madres, incluso si fueron adoptados cuando eran bebés. Durante los nueve meses dentro del vientre de su madre, los niños ya empiezan a conectar y a crear vínculos con ella. La separación al nacer puede dejar secuelas emocionales. Ser consciente de la situación y poder hablar de ello libremente será de gran ayuda para que la niña pueda superar el momento.
- Aunque es probable que su hija guarde parecido físico con ustedes, sus padres adoptivos, ya que es hija biológica de su propio hijo, esto puede no ser suficiente para que ella internamente no sospeche de que algo raro está pasando. Quizá la diferencia de edad entre ustedes y los demás padres, o simplemente oír comentarios de otros niños o personas allegadas, puede generarle confusión y hacer que se plantee muchas preguntas.
- Para que los niños entiendan y asimilen la adopción de forma natural, los profesionales recomiendan empezar a hablar con ellos alrededor de los 5 o 6 años. En adelante, a medida que surjan preguntas, deben irse disipando con sinceridad y siempre con respuestas adecuadas para la edad del niño. Estas son algunas de las razones por las cuales es tan importante y positivo que conozcan la situación:
Los niños tienen derecho a conocer su historia. Ocultarles este hecho puede privarlos de parte de su propia identidad y de información vital sobre ellos, tanto a nivel genético como social y étnico, que deberían conocer.
Los niños necesitan sentir que tienen una familia en la que pueden confiar y encontrar apoyo. Si la única familia que conocen les miente o les oculta información, puede generar en ellos una sensación de total soledad e incomprensión.
Abordar el tema con naturalidad es de suma importancia para su desarrollo emocional. Necesitan poder entender y expresar lo que piensan y sienten, al tiempo que son recibidos con empatía y cariño por su entorno más cercano.