Nuevos descubrimientos arqueológicos que nos ayudarán a entender la historia del mundo mucho mejor
Sería genial hallar un templo abandonado en la jungla o una habitación secreta en una pirámide, sin embargo, la mayoría de los descubrimientos no son tan "geniales". Aun así, algunos pequeños hallazgos pueden llenar los vacíos gigantes de la historia de la humanidad.
Genial.guru te trae algunos descubrimientos arqueológicos recientes que podrían ayudar a entender mejor la historia de nuestra civilización y, posiblemente, acercarte a descifrar algunos secretos.
1. El lugar en donde mataron a Julio César
Gracias a los antiguos textos, los historiadores saben que Cayo Julio César fue asesinado por conspiradores en la Curia de Pompeyo, un edificio administrativo en donde se celebraban las sesiones del Senado. Se encontraba cerca de la Largo di Torre Argentina, una moderna plaza en Roma, en donde, desde hace mucho tiempo, se están realizando excavaciones para conocer más de la historia de esa civilización.
Sin embargo, solo en 2012, el arqueólogo español Antonio Monterroso logró identificar el lugar exacto donde falleció César. Los investigadores encontraron una losa de concreto que fue instalada por el emperador Octavio justo en el lugar en donde se encontraba la silla en la que Julio César estaba sentado cuando lo asesinaron.
2. Sangre de mamut
En 2013, unos investigadores rusos encontraron en una isla frente a la costa norte de Siberia, un cadáver de un mamut hembra. Pareciera ser un descubrimiento de rutina, ya que no es el primer ejemplar entero que se encuentra en el territorio de Rusia.
Sin embargo, este espécimen difiere de los demás por tener tejidos blandos, e incluso sangre líquida, bien conservados. Esto dio un fuerte impulso en otros estudios sobre el genoma del mamut, y algunos científicos sugirieron la posibilidad de clonar a estos animales prehistóricos.
3. El sello del profeta Isaías
En 2018, la arqueóloga Eilat Masar escribió un importante artículo para una revista científica donde informó que uno de los sellos de barro encontrados durante sus excavaciones en Israel le pertenecía al profeta Isaías, el cual supuestamente vivió en el siglo VII a. C., y que es muy venerado en las religiones cristiana y judía.
No hay duda de que el nombre que aparece en el sello es Isaías, sin embargo, es difícil leer la segunda palabra, ya que el mismo está roto y le falta una letra. Una de las opciones podría ser "profeta". La comunidad científica ya comenzó sus discusiones sobre el tema, lo que indica que tarde o temprano encontrarán la respuesta al dilema.
4. Un acueducto bajo el metro de Roma
No es sorprendente que en las ciudades con mucho pasado se encuentren cosas interesantes durante las construcciones de casas u otros trabajos de ingeniería. Así sucedió en Roma, cuando en 2017, encontraron los restos de un antiguo acueducto al construir una nueva línea de metro. El hallazgo puede tener más de 2,3 mil años.
Según los científicos, es la estructura más antigua encontrada en Roma que se utilizaba para abastecer a la ciudad con agua. El acueducto suministraba 73 mil metros cúbicos por día y fue construido de bloques de origen volcánico. Su longitud es de 16,5 kilómetros, y la mayor parte está bajo la tierra.
5. Un dado de trampa
Los científicos noruegos en Bergen hicieron un descubrimiento poco común: encontraron un dado de madera que tiene aproximadamente 600 años. Tal o cual dispositivo de juego no es un hallazgo raro. Sin embargo, este sí sorprendió mucho a los investigadores.
Lo que pasa es que en las caras del cubo donde deberían ir uno y dos, tiene otro par de cuatro y cinco. Al salir esos resultados, de seguro el jugador quedaría confundido sobre el resultado real del juego.
6. Un pastel que permaneció en la Antártida por más de 100 años
Los científicos de Nueva Zelanda, durante una de sus expediciones a la Antártida, encontraron un pastel de fruta de la confitería británica "Huntley & Palmers".
Según los investigadores, este dulce estaba dentro de las reservas de la parte Norte de la expedición británica "Terra Nova", que se realizó en los años 1912-1913. Los científicos que encontraron el pastel aseguran que se veía bien, sin embargo, no se arriesgaron a probarlo.
7. Los restos de un caballo muerto durante la erupción del Vesubio
Al excavar una villa cercana a Pompeya, los arqueólogos encontraron los restos de un caballo. Los mismos fueron descubiertos en lo que había sido un establo. El animal murió durante la erupción del Vesubio, fenómeno que sucedió en el año 79 a. C., y quedó oculto bajo la capa de ceniza volcánica y tierra por unos 2 mil años.
Para conocer los detalles de la catástrofe, los investigadores introdujeron una solución de yeso en el vacío formado con el cuerpo del caballo. Esto les ayudó a ver la forma del animal y suponer que era un ejemplar de carrera.