Según científicos, los padres que dedican tiempo de calidad a sus hijos durante sus días de trabajo tienen una mejor relación con ellos

Crianza
hace 5 años

El actual ritmo de vida acelerado, la crisis económica, las exigencias laborales, entre otras cosas, han provocado que muchos padres se conviertan en figuras ausentes en sus hogares. Algunos de ellos, probablemente, luego de un día pesado en el trabajo, llegan a casa sin muchos ánimos ni energías, con la única intención de tirarse en el sofá. Sin embargo, la Asociación Americana de Psicología ha publicado los resultados de un estudio en el que se ha comprobado que los padres que se involucran en la vida de sus hijos, incluso solo un rato durante los días de trabajo, desarrollan una mejor relación de apego con ellos.

Genial.guru comparte esta investigación dirigida a mejorar el bienestar entre padres e hijos y, por lo tanto, también el de las familias.

En qué consistió el estudio

Esta investigación psicosocial se enfocó en examinar la relación entre la participación del padre en la vida de su hijo y la seguridad del apego padre-hijo. También estudió si esta presentaba diferencias en función del tiempo (día laborable y no laborable) y del tipo de la participación (cuidado o juego). Esto con el fin de predecir el impacto emocional en los hijos y su apego afectivo con los padres.

Quiénes y cómo fueron los padres del estudio

El estudio consideró a 46 niños (21 niñas y 25 niños) entre las edades de 2 y 3 años y a sus padres. La prueba consistió en una entrevista para los papás en la que se evaluaron sus diversas formas de participación en la crianza, mientras que el apego se evaluó utilizando la técnica AQS (que evalúa las conductas de base segura que el niño desarrolla con su cuidador) durante 90 minutos de observación padre-hijo en el hogar.

Los resultados del estudio

Los hallazgos indicaron que el grado de participación del padre acumula beneficios para el apego dependiendo de la calidad de su paternidad. Es decir, los niños formaron relaciones de apego relativamente seguras independientemente de la cantidad de tiempo que pasaban con ellos, pero solo si el tiempo que se les dedicaba era de calidad o sus padres se mostraban interesados en el juego. Pero, cuando los padres se involucraban de manera no deseable, sin interés de convivencia o juego, había una relación menos segura entre padre e hijo.

En pocas palabras: si los padres demostraban poca emoción positiva, estructura de juego demasiado rígida o control excesivo sobre el niño, entonces la participación del padre resultaba mucho más perjudicial para la seguridad del apego que la cantidad del tiempo invertido. De hecho, la exposición prolongada de un niño a un padre estresado podría impedir la capacidad del infante para relacionar a su progenitor con una fuente de confianza y apoyo desde dónde explorar el mundo.

Qué puede hacer el padre en la crianza moderna

Los resultados de la investigación evidenciaron que es mejor una crianza de calidad que una de cantidad. Por ello, para los padres que viven preocupados por no estar muy presentes en la vida de sus hijos durante los días de trabajo, hay buenas noticias: no todo depende del tiempo. De hecho, la investigación estuvo dirigida a explorar el vínculo padre e hijo y el sentimiento de seguridad generado por este a través de la comprensión de la naturaleza de la relación, la dinámica, el juego, la participación, la intuición, etc.

¿Cómo crees que debería ser el vínculo afectivo entre padre e hijo? ¿Cuál piensas que es más importante a la hora de establecer una relación de apego con el niño: calidad o cantidad de tiempo? ¡Queremos saber tu experiencia y tus comentarios!

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Los niños lo que más necesitan y valoran es la atención de los padres y el tiempo que pasan con ellos

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