Pareja de ancianos expulsada a traición de su casa por su propio hijo y su nuera
En la vejez es necesario cuidar de la salud. Por eso, las personas mayores deben vivir bien y tener todas sus necesidades cubiertas. Lamentablemente, este no fue el caso de una pareja de ancianos, quienes de un día para otro fueron echados de su casa y quedaron en la calle. Por fortuna, los vecinos del barrio se unieron para ayudarlos y están buscando una manera de que puedan recuperar sus pertenencias y su hogar.
Todo comenzó cuando esta pareja salió a hacer compras. Lo que era una rutina habitual pronto se convirtió en una pesadilla tras hallar que las puertas de su hogar se encontraban cerradas. Intentaron entrar, pero habían cambiado las cerraduras. Fue así como se dieron cuenta de la triste realidad: su hijo y su nuera los habían echado de la casa.
El hijo ni siquiera les dejó sacar sus pertenencias, por lo que prácticamente tuvieron que retirarse con lo que llevaban puesto. Según algunos medios, la pareja se dedicaba a la artesanía, pero todas sus herramientas quedaron dentro de la casa, así que perdieron el único sustento con el que podrían ganarse la vida.
Según cuentan los vecinos, los ancianos viven dentro de un coche antiguo, en donde colocaron mantas, cartones y unos pocos utensilios. Ya llevan más de dos semanas ahí y viven de la caridad de sus vecinos, quienes les dan comida y abrigo.
“Ellos tenían su vivienda con título”, le explicó una vecina de la zona a un reportero. “Después de hacer unas compras, cuando volvieron les dijeron ’acá no entran más’ y les clausuraron todo. Están incomunicados, en situación de calle”.
El presidente de la comisión vecinal también intervino en el asunto, debido a la nula atención que las autoridades le dieron al caso. “Los vecinos tratamos de ayudarlos con abrigos, alimentos, también asistimos en el tema de sus necesidades, algunos los hacen pasar al baño”, explicó a los medios.
Además, señaló que la pareja de ancianos cobraba una pensión y que la nuera se apropió del dinero de su suegra. Así es que tanto él como los demás vecinos que se solidarizaron con los ancianos concluyeron que fueron echados por la ambición de su hijo y su esposa.
Estos son casos en los que los familiares tóxicos pueden hacer verdaderamente daño. Pero la solidaridad de los vecinos es lo que los llevó a seguir resistiendo. La comunidad se encuentra pendiente para garantizar que recuperen su vivienda y logren superar su infortunio.