“Parezco una gárgola”, mujer advierte sobre los riesgos de los rellenos faciales

Andrea, una mujer de 60 años, ha compartido recientemente su experiencia con los rellenos faciales, ganándose la admiración de muchas personas por su valentía y determinación. Al hablar abiertamente sobre su historia, ha generado un debate sobre la importancia de tomar decisiones informadas antes de llevar a cabo cualquier cambio en la apariencia.

Su testimonio es un recordatorio poderoso de la necesidad de reflexionar antes de someterse a estos procedimientos, destacando la importancia de la autoconciencia y una investigación exhaustiva. La sinceridad y el coraje de Andrea no solo ayudan a otros a cuestionar sus propias elecciones, sino que también fomentan la confianza en la individualidad.

Su mensaje es una prueba del impacto positivo que puede tener compartir experiencias personales y abrir el diálogo sobre estos temas.

Una mujer llamada Andrea, de 60 años, fue a una clínica para aumentar su busto, pero terminó haciéndose rellenos faciales

En diciembre de 2021, Andrea visitó la clínica de estética Reshape U, en Hull, para someterse a un procedimiento conocido como “lifting mamario líquido”, un tratamiento en el que se inyectan rellenos para aumentar el tamaño del busto.

Dos meses después, regresó a la misma clínica y fue persuadida para probar los rellenos faciales. Este procedimiento implicaba el uso de ácido hialurónico, una sustancia comúnmente utilizada para suavizar arrugas y dar volumen a la piel.

Sin embargo, tras someterse al tratamiento, Andrea sintió de inmediato que algo no estaba bien y los resultados no fueron los que esperaba.

El procedimiento salió terriblemente mal, y Andrea tuvo que reunir toda su fortaleza para afrontar su decepción

Dos años después de someterse a procedimientos estéticos, Andrea cubre su rostro cada vez que sale de casa, temiendo que la gente se burle de ella. La experiencia la ha dejado profundamente acomplejada y luchando con las secuelas de los tratamientos. Sin embargo, con valentía, decidió compartir su historia para advertir a otros sobre casos como el suyo.

“Veo una gárgola... algo horrible, repugnante”, confesó en una entrevista. “Vivo una pesadilla todos los días”.

Andrea asegura que tomó todas las precauciones necesarias para verificar la reputación de la clínica antes de someterse a los procedimientos. Se sintió tranquila al leer en su página web que Reshape U había ganado el premio a la “Mejor Clínica de Estética en Yorkshire en 2022” en los England Business Awards.

En la clínica, Andrea fue tratada por Sean Scott. Publicaciones en redes sociales de Reshape U y de una cuenta relacionada, Faces by Sean, lo mencionaban en ese momento como “Dr. Sean Scott, Director Clínico”. Incluso, en videos publicados en enero y abril de 2023, se podía ver una placa en la puerta de su consultorio con el título “Dr. Sean Scott, hPhD, Director Clínico”.

Andrea destapó el lado menos glamuroso de la industria de la belleza y podría haber evitado que muchas personas cometieran un error

No obstante, una investigación de la BBC reveló que Sean Scott no tiene formación médica. Se descubrió que compró un doctorado honorario en línea y exhibía el certificado en su clínica.

“Confié en todo lo que me dijo... porque parecía saber de lo que hablaba, era el doctor”, admitió Andrea.

Muchas personas prefieren mantener en privado sus experiencias negativas con tratamientos estéticos, por miedo al juicio o a las reacciones de los demás. Sin embargo, Andrea ha demostrado ser una mujer excepcionalmente fuerte y resiliente al hablar abiertamente de su historia. Ella comprende el valor de compartir su experiencia, no solo para sí misma, sino para ayudar a otros que podrían enfrentarse a situaciones similares en el futuro.

Su decisión de romper el silencio refleja su empatía y su deseo de proteger a otros. Su valentía nos recuerda que la honestidad y la transparencia pueden generar conversaciones importantes y empoderar a las personas para priorizar su bienestar y confianza en sí mismas.

Los expertos médicos opinan sobre el caso de Andrea y lo consideran impactante

Sean Scott afirmó que Andrea había recibido tratamientos en otras clínicas, incluyendo una que dañó su piel. Sin embargo, ella sostiene que solo se había realizado un relleno facial en otro lugar tres años antes, sin complicaciones.

Antes de abrir Reshape U en 2019, Scott trabajó durante 33 años como tatuador y fundó la Yorkshire Aesthetics Training Academy. Durante 10 meses, Andrea acudió a más de 30 citas con él para inyecciones de rellenos, bótox y hilos tensores, gastando miles de libras al vender sus joyas y pedir préstamos. A pesar de todo, sus reacciones adversas empeoraron con el tiempo.

En octubre de 2022, Andrea fue hospitalizada por una inflamación severa. Cartas de cirujanos plásticos revisadas por la BBC confirmaron que sus problemas fueron causados por los procedimientos a los que se sometió.

Un experto en estética que evaluó su caso posteriormente sugirió que sus cicatrices probablemente fueron provocadas por una infección. Si bien las infecciones pueden ocurrir tras procedimientos cosméticos, son poco frecuentes cuando se realizan en un entorno limpio y con las técnicas adecuadas.

Andrea demuestra que la verdadera belleza no puede ser alterada por ningún médico ni por experiencias negativas

Andrea afirma que ha quedado marcada tanto física como emocionalmente. Sufre dolor facial constante y ha sido diagnosticada con trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, a pesar de todo lo negativo de la situación, ha demostrado que hay algo que ningún falso médico puede destruir: la belleza interior de una persona.

“Jamás volvería a hacerlo y nunca se lo recomendaría a nadie”, declaró Andrea.

Su testimonio sincero nace de un deseo genuino de ayudar a otros a mantenerse a salvo y evitar experiencias similares. Su valentía para hablar demuestra su fortaleza, su determinación y su aceptación personal, cualidades que inspiran admiración y merecen el más profundo respeto.

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