Por qué criar a una buena chica puede ser uno de los errores más cruciales que un padre puede cometer

Psicología
hace 4 años

Hay padres que se esfuerzan por criar a la hija perfecta. Una persona respetuosa, amable y que asuma el papel de la “chica ideal”, como lo dicta la sociedad. Pero entrenar a una mujer para que sea esa persona impecable a lo largo de su vida puede ser contraproducente y tener resultados devastadores e incluso dañinos.

Genial.guru cree que la amabilidad es necesaria en el mundo y que puedes recorrer un largo camino con ella, pero debe usarse con cuidado y precaución. A continuación, encontrarás 7 razones del porqué:

1. Construir relaciones duraderas puede ser difícil para ella

Todos quieren un amigo cariñoso. Pero si una mujer se enfoca en complacer a las personas, es probable que sus amigos se aprovechen de ella y solo se acerquen cuando necesiten su ayuda. Por lo tanto, las relaciones podrían volverse falsas y un callejón sin salida.

Cuando se trata de relaciones románticas, incluso pueden volverse pesadas e infelices, o peor aún, abusivas.

2. La gente podría no creerle

Al ser demasiado desinteresada, la muchacha podrá parecer poco confiable. Esto se debe a que otros pueden sentir que hay un motivo oculto detrás de su amabilidad involuntaria y comenzar a cuestionarla. No solo será tratada con sospecha, sino que puede ser vista como débil por estar siempre subordinada a los demás y no tener voz propia.

3. No tendrá tiempo para sí misma

Hay un refrán que dice que debes “ayudarte a ti mismo primero, antes de ayudar a los demás”. Lo que pasa con las personas agradables es que tienden a poner a otros antes que a sí mismas. Si acostumbras a criar a una pequeña princesa perfecta y desinteresada, ella hará todo lo posible para tratar de servir y complacer a otras personas. En consecuencia, no será amable consigo misma y se olvidará de cuidarse como se merece, lo que puede provocar agotamientoenfermedades.

4. Puede ser fácilmente manipulada y puesta en peligro

Ser demasiado compasiva y afectuosa con todos puede hacer que tu hija sea ingenua y ciega cuando se trata de situaciones perjudiciales y avances inapropiados. También es una oportunidad para que las personas la controlen y aprovechen su amable corazón y capacidad para complacer a todos. El deseo constante de ayudar a los demás puede ponerla en peligro de ser acosada y de ser incapaz de decir “no”.

5. Puede que no llegue muy lejos en su carrera

Una observación mostró que las mujeres mayores tienden a lamentar “millones de oportunidades perdidas” sin ninguna razón. Otros estudios han revelado que ser demasiado amable puede “no ser agradable en absoluto,” en lo que respecta a los negocios y a la carrera profesional. Una persona inmensamente amable querrá atender las necesidades de los demás, olvidando concentrarse en sí misma y en sus objetivos profesionales. Centrarse en hacer que otros triunfen no le permitirá alcanzar su máximo potencial y cumplir sus sueños.

6. Puede caer en malos hábitos

Complacer a las personas y hacerlas felices puede convertirse en una adicción y puede ralentizar cualquier esfuerzo por ser independiente. Servir en exceso a los demás puede conducir a otros actos poco saludables y formas de adicción, como comer en exceso, gastar descontroladamente y dar en exceso, lo que constantemente agotará a la persona y la pondrá en peligro.

7. Puede tener problemas de salud mental

El acto de entrega constante puede resultar agotador. La persona puede esconder su cansancio y tristeza detrás de pequeñas sonrisas, porque siempre da, pero no recibe. Al guardarse todo para ella, esta puede volverse víctima de la ansiedad, depresión y otros comportamientos adictivos, los cuales podrían convertirla en una esclava de la infelicidad.

¿Crees que exista tal cosa como ser demasiado amable? ¿Eras esa niña que fue criada para ser cordial en todo momento? ¿Qué problemas y dificultades experimentaste y experimentas en la adultez debido a eso? Cuéntanos en los comentarios a continuación.

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