Por qué nuestro estómago hace ruidos y cómo podríamos manejarlo
A veces, cuando nos encontramos en un lugar público y estamos rodeados de muchas personas, nuestro estómago nos traiciona, y como si quisiera que realmente pasemos vergüenza, comienza a emitir sonidos tan fuertes que cualquiera que esté a nuestro lado es capaz de percibirlos. Aunque estos sonidos la mayoría de las veces suelen ser normales, son los causales de que nuestra cara se ponga tan colorada como un tomate y pensemos: “trágame tierra”.
Por este motivo, en Genial.guru, queremos mostrarte qué es lo que causa estos “gruñidos” tan terribles y de qué manera se podrían evitar.
Importante: este artículo es solo para fines informativos. Siempre contacta a tu médico en caso de emergencia o ante cualquier problema de salud que tengas.
Por qué se producen los sonidos estomacales
Los sonidos retumbantes o gruñidos estomacales, son una parte normal de la digestión, siempre y cuando no vengan acompañados de síntomas gastrointestinales, como dolor, náuseas o hinchazón excesiva. Generalmente, está asociado al hambre, a las digestiones lentas o incompletas, o al consumo de determinados alimentos. Sin embargo, estos ruidos no siempre ocurren en el estómago, ya que también pueden provenir del intestino delgado o grueso.
Como los intestinos son espacios huecos, los sonidos que emanan de ellos, mientras ocurre la digestión, suelen ser similares a los sonidos del agua moviéndose a través de las tuberías.
Qué causa los ruidos estomacales
Lo más probable es que cuando el estómago emite sonidos, esté relacionado con el movimiento de los alimentos, líquidos, jugos digestivos y aire que se encuentran en los intestinos. Una de las razones más comunes de los “gruñidos” estomacales es el hambre. Porque cuando tenemos hambre, se activa el deseo de comer, que luego envía señales a los intestinos y al estómago. Como resultado, los músculos del sistema digestivo se contraen y producen estos sonidos.
Otras razones que pueden causar dichos sonidos, pueden ser:
- Productos lácteos: Las personas que son intolerantes a la lactosa tienen dificultades para digerirla. Ella es el principal carbohidrato de azúcar de los productos lácteos. Al consumirla, suelen tener estos ruidos molestos.
- Legumbres: Los alimentos como los frijoles, los guisantes, las lentejas y los cacahuates, tienen carbohidratos que son difíciles de digerir para algunas personas.
- Verduras crucíferas: El coliflor, el repollo, la col rizada, el brócoli y otras verduras de hoja verde oscuro, pueden ser más difíciles de descomponer para el sistema digestivo.
- Endulzantes artificiales: Las bebidas dietéticas, los chicles y dulces sin azúcar que contienen azúcares artificiales, como sorbitol y fructosa, pueden ser más difíciles de digerir.
- Crecimiento excedente de bacterias: Cada uno de nosotros, tenemos millones de bacterias saludables en nuestras entrañas que ayudan a descomponer y absorber los alimentos que comemos. Este proceso libera gases de hidrógeno y metano, que pueden causar un aumento de los sonidos intestinales.
Cómo reducir los ruidos estomacales
Si bien, los ruidos que producen el estómago y los intestinos son parte de la digestión normal, hay momentos en que los sonidos sordos pueden ser una fuente de vergüenza si nos encontramos rodeados de personas. Para reducir dichos “gruñidos”, aconsejamos:
- Tomar agua, puede ayudar a prevenir que se desencadenen los gruñidos estomacales, ya que al beber agua lentamente amortiguaría el sonido, y además llena un poco el vacío del estómago.
- Masticar lentamente la comida, reduce la cantidad de aire que ingresa por la boca, evitando los gases y problemas digestivos. Además, la digestión comienza en la boca al masticar correctamente los alimentos. Comiendo más despacio, se pueden prevenir los sonidos.
- Tener un snack siempre a la mano, a veces, por falta de tiempo o por diferentes motivos, pasamos mucho tiempo sin ingerir algo, por lo que el estómago queda vacío por muchas horas y
los gruñidos pueden indicar que es hora de volver a comer. Por esto, contar con un refrigerio puede calmar temporalmente los sonidos.
- Tratar de no consumir alimentos y bebidas que provoquen gases. Como ya sabemos, algunos alimentos pueden desencadenar sonidos estomacales más que otros. Evitarlos podría resolver el problema, pero eliminar algunos de esos productos de a poco, podría ayudar a identificar cuál es la fuente del exceso de gases y ruidos intestinales.
- Las intolerancias alimentarias a ciertos alimentos. Conocer cómo nuestro cuerpo reacciona a algunas sustancias es muy importante para nuestra salud. Por ejemplo, aproximadamente el 65% de las personas, tienen dificultad para digerir la lactosa. Pero solo los individuos que reconocen que padecen esto, son los que evitan consumir alimentos con lactosa. Entonces, la mejor manera de controlar una intolerancia alimentaria es no consumir comida que provoquen los síntomas, identificando primero cuáles serían.
La ansiedad puede afectar la digestión, por lo tanto, provocar ruidos molestos
A veces, cuando despertamos por la mañana, podemos llegar a sentir molestias estomacales. Esto produce que internalicemos la preocupación de cómo manejaremos los quehaceres y actividades diarias. Entonces, aumenta el estrés afectando el movimiento, la función y causando probablemente síntomas gastrointestinales.
¿Qué sueles hacer cuando estás en un lugar público y te suena el estómago? ¿Cuáles alimentos tu cuerpo no recibe del todo bien?