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¿Qué pasa si tu bebé comienza a sofocarse? ¿Cómo puedes ayudarlo? Las primeras clases de habilidades de primeros auxilios tuvieron lugar en el siglo XIX. Sin embargo, pocos sabemos cómo realizar esas técnicas de manera efectiva.
A pesar de que los niños suelen estar bajo la supervisión de los adultos constantemente, un objeto extraño puede entrar por su garganta con bastante facilidad. La provisión de primeros auxilios es una habilidad especial que todos pueden aprender y que deberían tomar en cuenta para saber qué hacer en situaciones como esas.
Genial.guru quiere llamar tu atención sobre cómo comportarse ante una emergencia por asfixia.
Existen diferentes signos de asfixia.
Si un niño respira, pero también tose, esto significa que hay una superposición parcial de las vías respiratorias. El pequeño necesita continuar tosiendo para eliminar el objeto atascado. El vómito también es posible debido a los reflejos del cuerpo causados por el objeto extraño en la laringe. Estas reacciones naturales del cuerpo ayudarán a despejar la garganta del niño sin interferencia o técnicas especiales.
El jadeo es una cosa totalmente distinta. Si un niño repentinamente deja de toser, de gritar, o de hacer cualquier otro sonido, significa que algo ha bloqueado sus vías respiratorias. Los sonidos difusos o la apertura silenciosa de la boca también pueden indicar ahogo.
El cambio repentino de la piel a un tojo azulado o rojo brillante, la incapacidad de inhalar y la salivación activa son señales claras de que la persona se está sofocando. En algunos casos, inclusive es posible perder la conciencia.
Para poder ayudar al niño, debes calmarte. No entres en pánico e inmediatamente llama a una ambulancia. Comienza a llevar a cabo el procedimiento de rescate antes de la llegada del doctor.
No trates de alcanzar el objeto atascado solo con tus manos. Esto pudiera empujarlo más profundamente en el tracto respiratorio. Retira la cosa de la boca solo si puedes verla.
Con mayor frecuencia en la infancia, los bebés se ahogan con la comida o cuando ellos regurgitan. El riesgo de que un niño se asfixie y empiece a sofocarse ocurre cuando tienen mucha hambre debido a interrupciones prolongadas en la alimentación, o también pudiera ser que la madre tiene mucha leche y el bebé no puede tragar con suficiente rapidez. Esto también puede suceder cuando la comida está mal preparada y contiene pedazos o trozos muy grandes.
Existen varios métodos que ayudarán a salvar la vida de tu hijo en una situación como esta.
Para niños mayores, necesitarás llevar a cabo diferentes procedimientos de rescate.
Si el niño está acostado y no hay oportunidad de alzarlo, debes actuar de manera diferente. Coloca al pequeño sobre sobre su espalda y siéntalo sobre tus rodillas, con sus caderas mirando hacia su cabeza. Coloca tus manos una encima de la otra y presiona bruscamente debajo del pecho, con un movimiento deslizante hacia la cabeza. Repite hasta que el objeto extraño abandone la garganta del niño.
Si la respiración del niño no se ha recuperado o ha perdido el conocimiento después de quitar el objeto extraño que ha estado atascado, debes darle respiración artificial y masaje cardíaco indirecto. Recuerda que estas técnicas difieren para infantes y para niños mayores.
Para minimizar el riesgo de asfixia o sofocación, puedes realizar acciones simples.
Incluso hasta los adultos pudieran sufrir de asfixia. Pero siguiendo estas simples reglas, protegerás efectivamente a tus hijos.
Esperamos que nunca necesites usar estos procedimientos de rescate. Pero, sin embargo, es muy importante conocerlos. Si sabes de otras técnicas para evitar que un niño se ahogue, cuéntanos sobre ellas en los comentarios a continuación.