¿Qué pasaría si despertaras en un animé?
¿Qué sucede? Todo está borroso. No recuerdas qué pasó la noche anterior. Lo único que recuerdas es que te quedaste dormido en el sofá tras un día agitado de trabajo. Te frotas los ojos, te levantas y miras a tu alrededor. Estás en un pequeño estudio lleno de baratijas y objetos extraños. Hay una cocina pequeña junto a la puerta y un pequeño baño. Te lavas la cara y, cuando te miras en el espejo, gritas. Te das cuenta de que estás gritando demasiado y te tapas la boca con las manos. Tus ojos en el espejo son anormalmente grandes, y tu piel y tu pelo son perfectos. Te tocas la cara para comprobar si es real.
Puedes oír a algunas personas hablando en algún lugar fuera de tu habitación. Te sientas en la cama y piensas qué puedes hacer. Miras por la ventana, el paisaje hace que tu cabeza dé vueltas. Te encuentras con una vista magnífica de una ciudad futurista desde lo alto. Es probable que estés alojado en uno de los rascacielos más altos de la zona. Está lloviendo a cántaros, pero la lluvia parece perfecta: no hay viento que la haga cambiar de dirección. Alguien llama a tu puerta. Te agachas para esconderte. La otra persona mueve el picaporte y dice algo en un idioma que parece... ¿japonés? No entiendes qué dice. Miras a través de la mirilla: hay una mujer con un atuendo raro. Su cabello es sorprendentemente rosa. “No parece una amenaza. Quizá me ayude”.
Intentas abrir la puerta, pero no lo consigues. ¡En ese momento, la mujer abre la puerta a la fuerza! Entra a toda velocidad, derribando algunas cosas en el proceso. Vuelas por la habitación y aterrizas en tu cama. Ella no para de hablarte. Intentas prestar atención, pero unas extrañas líneas y figuras que flotan alrededor de su cabeza te distraen. La mujer se interrumpe y, a juzgar por su entonación, te hace una pregunta, pero no respondes. Se enfada. Sus ojos cambian de forma y su boca se abre de par en par.
Te toma de la mano y corre por los pasillos del edificio. Todas las habitaciones parecen iguales, se trata de un pasillo bien decorado. Hay una ventana al final... y no hay escaleras. Nada tiene sentido. Ella atraviesa la ventana (sin soltar tu mano) y vuela por encima de un abismo para aterrizar en otra azotea. Gritas lleno de terror. Miras hacia atrás, hacia el edificio que acabas de abandonar, y ves a un grupo de hombres vestidos de negro y con máscaras espeluznantes. Por suerte, no se lanzan detrás de ti. El más grande debe ser el líder: está de pie en el centro, mirándote desde su espeluznante máscara. La chica y tú se dirigen a una calle más apartada. Ella sigue hablándote en japonés, hasta que finalmente se da cuenta de que no la entiendes. Deja de hablar y se limita a sonreírte. Tú la miras confundido. Le preguntas por las personas que te persiguen en español, y ella te responde que no son buenos. No logras entender el resto.
Te cuenta un poco de su historia. A juzgar por lo poco que entiendes, creció en la calle y tuvo que sobrevivir con restos de comida. Después de un tiempo, comenzó a hacer algunos trabajos para diferentes personas para ganar algo de dinero. Ahora es una de las carteristas más conocidas de toda la ciudad. Estás confundido. No sabes por qué la acompañas o si te está diciendo la verdad. Intentas hablarle, pero apenas te entiende. En cualquier caso, estás atrapado con ella hasta que encuentres una forma de escapar. Ahora se encuentran en una plaza llena de gente y puestos de comida callejera japonesa. La chica y tú intentan pasar desapercibidos. Sigues sin saber adónde se dirigen. Toda esta deliciosa comida hace que tu estómago ruja. De pronto, notas que varios hombres con máscaras te siguen.
La chica toma tu mano con fuerza y acelera el paso. Ahora están frente a ti, intentan rodearte. Ella abre un agujero en la alcantarilla y entran en él. El olor insoportable no te deja respirar, hay ratas por todas partes. La chica te lleva por un túnel estrecho, y terminan en un lugar que parece un pequeño departamento. “Aquí estaremos a salvo por ahora”, dice. ¡Te das cuenta de que comienzas a entenderla! Te sientas mientras ella cierra la puerta con llave y mira a través de unas cámaras. Los hombres no encuentran la entrada a su escondite. Deja escapar un suspiro de alivio y se relaja. Te explica que tú eres quien los llevará a la victoria: eres el elegido. Le dices que no sabes quién eres ni cómo llegaste aquí. Confundida, comprende que dices la verdad. Pero es demasiado tarde para que te vayas: los hombres ya conocen tu cara. No serán amables contigo.
Te explica que hay un grupo de personas que debes conocer, pero se encuentran bastante lejos. Por la mañana retomarán el viaje. Al día siguiente, te prepara un buen desayuno y emprenden la marcha. Es más seguro viajar durante el día: hay demasiadas personas que podrían ser testigos en caso de que les ocurra algo; la estrategia es esconderse a plena vista. Se suben a una carreta tirada por una criatura similar a una vaca. Un tiempo después, entran a un bosque. Los árboles son altos, y sus hojas son muy grandes. El suelo es oscuro, pero está cubierto de cientos de flores de colores. Llegan a un punto donde deben dejar la carreta y seguir a pie. Mientras pasean por la espesura, ves a algunas criaturas mágicas caminando y volando. Finalmente llegan a su destino, una bonita cabaña que parece desierta. La chica llama a la puerta de una forma específica, y la puerta se abre.
Tú y tu amiga entran. De pronto, todo se vuelve oscuro. Durante un buen rato, no logras ver ni oír nada. Una vez que llegas al final del pasillo, ves a unas personas vestidas con trajes extraños y preparadas para luchar. Parecen listas para lo que sea. La chica les explica que eres el elegido y que no recuerdas nada. Tú solo piensas una cosa: “Esto no puede ser cierto... Yo no soy nadie. Lo único que sé es que no pertenezco a este lugar. Y no puedo confiar en ellos. No puedo confiar en nadie en este extraño mundo. Debo encontrar una manera de escapar. ¿Pero cómo?”. Miras a tu alrededor. Una mujer con una capucha en una esquina oscura parece entender tu monólogo interior. Mantienes el contacto visual con ella. No puedes apartar la mirada, es como si estuviera en tu cabeza.
De alguna manera te revela un mundo en ruinas. Eso es lo que pasará si no te unes a ellos. Vas al centro de la sala y les dices que estás listo para ser su líder. Las personas que te rodean se entusiasman y elaboran un plan. Regresan a la ciudad. Sus habitantes están en medio de una celebración. Hay muchos hombres enmascarados patrullando las calles. Tú y tu equipo se reúnen detrás de un edificio para discutir adónde deben ir. La chica señala el edificio donde te encontró. Estás confundido. Te dicen que ese es el cuartel general al que deben entrar. Se separan. Tú y la chica se quedan en el suelo mientras el resto del grupo se dirige a la azotea. Hay hombres enmascarados por todas partes, así que te pones un disfraz para pasar desapercibido. Hasta ahora, todo en orden. Logras atravesar la primera línea de guardias, pero la siguiente parte del plan es más difícil. Para ingresar al edificio, es necesario pasar por la seguridad. Uno de tus compañeros en la azotea provoca un alboroto que llama la atención de los guardias, y la mayoría abandona su puesto. Gracias a esa distracción, tú y la chica logran atravesar la segunda línea de guardias.
Ya estás dentro del edificio, listo para acabar con el líder. Le preguntas a tu compañera por qué regresaron, por qué este edificio es tan importante. Te dice que te habían tomado como rehén y que tuvo que sacarte de allí. Por desgracia, la misión no funcionó la última vez porque el líder no estaba cuando ella ingresó. Pero, después de tu rescate, la seguridad se endureció. El edificio es enorme por dentro. Te sientes raro, como si hubieras vivido aquí en otra vida. Ya nada parece real. Volteas para mirar a la chica, pero ya no está. Uno de los enmascarados te encuentra y te persigue hasta que terminas en un callejón sin salida. El líder de los enmascarados se acerca a ti y te llama por tu nombre. Te dice que la chica que te trajo aquí te ha traicionado. Estás confundido, no sabes en quién confiar. De pronto, una voz dentro de tu cabeza dice algo, y todo se vuelve oscuro.