¿Qué pasaría si una niebla espesa cubriera todo el planeta?
Día uno. El grito de un vecino te despierta por la mañana. Él vive en una casa frente a la tuya, y a menudo hablan desde sus ventanas abiertas. Ahora está llamándote por alguna razón, su voz suena preocupada. No para de gritar. Sales de la cama molesto y te asomas por la ventana. Estás a punto de gritarle que te deje descansar en paz. Pero, en cuanto abres la boca, te quedas congelado: no puedes ver a tu vecino al otro lado.
De hecho, no puedes ver nada. El cielo, los árboles, la calle, las personas, los autos... todo fue absorbido por una niebla gris. Es tan espesa que no ves más allá de unos 3 metros. Tomas un palo para selfis y extiendes la mano: no alcanzas a ver el extremo que tiene tu celular.
Tranquilizas a tu vecino, le dices que todo está bien y enciendes la televisión. Todos los canales de noticias informan que anoche una niebla cubrió el planeta entero. Nadie conoce las causas exactas de esta anomalía. Los científicos de todas partes del mundo están intentando... Apagas la televisión y sales para verlo con tus propios ojos.
Fuera de tu casa, te encuentras con una manta gris y densa. Solo puedes ver el camino bajo tus pies y oír los ruidos de la ciudad. Caminas lentamente por la calle. Las voces humanas hacen eco, como si provinieran de otra realidad. Las siluetas de las personas emergen repentinamente de entre la niebla y desaparecen en instantes. Escuchas el claxon de un auto a tu izquierda: un camión pasa a centímetros de tu cara y desaparece. Luego, escuchas que se detiene.
Alguien grita fuerte y llama a su madre. Pisas las ramas de un árbol caído que un auto derribó. Sirenas de ambulancias, cristales rotos. Varias personas pasan junto a ti y te empujan. No ves el fin de la calle y tropiezas. Decides regresar a casa, pero no encuentras el camino, así que usas un navegador.
Las personas instalan faros potentes en los automóviles para conducir por la ciudad nebulosa. Sin embargo, las calles están llenas de enormes embotellamientos a diario. Los sistemas de GPS se interrumpen, ya que los satélites no pueden obtener una imagen clara. La niebla no se vuelve más ligera, y tampoco se va.
Hay escasez de linternas y ropa abrigada en las tiendas. Por más que sea verano, hace frío. La niebla es una corriente fría de aire que desciende sobre las aguas cálidas o las superficies terrestres. Cuando el aire cálido se combina con corrientes de aire frío, comienza a enfriarse y a emitir vapor. El aire se vuelve húmedo y la niebla aparece. En pocas palabras, la niebla es una nube que vuela cerca del suelo, lo que produce una caída de la temperatura.
Los cines al aire libre están cerrados, todas las fuentes de la ciudad están apagadas. Los habitantes urbanos están mudándose a aldeas cerca de la naturaleza. Es imposible salir de la ciudad rápido. Los enormes embotellamientos y el riesgo de estrellarse contra otro auto desaceleran el proceso. Unas pequeñas gotas de agua son liberadas hacia la atmósfera debido a la niebla. Luego, las partículas de polvo se adhieren a ellas, lo que hace que la niebla sea aún más densa.
Gases de escape, tierra, hollín, toneladas de polvo de calles y caminos... La ciudad está llena de todo esto. El polvo se vuelve húmedo y tangible, lo que dificulta la respiración. Sales cada mañana y regresas a la noche. Tu ropa y tu piel están cubiertas con una capa de suciedad húmeda. En la calle, sientes que caminas a través de una fina capa de agua. Debido a la humedad y al frío elevados, las personas se enferman con más frecuencia.
La ropa ordinaria se deteriora rápidamente, así que todos se ponen impermeables. Se instalan unas enormes máquinas en la ciudad para calentar el aire, pero esto solo empeora la situación. El aire frío colisiona con una enorme cantidad de aire caliente, y la niebla se vuelve más espesa. El calor no solo proviene de los calentadores, sino también de las plantas de energía. El clima urbano recuerda al de la selva amazónica, donde el calor se mezcla con las lluvias tropicales. Las temperaturas se elevan y el aire se vuelve húmedo.
Vas a la tienda a comprar comida y escuchas el grito de una mujer. Intentas buscar ayuda y sientes que algo trepa a tus pies. Es un ciempiés enorme. Sacudes la pierna y te das cuenta de que hay demasiadas criaturas arrastrándose por las calles. Un escarabajo volador choca contra tu cara. El clima cálido y húmedo es una condición ideal para ciertas poblaciones de insectos.
Las cucarachas, los ciempiés y las arañas y escarabajos de gran tamaño están por todas partes. Ahora, las personas no solo compran linternas e impermeables, también repelentes para insectos. Los apagones se han vuelto algo normal en los edificios. Estás sentado en tu sala. Las luces se apagan repentinamente junto con la televisión, el microondas y la computadora. Oyes cientos de patas pequeñas que corren por las paredes. Tú y los demás residentes huyen de sus casas.
Hay pánico en las calles. Las personas exigen que el problema de la niebla sea solucionado. Los científicos dicen que pronto encontrarán la causa exacta de esta anomalía natural, pero tú no les crees. Planeas dejar la ciudad.
Un mes después. Instalan unos enormes y poderosos ventiladores en las calles. Esto mejora un poco la visibilidad, pero sigue sin ser suficiente. El aire húmedo crea condiciones poco favorables para el funcionamiento de las partes de acero. En poco tiempo, los ventiladores se descomponen y se oxidan. Para disminuir la temperatura del aire, las autoridades apagan la electricidad periódicamente durante varias horas; pero eso no ayuda, ya que sigue habiendo mucho calor que proviene de los autos.
Las personas siguen abandonando la ciudad. Llevas casi cinco días atorado en la fila del tráfico, y por fin logras salir. Conduces por una autopista larga. Las casas y las calles sucias quedan atrás, pero la niebla no ha desaparecido. Aquí afuera no es tan densa, pero hace mucho más frío.
Tres meses después. Vives en una aldea, en la casa de tu hermana. Trabajas en una granja, pescas en un lago y cortas leña. Sin embargo, a pesar del aire limpio, tienes problemas para respirar. También has notado que tu hermana y otros aldeanos están de mal humor todo el tiempo. No recuerdas la última vez que sonreíste. Un día, miras el cielo mientras pescas y te das cuenta de lo que sucede: la niebla bloquea el acceso a la luz solar.
Las plantas y los árboles necesitan del sol para hacer la fotosíntesis, absorber el dióxido de carbono y producir oxígeno. Nuestro planeta recibe la mayor parte del aire fresco de las algas y el fitoplancton que se encuentran en la superficie del océano, pero la niebla también llegó allí. El planeta podría quedarse sin sus ya escasas reservas de oxígeno en unos pocos años, y la atmósfera de la Tierra podría perder sus propiedades por completo. Sin el Sol, las plantas no pueden florecer.
Las cosechas están echándose a perder en todo el mundo. Los precios de la comida aumentan, no hay alimentos suficientes para todos. Entiendes que esto podría llevar a una hambruna, así que construyes bases térmicas en la granja y cultivas frutas y vegetales allí. Millones de granjeros en todas partes del mundo comienzan a construir invernaderos a la par que tú. También se están desarrollando enormes instalaciones con una luz artificial superbrillante sobre todos los océanos; esto ayuda a las algas a crear nuevas reservas de oxígeno. Las personas se vuelven más molestas e irritables debido a la falta de sol. Estás sometido al estrés y sientes incertidumbre, como todos los demás.
Recuerdas tu viaje a Noruega y a otros países cerca del polo norte. En esos lugares, la noche polar llega durante el invierno, y en esas épocas las personas pasan meses sin ver el sol. A pesar de eso, se sienten genial: todo gracias a los adornos y a al clima festivo.
Seis meses después. Tú y otros aldeanos han decorado las casas con luces brillantes y guirnaldas. En el centro, construyen un escenario donde se toca la guitarra todas las noches. La sensación de las fiestas y la meditación diaria mejoran el humor de las personas, pero el anhelo por el sol no se va.
Un año después. Los científicos han descubierto que la presión atmosférica del planeta ha cambiado completamente. Todas las nubes del cielo ahora flotan sobre el suelo. Se organizan vuelos hacia las capas inferiores de la atmósfera en todas partes del mundo. Tú también sueles volar allí en un pequeño biplano. Una vez que pasas la niebla gris y húmeda, te encuentras con un sol cegador y un cielo azul.