Qué pasaría si unas hormigas gigantes tomaran tu ciudad

Curiosidades
hace 1 año

“¡Monstruos rojos gigantes! ¡Quédense en casa! ¡Cierren puertas y ventanas!”. El estruendo de un parlante resuena en toda la zona. Saltas de la cama, confundido. El llamado de alerta continúa: “¡Quédense en casa! ¡Monstruos rojos gigantes!”. Sales al balcón y miras hacia abajo. Hay patrullas, ambulancias e incluso camiones de bomberos pasando a toda velocidad con sus potentes sirenas. Las personas corren por la calle y gritan “¡Hormigas!”.

¿Hormigas? ¿Esos pequeños insectos? La hormiga promedio no supera el centímetro de largo. ¿Qué está pasando en la ciudad? De pronto, al final de la calle, la ves: una enorme hormiga roja. Es tan grande como un humano. Camina con seguridad por la acera, meciendo sus antenas de lado a lado, buscando una presa y abriendo y cerrando sus tenazas como si fueran una trampa. Se acerca más y más a tu casa. Levanta su cabeza... y te mira. En un instante, el monstruo salta hacia la pared y comienza a trepar hacia ti. Gracias a sus garras con forma de gancho, las hormigas pueden caminar por superficies verticales. ¡Oh, no! Cierras la puerta del balcón y te escondes detrás del sofá, donde encuentras el control remoto. Enciendes las noticias.

Un reportero aterrado se encuentra en el centro de la ciudad y mira hacia todas partes. Una hormiga roja gigante camina por la calle, arrastrando un árbol. Sus raíces dejan un rastro en el suelo. Un testigo describe algo que le pasó: “Estaba buscando mis galletas favoritas en la tienda. De pronto, dos monstruos aparecieron detrás del mostrador. Tomaron los paquetes de galletas, los abrieron y las devoraron. ¡Fue terrible!”.

Se comieron mis galletas porque las hormigas tienen dos estómagos. El primero sirve para digerir la comida, pero el otro almacena el alimento para ella y sus parientes. Se comunicaban entre sí usando sus antenas. Yo no entendí nada porque nunca estudié ese idioma, tampoco aparecía en el traductor de Google". Los programas de televisión muestran distintas áreas de la ciudad. Las hormigas gigantes están por todas partes. Se mueven en columnas de varios individuos. Algunas trepan por los edificios. Las personas asoman por las ventanas y cierran las cortinas, presas del pánico. Las hormigas arrancan árboles y postes y los llevan a algún destino desconocido.

También se lanzan a la calle y les traen problemas a los autos. Una hormiga del tamaño de un hombre puede alcanzar una velocidad de 55 km/h. Se han reportado varios accidentes automovilísticos. La ciudad está sumergida en el caos, las personas se esconden en sus casas. Y las hormigas no dejan de aparecer. Una entra al centro comercial y, sin detenerse, atraviesa las tiendas de ropa. No le interesan las últimas tendencias. Se dirige a la sección de nutrición deportiva. Mete todos los paquetes de proteína en un canasto y huye.

Las hormigas se reúnen en la calle principal. Arrastran todo lo que puedan levantar (autos, postes, árboles, letreros, semáforos) y lo apilan en un solo lugar. La pila de objetos forma una colina, donde se instala un trono. Una de las hormigas lo trajo del museo de arte local. Y ahora, rodeada por sus guardias, ella aparece en la calle principal. La reina de las hormigas. Se acerca lentamente al trono y se sienta. ¿Cómo pasó todo esto? Comenzó con un hormiguero en medio del bosque. Dos hormigas obreras buscaban comida cerca.

—Oye, Felicia, tenemos que hallar algo delicioso. Si no, la reina nos... Ya sabes, nos expulsará.

—Psss. ¡Olivia, mira! ¿Qué es eso? Parece un envoltorio multicolor. Dice pro... te... ína. No sé qué es, pero imagino que debe ser delicioso.

Las hormigas cargan el paquete sobre su cuerpo y siguen el camino hacia su hogar. Ellas son capaces de levantar un peso cientos de veces superior al suyo. En la entrada de la colonia, los reciben unas hormigas soldado. Dentro de cada hormiguero hay un enorme laberinto con distintas habitaciones. Cerca de la superficie hay un solario, donde pueden calentarse si tienen frío. También hay un área de recreación para que puedan dormir 15 minutos y recargarse. Pero nuestras protagonistas se dirigen al área de almacenamiento de comida. Dejan el paquete y prueban la comida nueva. Es deliciosa. Llevan ese manjar a la reina.

La composición de la proteína hizo lo suyo: las hormigas comenzaron a crecer y, en cuestión de días, alcanzaron el tamaño de un humano. Ahora mismo es de noche. Todo parece tranquilo. Los más valientes salen y van a la tienda más cercana para comprar comida. Tú te encuentras entre esas personas, con un bate y repelente de insectos en mano. De pronto aparecen dos hormigas. Destapas el repelente y las rocías. Las hormigas mueven las antenas, captan el aroma desagradable y huyen.

El ayuntamiento ha organizado una reunión de emergencia. Las cámaras de seguridad registraron que las hormigas llegan del este: echan a los conductores de sus autos y conducen a la ciudad violando todas las reglas de tránsito. Un grupo de hormigas corre por el campo, hasta que se encuentran con un río. Forman un puente viviente para cruzarlo. Las hormigas también aparecen en el transporte público, el metro, las cafeterías e incluso los bares. Un grupo ocupa el gimnasio. Corren sobre las cintas y levantan pesas. El alcalde da un discurso: “debemos combatir estos monstruos. Necesitamos un equipo de control y medidas activas”.

Decides unirte a ese quipo. Las hormigas les temen a las aves, así que ustedes planean un ataque aéreo. Al día siguiente llegan los helicópteros. Toman turnos para hacer ruido sobre la calle principal y asustar a las hormigas. Varias de ellas, las más valientes, forman un grupo y lanzan ácido, que funciona como protección contra los depredadores. Los helicópteros se alejan. La reina ondea una bandera blanca. El control de poblaciones de hormigas y los mejores mirmecólogos son enviados a negociar. La mirmecología es la ciencia de las hormigas. Aparecen con chalecos a prueba de balas y envueltos en mosquiteros. Usando un lector especial de vibraciones, los científicos logran traducir el idioma de las hormigas. La reina toma el micrófono: “Hemos trabajado toda la vida. Se acabó. Estamos cansadas. Nuestra civilización ha alcanzado su tamaño máximo. La biomasa total de las hormigas equivale a la de los humanos. Imaginen si reveláramos el secreto de nuestro crecimiento a las demás colonias: ¡conquistaríamos el mundo! Nuestro cerebro se compone de 250 000 células. ¡Somos lo suficientemente listas como para conquistar cualquier lugar! ¡Y comenzaremos con su ciudad!”.

Durante las negociaciones, tú ingresas a la cámara de comida de las hormigas. Allí encuentras toda la proteína que han acumulado, la fuente de su tamaño y su fuerza. Regresas con el líder del equipo y le susurras algo. Cuando cae la noche, una aplanadora sale del cuartel principal del control de hormigas y se dirige a las reservas de proteínas. Las hormigas soldado intentan detenerla, pero no lo consiguen. El vehículo avanza y aplasta los suministros de las invasoras. El ruido despierta a las demás hormigas. ¡Su proteína ha sido destruida! Comienzan a encogerse más y más, hasta que regresan a su tamaño normal. Algunas logran escapar, pero otras son capturadas, y ahora viven en unas bonitas granjas para hormigas dentro de nuestras casas.

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