Un barrendero siempre soñó con convertirse en contador y a sus 40 lo logró
En las plataformas digitales, se difundió ampliamente la historia de Leonardo Bermúdez, un hombre de 40 años que, tras años de esfuerzo y determinación, finalmente logró realizar su sueño de convertirse en contador público. Su historia ha servido de inspiración para muchas personas, alentándolas a perseguir sus propios sueños y aspiraciones con determinación y pasión.
Desde su infancia, Leonardo Bermúdez tuvo claro su deseo de convertirse en contador. Esta vocación se mantuvo constante a lo largo de los años. Al terminar la secundaria, Leonardo persiguió su sueño junto a su futura esposa, María, quien también se inscribió en la carrera de contador. En medio de la crisis del 2001, abandonaron sus estudios para buscar empleo. A pesar de las dificultades, Leonardo ha trabajado como barrendero en la provincia de Salta durante 18 años, simultáneamente retomando sus estudios universitarios.
Convertirse en padre le dio a Leonardo una motivación adicional para alcanzar su objetivo. A pesar de las largas jornadas laborales y académicas, nunca se rindió. Después de años de esfuerzo y dedicación, logró graduarse con un impresionante 10 en su tesis. A pesar de los desafíos, sigue comprometido con su meta y se niega a rendirse, incluso al enfrentar el desafío de comenzar de nuevo en sus cuarenta años.
“Preparé mi tesis junto a una compañera. Comenzamos a fines de 2020 con una empresa que era el objeto de nuestro estudio. Tuvimos que realizar relevamientos, pero las restricciones nos impedían hacerlo. Tuvimos que esperar a que nos permitieran ir en persona para obtener ciertos datos que no podían enviarse por correo electrónico. Finalmente, logramos concretarlo”, explica. El esfuerzo invertido valió la pena, ya que tanto él como su compañera se sintieron satisfechos y orgullosos del resultado. Además, el tribunal de la tesis los calificó con un 10 de forma unánime.
Fuera de la universidad, encontró un gran apoyo en su familia, su madre, que a los 73 años pudo ser testigo de su gran día, sus compañeros de trabajo, varios amigos, estudiantes y hasta una vecina que conoció mientras prestaba servicio.
La reacción que más lo emocionó fue la de su hija de 9 años, quien se alegró mucho cuando supo que su papá había alcanzado su sueño. “Fue muy importante para mí que ella me viera hacer este esfuerzo, especialmente a mi edad. Quería demostrarle que trabajando duro y dedicándose a los estudios, se pueden lograr cosas increíbles. Creo que ella lo comprendió, y ahora veo esa dedicación en ella misma, especialmente en la escuela, donde es muy responsable con sus tareas”, comenta con ternura y cierta timidez.
Leonardo se encontró repetidamente con los estigmas sociales, las miradas de desaprobación y la descalificación, pero continua con sus planes de ampliar su formación con especializaciones que lo habiliten para postularse como profesor de ciencias económicas, el siguiente escalón en su sueño. Tiene una pasión por la enseñanza y el deseo de educar a través del ejemplo, pero también le gustaría contribuir en el ámbito contable de alguna empresa. “Si alguien se encuentra en la situación en la que yo estuve, enfrentando la decisión de buscar empleo, seguir estudiando o abandonar, me gustaría que, al menos, esa persona decidiera esforzarse por trabajar y estudiar al mismo tiempo, sobre todo si cuenta con el respaldo de su familia, porque siempre vale la pena”
La persistencia, perseverancia y sobre todo las ganas de superarse llevan a algunas personas a no rendirse, a seguir trabajando para lograr y alcanzar todas sus metas, haciendo realidad sus sueños y sus más grandes anhelos.