Un “coach” argentino explica cómo podemos disculparnos de forma positiva siguiendo el método PANDA

Pedir disculpas parece algo sencillo cuando lo sentimos de verdad. Pero no siempre resulta tan bien como esperamos. Esto puede suceder porque elegimos las palabras inadecuadas o porque algo en nuestra actitud no termina de convencer a la otra parte. También ocurre que suele sobrestimarse el valor de una disculpa, según demostró un estudio. Entonces, ¿cómo podemos pedir perdón de la manera correcta? El coach argentino Daniel Colombo lo explica a través de una fórmula llamada PANDA.

En Genial.guru contactamos a Daniel, quien se dedica al área del comportamiento humano desde hace 30 años, para que nos detallara todo sobre la fórmula que puede ayudarnos a disculparnos positivamente. Al final encontrarás un bono para ti.

Qué errores podemos cometer al pedir disculpas

Según explica Daniel Colombo, el acto de pedir disculpas nos hace sentir vulnerables e incompetentes. Por esa razón, la forma en que las pedimos puede resultar torpe e inadecuada. Nos ponemos nerviosos, no miramos a los ojos, nos sonrojamos, no sabemos qué decir o utilizamos un medio nada apropiado para disculparnos: enviamos un frío mensaje de texto.

También puede suceder que no seamos del todo conscientes del impacto que nuestro error causó en la otra parte implicada y nos digamos “no es tan grave”, posponiendo las disculpas. O todo lo contrario, que en el afán de querer sacarnos un peso de encima, escojamos el momento menos conveniente, cuando la otra persona no está lista para perdonarnos.

Entonces, utilizar un método para pedir perdón puede ayudarnos a tomar conciencia de la profundidad de nuestras equivocaciones. Investigadores de la Universidad Stanford sintetizaron la fórmula ideal para disculparse, que abarca 4 puntos. Para tenerla presente podemos recordar el acróstico PANDA. Veamos de qué se trata:

P: Promete que no volverá a suceder y cumple

Muchas personas creen que con decir “Lo siento, ¿me perdonas?” es suficiente. Otras, adornan sus disculpas con palabras que terminan sonando vacías. En realidad, no vale de nada pedir perdón sin primero tomar conciencia del error cometido. Así que, es necesario meditarlo antes de disculparse. Y si prometemos no volver a hacer algo, debemos cumplirlo.

A: Admite que te equivocaste

Aunque sea propio de la condición humana cometer errores, reconocerlo no es nada fácil, porque nos muestra falibles. Y es muy importante ser honestos, sinceros y frontales a la hora de asumir que nos equivocamos frente a otra persona.

Al hacerlo, debemos tener presente nuestro lenguaje verbal, que representa el 10 % de la comunicación, y el no verbal (gestos, postura, tono de voz), que representa el restante 90 %. No sirve de nada decir palabras al pasar para admitir la equivocación si el cuerpo dice otra cosa.

N: No des excusas

Las excusas solo hablan de uno mismo, y, al momento de pedir disculpas, no vienen al caso. La persona que ha fallado necesita reconfortarse internamente, por eso intenta minimizar la situación con frases como: “Es que pasó tal cosa...” o “Esto no hubiera pasado si...”. Este comportamiento resulta evasivo y le quita responsabilidad al infractor. Entonces, si vamos a disculparnos, no hace falta dar explicaciones.

D: Describe cómo podrías reaccionar ante una situación similar la próxima vez

Este es un paso decisivo del método PANDA. Se trata de fijar una línea de acción específica, explicándole a la persona afectada con total claridad cómo vamos a actuar la próxima vez ante una situación similar. Eso significa que hemos aprendido la lección. No se trata de decir “Voy a intentar...”, sino de ser concretos y firmes.

A: Actúa según tu promesa

El ser humano tiende a ser escurridizo a la hora de comprometerse a corregir los errores cometidos y cumplir con la palabra dada. Pero la única manera de cerrar un círculo virtuoso de reconstitución de la confianza es respetando nuestras promesas y actuando en consecuencia. Lo que pensamos, sentimos y decimos debe estar de acuerdo con lo que hacemos para que la persona afectada vuelva sentirse segura a nuestro lado.

Qué podemos hacer si la persona a la que le debemos una disculpa ya no está

Puede que la persona a la que queremos pedir perdón ya no esté físicamente. Sin embargo, es posible hacerlo y recuperar la paz interior siguiendo ciertas pautas recomendadas por el coach Colombo:

• Escribir una carta: traslada tus disculpas al papel con todo detalle y sinceridad, como si estuvieras hablándole a la persona cara a cara. Luego, haz la breve ceremonia de quemar el escrito, imaginando que lo ha recibido.

• Expresar gratitud: esta es una herramienta muy poderosa de sanación y tranquilidad. Agradece por esa situación desafortunada y date la oportunidad de pedir disculpas a la persona que ya no está. Puedes hacer esto al comenzar el día y al acostarte hasta sentir que lo pasado ya no te causa remordimientos.

• Disculparse con un familiar cercano: si hay alguien de la familia dispuesto a escucharte, puedes expresarte como si fuera el afectado. Suele ser algo complicado enfrentarse a un tercero y reconocer un error, pero si la persona sabe recibir y “pasar” las disculpas a su familiar, resultará muy reconfortante.

Bono: Experiencias de personas que han seguido el método PANDA

El coach nos contó dos situaciones en las que el método PANDA funcionó de manera positiva, según su experiencia:

• En el campo empresarial, por ejemplo, no pedir disculpas correctamente afecta la dinámica laboral y sus resultados. Por eso, aplicar el método PANDA ayuda a mantener unidos los equipos de trabajo para que realicen su labor de forma sincronizada.

• En lo individual, el método PANDA puede ayudar a resolver conflictos del pasado que no permiten a la persona desarrollarse por completo en el presente. Por ejemplo, una científica pudo reunirse con un antiguo mentor para pedirle disculpas siguiendo el método. Así logró resolver la situación que la atormentaba y no la dejaba disfrutar de sus logros.

¿Te resulta difícil pedir perdón? ¿Crees que el método PANDA puede ayudarte a hacerlo mejor?