Una madre de dos hijos reveló cómo logra trabajar y cuidar a los niños sin volverse loca en el proceso
Si puedes trabajar, cuidar de tus hijos, mantener una casa en orden y, al mismo tiempo, verte muy bien, quizá seas una superheroína y poseas algunos poderes secretos. La mayoría de las madres actuales que combinan los quehaceres domésticos con el resto de actividades de su día a día, acuden a artículos de los psicólogos y a diferentes foros en busca de ayuda. Pero los consejos de Internet frecuentemente suenan muy ambiguos: “Delega las obligaciones, aprende a manejar el tiempo, combina lo agradable con lo más útil”, entre otros. Una madre de dos hijos, Christine Skoutelas, compartió con el resto de los usuarios de la red determinados trucos que le ayudan a hacer todo y, al mismo tiempo, impiden que sea víctima del agotamiento físico y mental.
En Genial.guru nos parecieron sencillos y entendibles los consejos de Christine, así que los tradujimos y adaptamos para ayudarte a materializar las frases abstractas de Internet y de los libros de ayuda para los padres.
1. “Hay cosas obligatorias y otras no tanto”
“Enfócate en lo más importante”.
Un consejo común que aplica a cualquier situación es el siguiente: “Determina tus prioridades”. Sin embargo, esto solo puede confundir a los padres: por ejemplo, si el sábado das prioridad a la limpieza, significa que no podrás pasar horas extra con tus hijos.
- Determina cosas que no necesites hacer:
“Estoy obligada a trabajar y a pagar las cuentas. Tengo que darle de comer a mi familia y cuidar a mis hijos. Pero no necesito sacudir el polvo de las ventanas todos los días, ni doblar un montón de ropa y ponerla en los cajones. Son mis propias culpas, pero no tengo que obedecerlas. Yo misma debo elegir si gastar mis fuerzas y tiempo en cosas sin importancia”.
- Lo necesario:
“Me di cuenta de que necesito que los platos estén limpios (eso no se discute), pero nadie va a castigarme si los lavo por la mañana (ponerse de acuerdo). Necesito lavar y secar la ropa de los niños el fin de semana (eso no se discute), pero no estoy obligada a planchar todas las prendas, doblarlas y guardarlas (ponerse de acuerdo). No es que no me guste que todo esté limpio e impecable, pero si me ocupo de todo eso a diario, moriré de agotamiento. Por eso hago solo lo necesario”.
- Lo indispensable:
“Elijo 1-2 cosas necesarias para hacer cada fin de semana. Además, realizo 3 tareas constantes cada tarde: limpio la cocina, dejando la mesa de comer limpia, observo si los niños se han cepillado sus dientes y preparo la máquina de café, para levantarme por la mañana y simplemente oprimir un botón para obtener mi desayuno.
Todo lo demás puede ser pospuesto. Por ejemplo, aspirar el suelo no entra en mis quehaceres indispensables. A mí me encanta el orden y mi nueva aspiradora, pero no voy a estresarme por unas pelusas en la alfombra”.
2. “Dedico mi tiempo a lo que me gusta”
“Encuentra tiempo para ti misma”, “No olvides descansar”... Tales consejos se pueden encontrar en foros habitualmente. Pero, al tener tiempo libre, una madre va a la tienda a comprar productos y se dedica a limpiar la casa, y el tiempo de descanso se gasta en otras cosas, ¡menos en relajarse!
- “Dedico mi tiempo a las cosas que me hacen feliz. Es mi vida, ¿cierto? Y yo regularmente me acuerdo de eso. Los padres a veces se tienen que sacrificar, pero eso no significa que tenga que rechazar todo lo que me gusta. Necesito divertirme por separado de los niños, y ellos tienen que entender que eso me está permitido”.
- “Dedico mi tiempo libre a mis pasatiempos y a descansar. Por ejemplo, en mi lista de tareas diarias se pueden ver cosas planeadas tales como “dibujar mandalas”, o “leer un libro”.
3. “Busco cosas que pueda quitar de mi vida”
“Delegar tareas” y “No asumir tanta responsabilidad sobre uno mismo” son consejos que parecen muy abstractos, por lo que muchos padres no los toman en serio.
- “Regularmente evalúo mi productividad y mi nivel de estrés. Cuando entiendo que estoy muy ocupada, veo mi lista de quehaceres y tacho lo que en general puedo dejar de hacer, o encuentro cosas a las que se les puede dedicar menos tiempo. Lo más importante es entender que si has hecho algo durante un largo período, eso no significa que debas hacerlo por siempre”.
- “Aprendí a no explicar las causas por las cuales me niego a hacer cosas. Simplemente le digo a mi jefe: ‘A mí me gustaba hacer x, y, z, pero ahora decidí dirigir toda mi energía a otras cosas’. Y él no necesariamente tiene que saber que eso es dibujar garabatos”.
4. “Gasto menos tiempo en tonterías”
“Di ‘NO’ en ocasiones”.
¿Qué hacer para salir de la crisis “trabajo — casa”? El consejo más popular que se puede leer en Internet con respecto a este tema es el siguiente: “Sal más a menudo”.
- “Rechazo de manera cortés los eventos innecesarios. Si me invitaron a una fiesta especial, como una feria de accesorios hechos a mano, busco los productos a través de internet y, si necesito algo, lo compro en línea. No iré a un evento escolar para reunir dinero, pero si colaboraré con él. Si mis parientes me invitan a una celebración por una razón no tan seria, me costará más rechazarlos. Pero de todos modos pensaré si vale la pena ir, si mi presencia es muy importante, y si tengo ganas de asistir”.
- “Tampoco vale la pena inscribir a los niños a miles de cursos y clases fuera del colegio. Es mejor darles la oportunidad de divertirse de manera autónoma y simplemente descansar. Lo triste es que se diviertan dibujando en las paredes”.
- “A veces siento que los nervios están al límite. Entonces simplemente planeo pasar el fin de semana en casa usando un pijama. Por un lado, puede parecer que no hago nada, pero en realidad paso mi tiempo con mi familia (y, a la vez, recargo mis baterías interiores)”.
5. “La preparación de la comida ocupa menos tiempo que el resto de los quehaceres domésticos”
“Organiza los quehaceres domésticos”, “No hagas nada complicado en casa”. Estos consejos suenan muy atractivos, pero generan una pregunta: “¿Qué hacer para que todos estén satisfechos?”.
- “Hacer de comer es una pesadilla. El fin de semana preparo la mayor parte de los productos para alimentarnos durante una semana. Hago pollo, huevos duros, garbanzos, verduras fritas, cazuela de avena para desayunar, entre otros. Con el paso de los días, mezclo lo que preparé con los productos que hay en casa: arroz, frijoles, verduras frescas, frutas y otros. Almaceno todo en el refrigerador en recipientes separados. Esto ayuda a complacer a mi familia tan caprichosa”.
6. “Yo digo cuándo estoy cansada y qué necesito”
Los foros y los artículos dicen que tienes que hablar con tu media naranja sobre tus sentimientos. Es lógico, pero a muchos les da miedo mostrar su parte débil y consideran que no tienen derecho a cansarse.
- “Con el paso del tiempo, me di cuenta de que mi esposo no entendía mis insinuaciones sutiles. Por eso decidí inmediatamente decirle sobre mis sentimientos y sobre lo que necesito hacer para llenarme de energía. Por ejemplo, estar 30 minutos en soledad. Por mi parte, intento notar cuándo él está demasiado agotado y darle tiempo para descansar”.
- “En el matrimonio, la pareja tiene que apoyar un equilibrio frágil: a veces, uno debe hacer el trabajo de los dos, mientras el otro se relaja un rato”.
¿Qué hay de ti? ¿Tienes otros trucos de vida útiles que ayuden a simplificar las cosas?