Una maestra les presentó a sus conocidos una solicitud de despedida, y su último deseo fue realmente admirable
Tammy Waddell era maestra no solo por profesión, sino también por vocación. Incluso al darse cuenta de que le quedaba poco tiempo de vida, ella decidió mejorar la de sus alumnos y recurrió a todos sus conocidos con una petición realmente importante.
En Genial.guru nos conmovimos profundamente por el acto de Tammy. Por lo tanto, decidimos contarte sobre esta mujer, que comenzó a ser conocida como “la maestra hasta el último aliento”.
Tammy Waddell, de Estados Unidos, padecía de una enfermedad incurable. Al enterarse de su diagnóstico, la mujer no cayó en depresión, pero se dirigió a su hijo y le pidió que les dijera a todos sus amigos que no llevaran flores a su funeral. En cambio, la maestra pidió a las personas que se acercaran con mochilas con útiles escolares, que luego deberían ser transferidas a las escuelas para ayudar a los niños de familias de bajos recursos. Y la solicitud de Tammy fue escuchada.
La historia fue compartida en Twitter por el primo de la mujer, Brad Johnson. El salón donde se celebró la despedida de la maestra estaba lleno de todo tipo de mochilas repletas de cuadernos, bolígrafos y lápices.
Asistieron alrededor de un centenar de maestros a la despedida de la mujer, los cuales llevaron mochilas para transferirlas a los niños cuyas familias no podían comprar todo lo que necesitaban sus hijos para estudiar.
Tammy Waddell trabajó durante 25 años y luego se retiró. Cuando la mujer cumplió 58 años, los doctores le diagnosticaron cáncer y dijeron que su vida no duraría mucho más. En ese momento se le ocurrió cómo ayudar a los estudiantes necesitados, incluso después de su muerte.
Foto de Tammy Waddell, publicada por ella en 2014.
Cabe destacar que el acto no se limitó con el funeral: las personas todavía recurren a Brad Johnson para preguntar dónde pueden entregar sus mochilas y cómo pueden ayudar a los niños necesitados. Brad recomienda simplemente llevar sus donativos a la escuela más cercana.
Más de 3 mil usuarios compartieron la historia de Tammy, y muchos de ellos expresaron su admiración por la maestra, quien hasta en su último aliento pensó en los niños.
Sin embargo, Brad Johnson, quien contó esta historia a todo el mundo, no ve nada sorprendente en el hecho de que la maestra se preocupara tanto por los niños. “Si su plan de estudios, además de juegos y conocimiento, no tiene amor, entonces ha elaborado una planificación incorrecta”, asegura el primo de la mujer.
Los actos de bondad nunca pierden su relevancia, y no hay que esperar que pase algo trágico para comenzar a ayudar al prójimo. ¿Crees que es posible organizar tal movimiento solidario en tu ciudad? ¿Participarías en un acto semejante?