Esta mujer diseñó un traje de Cenicienta con un brazo de cristal para demostrar que lo diferente también es hermoso
Los cuentos infantiles clásicos suelen tener una moraleja. En el caso de Cenicienta, se trata de transmitir enseñanzas vinculadas a la humildad y la belleza interior. Ahora, una mujer de California (Estados Unidos) agregó a esa lista de valores positivos el de la inclusión de personas con diferencias físicas, al diseñar un disfraz de la princesa de Disney con un brazo protésico de vidrio.
Genial.guru comparte que lo diferente es también hermoso y por eso decidió contarte esta historia de hadas que se viralizó en las redes sociales. Al final del artículo, encontrarás como bono un listado con datos que quizás no conocías de la Cenicienta.
Una princesa diferente a la de los cuentos clásicos
Había una vez una mujer que creció sin poder identificarse del todo con las princesas que aparecían en el cine y la televisión. Su nombre: Mandy Pursley. A diferencia de las heroínas de los cuentos de hadas, tiene una amputación parcial en su brazo derecho.
“Nunca vi a chicas como yo representadas en los medios de comunicación, por lo que me llevó mucho tiempo darme cuenta de que lo que nos hace diferentes también puede ser lo que nos hace fuertes, bellas y sin complejos. Entonces, ¿qué haces cuando no puedes encontrar una princesa como tú? ¡Te inventas la tuya!”, exclamó la protagonista de esta historia.
Cenicienta hace su vestido sin ayuda de un hada madrina
La elección de Cenicienta no fue azarosa. Su hija de ochos años estudió ese cuento en la escuela el año pasado y, en ese momento, Mandy recordó cómo se sentía cuando era una niña y veía que ninguna de las princesas era como ella. “Aunque existen tantos cuentos hermosos en todo el mundo, todavía no había personajes que se parecieran a mí”, lamentó.
De esta forma, esta diseñadora gráfica sacó a relucir todos sus conocimientos en costura para crear su propio atuendo de Cenicienta. También confeccionó el disfraz de príncipe a su esposo, quien la acompaña en la sesión de fotos que se convirtió en un mensaje inspirador.
El brazo de cristal que reemplaza el zapato
Su amiga Kelly Anderson tomó las fotografías y el artista Gilbert Lozano fue el encargado de crear un brazo de cristal, que reemplaza el famoso zapato del cuento clásico que le permitió al príncipe identificar a la doncella que lo había cautivado en la fiesta organizada en el Palacio Real.
“Este disfraz está dedicado a todas las niñas que están aprendiendo a navegar por el mundo con sus ’aletas de la suerte’ (su forma de referirse al brazo amputado) u otros desafíos. ¡Espero que sepas que eres hermosa y que eres imparable!”, exclamó.
Un viral que inspiró a la aparición de nuevas princesas
La serie de fotos se volvió viral en Facebook con más de 39 000 “Me gusta” y fue compartida 28 000 veces. “Estoy literalmente impresionada por todo el amor y el apoyo. Todos ustedes, personas fabulosas, han creado este hermoso rincón de positividad y luz”, escribió Mandy ante la reacción que provocó su iniciativa.
Algunos padres también se inspiraron para compartir fotos de sus hijos con discapacidades vestidos como personajes de Disney. “¡Por favor, traten a estos niños con todo el amor también porque son adorables e increíbles exactamente como son! ¡Sé que algún día escribirán algunas historias geniales!”, indicó.
El cosplay como forma de “romper el molde”
Inspirada por la repercusión, la mujer decidió crear un nuevo perfil en redes sociales sobre cosplay, la práctica de disfrazarse como algún personaje ficticio, en la que promete subir nuevos atuendos e invita a sus seguidores a que compartan diseños originales.
“¡Quería crear un espacio donde pudieran seguir mi propio viaje de cosplays, así como celebrar a todos los demás que están rompiendo el molde y creando disfraces que son únicos! ¡Quiero que este grupo sea un lugar de positividad y aliento para todos los que usan cosplay como una gran chispa para la aceptación social y el cambio!”, escribió Mancy en el posteo de bienvenida.
Bono: datos poco conocidos sobre la Cenicienta
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Existen muchas versiones distintas de La Cenicienta. Es un cuento de hadas muy antiguo que, al transmitirse por vía oral, fue reversionado en cada lugar en que se lo contaba de acuerdo a la tradición local.
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En Alemania, por ejemplo, la versión más popular es la de los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, en la que los deseos son concedidos por un pájaro en lugar de un hada, Cenicienta no pierde un zapato de cristal, sino uno dorado, y el final incluye un castigo sangriento para las hermanastras.
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El largometraje que realizó Disney en 1950 se basa principalmente en la versión del escritor francés Charles Perrault.
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Perrault también fue el responsable de darle una forma literaria a otros cuentos clásicos como La bella durmiente, Caperucita Roja y El gato con botas.
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La película animada de la Cenicienta se convirtió en 1950 en el mayor éxito comercial de Disney desde Blancanieves y los siete enanos, estrenada 13 años antes. Salvó al estudio, que por entonces estaba al borde de la quiebra.
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La cinta estuvo nominada a tres premios Óscar, incluyendo mejor sonido y mejor canción original por “Bibbidi-Bobbidi-Boo”, pero no ganó ningún galardón.
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