Una nueva artimaña de robos se esconde bajo tu tapete

En EE. UU. se produce un robo cada 18 s. ¡Un ladrón experimentado tarda entre 90 segundos y 12 minutos en tomar todo lo que necesita y salir de allí antes de que lo atrapen! Seguro habrás oído que cuando un ladrón decide qué casa elegir como objetivo, empieza por “vigilarla”. Esto significa que observan a los propietarios, averiguan información sobre su rutina y determinan el mejor momento para entrar a la casa.

Uno de los trucos que utilizan los ladrones para recabar información sobre su rutina es tan sencillo que quizá ni siquiera lo pienses. Pero la próxima vez que oigas un silencioso crujido bajo tu zapato mientras abres la puerta principal, detente y revisa qué es. Lo más probable es que te encuentres cara a cara con una galleta aplastada. Si ese es el caso, es tu pista de que algo ha ido terriblemente mal.

Esta es una herramienta eficaz que los ladrones usan para saber si te has ido de viaje o cuándo vuelves a casa exactamente cada día. Una galleta es una cosa tan inocente que la gente no suele pensar mucho en ella, si es que se da cuenta. ¡Muchos probablemente asuman que solo aplastaron un bicho bajo el tapete!

Llegas a casa, pisas la galleta, haces que se desmorone y automáticamente revelas todos tus secretos a los ladrones. Saben con seguridad si la casa está habitada y también pueden averiguar el horario del propietario. Las cosas se ponen aun peor si te ausentas por un tiempo. La galleta bajo el tapete permanece intacta, alertando así a los delincuentes de que la casa es perfecta para un robo.

Para disminuir las posibilidades de que un ladrón deje caer algunas galletas bajo tu tapete:

No anuncies todo en redes sociales. No te vas a creer la cantidad de delincuentes que hoy en día las usan para recabar información. No publiques ningún detalle sobre tus planes de vacaciones. Si estás deseando compartir tus increíbles fotos desde la playa, hazlo después de volver a casa.

Revisa tu configuración de privacidad cada vez que publiques algo cuando estés fuera de casa. Es demasiado simple para un ladrón averiguar que tu casa está vacía en ese momento si estás despotricando en Internet sobre lo atestadas que están las tiendas en el Buen Fin.

Conoce a tus vecinos. Si construyes una fuerte red social en tu comunidad, los malos consideran que tu barrio es un riesgo demasiado alto. Cada vez que te vayas, informa a tus vecinos. Pídeles que te envíen un mensaje de texto o te llamen si observan algo sospechoso alrededor de tu casa. Puedes hacer lo mismo con ellos la próxima vez que salgan de viaje.

Crea la impresión de que hay alguien en casa aun cuando no estés. Usa la tele y la radio. Déjalos encendidos cuando te vayas. El sonido de las voces seguramente ahuyentará a los ladrones. ¡Aunque la galleta siga entera!

Una de las señales más evidentes de que el propietario de una vivienda se ha ausentado por un tiempo es la acumulación de periódicos y correo en la puerta principal. Pídele a alguien (un vecino, un pariente o un amigo) que pase regularmente a recogerlo todo. Si no hay nadie que pueda hacerte este favor, pon tus correos en espera. Puedes hacerlo en tu oficina de correos local.

Otra cosa que puede delatar tu ausencia prolongada es un césped descuidado con hierba alta. Antes de irte, contrata a alguien para que corte el césped con regularidad y lo mantenga ordenado. ¡Mantente a salvo y con un ojo de águila!