Una organizadora de bodas contó sobre los 13 errores principales que las parejas cometen al planear una boda
Cuando trabajaba como organizadora de bodas, un mes y medio después de la celebración, les preguntaba a los recién casados qué cosas de su fiesta les habría gustado cambiar. Algunos respondían que dejarían todo tal y como había sido, pero también hubo quienes compartían sus arrepentimientos.
Especialmente para Genial.guru, hablaré sobre las decisiones más comunes de las que los recién casados se arrepintieron. Tal vez su experiencia te será útil si aún te falta pasar por la agradable prueba llamada “boda”.
1. Seguir la tradición
Al diseñar el plan, los novios, con los ojos enrojecidos por la tensión, tratan de recordar lo que se necesita para el evento: encargar el pastel, pedir palomas, preparar un baile... ¿qué más había? Esta es una posición incorrecta basada en “cómo debería ser”, y no en “cómo yo quiero que sea”.
La veneración de las tradiciones es muy encomiable y hasta interesante, pero es importante no ir demasiado lejos. Algunos de ellos, por ejemplo, la imposibilidad de ver a la novia desde el día anterior a la celebración, han perdido su relevancia desde hace mucho tiempo. Hoy en día, muchas parejas jóvenes viven juntos antes de la boda, y buscarse un lugar para pasar la noche por separado, para muchos ha perdido todo sentido. Después de la celebración, los recién casados lamentan no haberse atrevido a experimentar en lugar de haber seguido al pie de la letra el camino clásico.
2. Confiar en la profesionalidad del animador
A muchos les parece que, cuanto más profesional y mejor sea el animador, tanto más caros serán sus servicios. En realidad, esto no es del todo cierto. No comprarías un vestido caro y hermoso si no te queda bien, ¿verdad? Lo mismo sucede con el animador: tiene que haber una comprensión mutua absoluta entre él y los novios. Por lo general, con un encuentro y un par de videos alcanza para entender que es la persona adecuada.
Después de haber elegido al animador, hay que analizar el programa en el mayor detalle posible, para tener en cuenta todas las preferencias y evitar malentendidos. Cada presentador intenta realizar el evento siguiendo un escenario universal, pero todas las personas son diferentes y solo ustedes conocen a sus invitados.
3. Hacer un segundo día de la boda
Hacer el segundo día de celebración de la boda tal vez sea el arrepentimiento más común de dinero gastado y tiempo perdido. El primer día es tan rico en emociones, impresiones y estrés, que a la mañana siguiente los recién casados solo quieren relajarse de todo y estar solos, mientras que los invitados consideran que es su deber animarlos. En general, el segundo día siempre pasa a medio pulmón y es poco probable que vaya a ser recordado.
4. Organizar la ceremonia en un lugar concurrido
La ceremonia en un lugar elegido por la pareja es una alternativa muy hermosa y romántica a la oficina de registro civil tradicional. Pero algunas parejas la organizan en lugares memorables y especiales para ellos (en parques, en la ribera de un río, etc.), sin tomar en cuenta el hecho de que puede haber mucha gente allí. Los transeúntes pueden meterse en las fotos y estropear los recuerdos, solo detenerse a mirar, tratar de hablar con los participantes de la ceremonia o hasta infiltrarse en el grupo de invitados (sí, sí, eso también puede suceder).
No te des un motivo extra de preocupación y organiza el registro en un territorio cerrado.
5. Dedicar demasiado tiempo a las felicitaciones
Una gran cantidad de brindis, discursos solemnes y lecturas de mensajes cansan y quitan mucho tiempo. Para no convertir la celebración en una “mesa de discursos”, dedícale un bloque de tiempo limitado a las felicitaciones y no vuelvas a ellas, que no se conviertan en la parte central de tu fiesta.
Además, si le das un micrófono a un primo o tío lejano, terminarás pudiendo tomar una siesta mientras él recuerda todas las travesuras de tu infancia.
6. Posponer la organización
Casi todas las parejas piensan que todavía falta mucho para la boda y que tendrán tiempo suficiente para todo, pero es una ilusión. Para no desesperarte en el último momento y no tener que renunciar a lo que habías pensado hacer en la celebración, debes recordar una regla: actuar aquí y ahora. La preparación para una boda es como pintar las paredes juntos: se necesita una planificación competente y una división de responsabilidades.
7. Querer ahorrarse el fotógrafo profesional
Ahorra en tiempo, no en calidad. Es mejor hacer unas pocas fotos, pero con un fotógrafo profesional, y capturar los momentos importantes y especialmente emocionales en video. Muchas fotos iguales carecen de sentido, especialmente durante la celebración, cuando son incomprensibles e innecesarias, y principalmente son de los invitados comiendo y brindando. Un buen operador podrá captar el ambiente de la celebración y plasmarlo en un video que será grato volver a ver incluso después de muchos años.
8. Tomar mucho alcohol
Está comprobado que la cantidad de alcohol sobre las mesas influye mucho en la atmósfera de la celebración. Bastará con un solo invitado que se pase de la raya para agregarle una cucharada de mal gusto a tu ceremonia. Si deseas crear en tu fiesta una atmósfera cálida, alegre y romántica, limítate a las bebidas con poca graduación alcohólica.
9. Invitar a muchos niños
Una vez, durante la ceremonia de una boda, se me acercó una niña de 6 años y me dijo: “Creo que he estado aquí todo el día. ¿Cuándo comeremos el pastel y nos iremos a casa?”. No supe cómo explicarle que, en realidad, la celebración apenas había comenzado.
Los niños se cansan mucho en las fiestas de los adultos y comienzan a hacer berrinches. Se aburren y exigen atención. Si no puedes evitar llevar niños a la boda, entonces contrata animadores. Sí, será un gasto adicional, pero te ahorrarán muchas molestias y posibles incidentes.
10. Encargarse de toda la organización por sí mismos
Algunas novias no confían en nadie y quieren controlarlo todo, hasta el tamaño de cada rosa en el arreglo de la boda. ¿Debo decir que al final están al borde de un ataque de nervios? Y yo termino dándoles calmantes, mientras las pobres lloran en mi hombro.
11. Organizar la boda al aire libre
Por alguna razón, todos los recién casados están seguros de que el día de su boda habrá buen tiempo. Pero la naturaleza siempre tiene sus propios planes. El viento o el calor pueden arruinar tu apariencia, los insectos querrán unirse a tu fiesta, y la lluvia lo cambiará absolutamente todo. Por lo tanto, después de la sesión de fotos y de la ceremonia de la boda en sí, es mejor refugiarse en las cómodas condiciones de las cuatro paredes.
12. No tomarse unas vacaciones después de la celebración
La preparación para una boda requiere de mucho tiempo y nervios, por lo que hay que darse un descanso y estar un tiempo a solas, acostumbrarse al nuevo estado y planear el futuro juntos. Además, la luna de miel no fue llamada así por nada, ¿verdad?
13. No celebrar la boda en absoluto
Una boda probablemente es el único evento de una escala tan grande en la vida. Es el día de ustedes, y ustedes son los personajes principales, los directores y los guionistas. Las emociones que puedes experimentar en tu boda no se compararán con ninguna otra cosa.
Los recién casados se asustan con el presupuesto que requiere una boda, pero no hace falta hacer una boda lujosa; con una correcta planificación, después de la fiesta hasta puedes salir ganando.
No importa cómo será tu boda: si para cientos de personas o solo para los más cercanos, si con un pastel de 5 pisos o con una modesta mesa de buffet, si se pondrán trajes de alta costura o se calzarán sus zapatillas favoritas. Todo depende de los gustos y las preferencias de cada persona. Lo importante es tener en claro lo que quieres, y no tener miedo de implementar incluso las ideas más atrevidas, sin guiarte obsesivamente por lo que hacen los demás. Es una celebración enteramente de ustedes dos, háganla única y especial.
Y tú, ¿planeas tener una boda? ¿O ya la has tenido? Comparte con nosotros en los comentarios tus opiniones sobre esta celebración.