Una viajera muestra cómo puede ser la vida mientras trabaja en diferentes partes del mundo
El sueño de muchos es viajar a países de todo el planeta y recorrerlos enteros, pero a veces el trabajo nos impide hacerlo. Tal vez podamos irnos de vacaciones unas semanas y tener una probadita; sin embargo, la experiencia de vivir allí, de sentirse en casa fuera de casa, no es posible solamente yendo un par de semanas. Es por eso que los trabajos remotos se han hecho populares, porque te permiten tener esta flexibilidad para seguir generando ingresos sin importar tu ubicación. Y es justo eso lo que ha estado haciendo Carla. Como sabe que hay muchas personas queriendo seguir sus pasos, decidió plasmar su vida y dar algunos tips para los bienaventurados.
¿Cómo sería el trabajo de tus sueños? ¿Cuáles serían los retos que tendrías que afrontar para poder viajar mientras trabajas?
Carla, mejor conocida en el mundo del internet como Carla con Wifi, nació en Venezuela y desde hace más de un año decidió empacar sus maletas para irse a conocer el mundo. Se permite hacer esto porque, mientras lo hace, sigue trabajando. Carla estudió Ingeniería Civil en México, país donde vivió por 7 años y que por ese tiempo llamó hogar.
Fue justo en México donde decidió montar su empresa mientras seguía con sus estudios universitarios. Comenzó vendiendo maquillaje porque necesitaba empezar a generar ingresos adicionales. Hacía de todo, repartía volantes por la Ciudad de México, asistía a ferias y, poco a poco, el negocio empezó a crecer. Cuando se graduó de la universidad en 2019, su hermano comenzó a trabajar con ella, y fue entonces que empezaron a vender productos a través de plataformas digitales.
Hace un par de años comenzó a hacer toda la logística desde casa, incluso su papá los ayudaba a empacar y enviar productos. Sin embargo, la casa cada vez más parecía bodega, así que se movieron a una oficina y posteriormente contrataron empleados. Una vez que los empleados entraron, Carla y su hermano hacían la estrategia y ya no tenían que estar ahí físicamente para empacar y demás. Fue cuando se dio cuenta de que no necesitaba estar en México para que todo siguiera funcionando.
Carla comenzó a sentirse emocionada, ya que tenía la idea plantada en la cabeza de ser nómada digital: viajar mientras trabajas. Tenía mucha emoción de probar esa vida e independizarse de su papá. No tuvo miedo, puesto que al no ser la primera vez que emigraba, fue mucho más fácil, desde tomar la decisión hasta ejecutarla. Como bien dijo: “Ya había metido mi vida en 2 maletas antes, podía volver a hacerlo. Siempre tuve la mentalidad de ’lo peor que puede pasar es que no me guste y me puedo regresar’”.
Lo que más le gusta de su vida como nómada digital es la oportunidad de cambiar de panorama y conocer cosas nuevas. Vivir viajando le ha enseñado que hay miles de maneras de vivir la vida. Carla creció creyendo que todo el mundo vivía igual, y viajar la ha hecho conocer personas e historias increíbles, le ha permitido viajar a lugares en donde tienen valores y costumbres completamente diferentes a con las que ella creció. Ella considera que lo más bonito es darse cuenta de lo diverso que es el mundo y que realmente hay espacio para todos.
Un día normal en su vida, ahora que está viviendo su sueño, es básicamente similar al de todo mundo, estando en casa o alguna cafetería, trabajando desde la computadora. La única diferencia es que cada tanto cambia de casa (o de país).
Esta nueva vida le ha gustado tanto que no extraña el sedentarismo. Carla cree que una de las ventajas de ese estilo de vida es vivir con sus propias reglas, si te quieres quedar en un lugar, lo haces, y si no, te mueves. Ella dijo: “No hay ningún contrato que me obligue a viajar 24/7, así que intento simplemente encontrar un ritmo que me sirva a mí. Suelen ser un par de meses por ciudad y luego a moverse”.
De los países donde más le ha gustado vivir está Croacia, un lugar en donde más se ha sentido en paz, incluso en los momentos más estresantes de su vida. Por otro lado, el país donde se ve viviendo es Polonia. Ella comentó: “Creo que es un país infravalorado en Europa y me encantó. La gente es amable, es precioso y además es baratísimo. Pasé casi 1 año en este país y fui increíblemente feliz. Viviría ahí con los ojos cerrados”.
Carla no tiene nada definido, no sabe cuánto tiempo seguirá con la aventura de ser nómada digital, pero mientras se sienta bien, seguirá haciéndolo. Una de las ventajas es que se adapta bastante bien a los nuevos países. Como ha practicado mucho el desapego, ha logrado llevar con ella solo las cosas importantes y necesarias. Ella cree que eso le ha permitido disfrutar aún más.
En sus cuentas de redes sociales y su página, Carla suele dar consejos para que la gente se anime a seguir este estilo de vida. Ella los alienta a simplemente intentarlo, que tomen el tiempo de pulir sus aptitudes y empiecen a tocar puertas. Que sean pacientes, ya que las cosas buenas llevan tiempo. Su consejo es que se comprometan con lo que quieren y prueben; una vez que ya tengan la fuente de ingresos, pueden empezar a viajar, pero aconseja hacerlo primero cerquita, para practicar el desapego y que vean cómo se van sintiendo.
Otra cosa importante es que no deben esperar que los demás aplaudan sus decisiones, a ella muchas personas no la apoyaron cuando comenzó. Sin embargo, su familia sí la apoyó; de hecho, su papá, inspirado por sus hijos, fue nómada digital por un tiempo.
Ella cree que la disponibilidad de ser nómada digital varía según la persona. Carla cree que lo primero que se debe hacer es elegir destinos o tomar la decisión de tomar un viaje y, una vez que se empieza, se vuelve adictivo. Lo más difícil de esta vida también varía según la persona, pero considera que una dificultad podría ser el tema de la incertidumbre y la inestabilidad. Es un estilo de vida en el que, para bien o para mal, lo máximo que puedes planear son un par de meses, porque todo cambia muy rápido. Por igual, puede llegar a ser un reto construir amistades profundas.
Carla ha conseguido inspirar a muchos y tiene muchos seguidores en sus cuentas. Ella dijo: “Fue muy, muy sorprendente, cuando empecé mis redes en 2021, yo estaba haciéndolo como un hobby y, aunque sabía que podía llegar a ser grande, nunca fue el objetivo principal”. La gente se comenzó a conectar con lo que hacía y la llenó de emoción ver que varias personas de muchos países le escribían para agradecerle o pedir consejos. Por eso mismo inició otro proyecto llamado la Academia de Trabajo Remoto.
Ella no tiene idea de cómo se ve su futuro, ya que sus objetivos cambian prácticamente todos los días. Está en un punto de su vida en el que no está persiguiendo un sueño, está viviéndolo. Carla comentó: “Espero que el futuro se vea igual, rodeada de personas que aprecio y proyectos que me motivan a hacer más cosas”. Por lo pronto, está enfocada en seguir haciendo cosas que la hagan feliz y seguir aprendiendo. Carla está convencida de que, si hacemos algo que nos apasiona, las cosas buenas llegan por sí solas.