Tiene pinta de ser un viaje superinteresante :)
Viajé a Kamchatka y quiero compartir con ustedes lo que vi en ese increíble lugar
Cuando pensamos en irnos de vacaciones, generalmente se nos viene a la mente una playa paradisíaca o una ciudad exótica que siempre quisimos conocer. Pero nuestro enorme planeta está lleno de sitios impactantes que pueden llenarnos de impresiones y vivencias que no esperábamos, y que, probablemente, ni siquiera se nos ocurren como posibles destinos a visitar. Uno de esos lugares es Kamchatka, un sitio sumergido en la plena belleza de la naturaleza, rodeado de volcanes, ríos, lagos y montañas, y gobernado por imponentes animales salvajes.
Una joven viajera llamada Natalia Klein fue a Kamchatka y le contó a Genial.guru cómo fue su impresionante experiencia en ese lugar.
Si vas a Kamchatka, ¡prepárate para regresar siendo otra persona!
No sé qué tipo de magia vive allí, pero definitivamente hay algo en esa tierra salvaje y dura que hace que tu alma tiemble y entienda de una manera nueva (o, por primera vez) lo que es la verdadera vida: lo que proviene de las fuentes originales, de la naturaleza misma y la esencia de la existencia terrenal.
Pero comencemos en el principio.
Los viajes turísticos pueden poseer diferentes niveles de dificultad
“Aquí comienza Rusia. Kamchatka”.
Uno de los primeros hechos que me llamó la atención fue que la forma de recreación en Kamchatka puede ser bastante diferente, a pesar de que, en general, pasar el tiempo allí difiere del estándar habitual.
Puedes elegir unas vacaciones “ligeras”, sin alejarte de Petropávlovsk-Kamchatski (la ciudad principal de Kamchatka) más allá de las excursiones de un día, regresando al lugar todas las noches, y trasladándote a áreas turísticas en helicópteros, barcos o cómodos Jeep.
A diferencia de ese tipo de vacaciones, también puedes “descansar” en un modo muy duro: por ejemplo, en viajes de senderismo de varios días con escalada a las cimas de los volcanes ubicados lejos de Petropávlovsk-Kamchatski. Allí encontrarás todas las delicias de la vida salvaje: tiendas de campaña, clima severo y largos cruces peatonales que deberás atravesar cargando todo el equipo de acampada.
El tercer tipo de vacaciones está en el medio de los dos primeros. Al elegir un viaje de este tipo, vas bastante lejos hacia el interior de Kamchatka, explorando sus diversos paisajes naturales, y moviéndote en camiones Kamaz y UralAZ con asientos de pasajeros, capaces de viajar por carreteras intransitables, los cuales acercan a los turistas lo más posible al propósito de la excursión. En este tipo de recreación, los helicópteros y los SUV también son un tipo de transporte popular. Pero debes pasar la noche en todas partes: desde tiendas de campaña y modestos hoteles de paso, hasta casas de huéspedes y hospedajes bastante decentes. Es de esta clase de descanso de la que se tratará este artículo.
La primera impresión
Cuando te bajas de la rampa luego de aterrizar en Petropávlovsk-Kamchatski, una ola de entusiasmo te cubre allí mismo, al pie del avión, ya que, desde atrás del ala del pájaro de hierro te mira uno de los volcanes más grandes de Kamchatka, Koryaksky (altura: 3 456 m), el cual es cariñosamente llamado por los lugareños “local” debido a su proximidad a la ciudad. Como si se hubiera acordado, los pasajeros que bajan por la rampa del avión levantan sus cámaras para capturar el volcán en ese preciso momento, porque su belleza es tan indescriptible que parece que, si no la capturas en ese instante, desaparecerá como un espejismo. En pocos lugares en el mundo semejante belleza te recibe directamente en el aeropuerto.
Al mismo tiempo, te harán un comentario por haber sacado una foto de Koryaksky. No porque estés retrasando a los pasajeros que se amontonan en la rampa, sino porque el Aeropuerto de Yélizovo es un objeto militar vigilado. Petropávlovsk-Kamchatski es una de las bases navales más grandes de Rusia. Allí hay submarinos, defensa aérea y todo eso. Y este hecho le da a Kamchatka más encanto y misterio.
Primer tramo del viaje: océano Pacífico y playa “magnética”
Nuestro viaje por Kamchatka comenzó con una visita a la costa del Pacífico, la cual está a media hora de la ciudad. Hay, por supuesto, algo especial en todos los océanos fríos: las duras aguas de color acero te hacen encogerte de la sensación de invencibilidad de los elementos, frente a los cuales una persona parece uno de los granos de arena de esa volcánica costa negra. La arena en esa playa, por cierto, es “magnética”, porque contiene metales, principalmente titanio.
Caminos intransitables y caminata por los volcanes
El día después del “paseo ligero” hacia el océano, nos subimos a un gran camión Kamaz y emprendimos un viaje bastante difícil, pero fascinante, hacia lo profundo de Kamchatka. Nuestro objetivo final eran los osos, pero había que recorrer casi 500 km hasta su hábitat, y quinientos kilómetros en Kamchatka son extensiones infinitas de naturaleza, reservas, bosques y volcanes, ¡e inexistencia absoluta de caminos transitables!
Una de las paradas en esta ruta fue el valle de los volcanes, que se encuentra entre esos volcanes “locales”: Koryaksky y Avachinsky.
Estos montes tienen algo de magia especial. Quizá sea porque experimentas una cierta emoción al escalar una montaña que periódicamente arroja masas de lava al rojo vivo, y, por lo tanto, siempre es “peligroso” estar al lado de un volcán, o tal vez porque los volcanes en erupción cambian la forma del terreno constantemente y, por lo tanto, el paisaje se ve fantástico, sobrenatural, casi sin vegetación, negro por todas partes, con solo algunas manchas blancas aquí y allá: los picos de nieve que nunca se derrite, ni siquiera en medio de un julio bastante cálido.
Primer encuentro con los osos
Después de haber recorrido casi 500 km desde Petropávlovsk-Kamchatski, llegamos al lugar desde el que salen los helicópteros que vuelan al lago Dvukhyurtochnoye, uno de los mayores lugares de desove de salmones donde, por supuesto, vive el oso pardo de Kamchatka.
Este no es un lugar turístico popular para la observación del oso pardo (el lago Kurile, que queda a 200 km de Petropávlovsk-Kamchatski, es mucho más popular); sin embargo, es allí donde uno se siente más apartado de la civilización y, como resultado, en mayor unidad con la vida silvestre.
Solo se puede llegar al lago en helicóptero, porque está ubicado en un sitio donde no hay carreteras, asentamientos ni comunicación, solo bosque, volcanes y un lago donde viven los osos pardos (hábitat de 250 a 500 ejemplares). No muy lejos hay un pequeño campamento que consta de unas pocas edificaciones (casas de huéspedes, un comedor y dependencias). Allí no puede haber más de 20 turistas, personal y un par de cazadores al mismo tiempo, ¡y el campamento no está cercado! Los osos están en todas partes. Ese es su hogar, y los turistas son unos simples invitados allí.
Los visitantes son protegidos solo por tres perros y dos cazadores con armas. Sin embargo, según los lugareños, nunca fue necesario usar armas de fuego contra un oso durante la temporada turística: los esponjosos animales no tienen tiempo para perder con las personas. Los osos pardos de Kamchatka pueden acumular grasa para el invierno durante unos pocos meses al año: esto es durante el verano, cuando el salmón llega desde el océano Pacífico a los lagos de agua fresca para el desove. Durante esa época, los osos están tan absortos en la caza de peces (porque es una tarea estratégica para ellos proporcionarse una capa de grasa para la larga hibernación invernal), que los humanos no les causan más que un poco de curiosidad.
Sin embargo, a un humano, tener a un verdadero oso pardo salvaje a pocos metros frente a él le causa curiosidad, miedo, conmoción, deleite, felicidad y una oleada de adrenalina, ¡todo mezclado!
De hecho, no sé cómo describir con precisión esos sentimientos: la naturaleza virgen verdaderamente salvaje, la ausencia completa de civilización, nada de cercos, los osos salvajes por todas partes, ¡y tú! Allí, en el centro de esa vida, solo con la naturaleza, contigo mismo, ¡con el cosmos y el universo, si lo deseas!
La pesca de los osos en vivo y en directo
En un lugar así, uno realmente se olvida de todos sus pequeños problemas cotidianos. Es en esos sitios donde piensas “aquí está: ¡la vida real!”. Donde todo va como debería: el otoño reemplaza a la primavera, la cadena alimentaria existe en un orden estricto que no ha cambiado durante millones de años, independientemente de lo que esté sucediendo en nuestras grandes ciudades. La vida continúa como siempre, con su propio ciclo y sus propias reglas.
Pero si nos alejamos un poco de la filosofía y volvemos a los osos, ¡observarlos es puro deleite! La madre oso fue a pescar con los pequeños sin alejarse mucho de ellos, cuidándolos constantemente y llevándoles pescado mientras ellos jugaban en la orilla. Los movimientos de la madre son precisos y equilibrados, nada de saltos o corridas innecesarias.
Los osos adolescentes apenas están comenzando a pescar por sí mismos, y todavía lo hacen con torpeza. A veces, simplemente corren por todo el lago detrás de un pez que les gusta.
Y allí está el formidable macho. Va a pescar imponentemente, abriéndose paso entre miles de salmones que pasan justo entre sus enormes patas. El macho no quiere compartir el territorio con otros osos y puede, de repente, lanzar un terrible bramido (a las personas que están observando, el sonido de ese rugido puede congelarles una parte en las profundidades del abdomen). La osa también se protege del oso padre: los machos ven a los cachorros como competencia y pueden lastimarlos. Por lo tanto, una madre oso es, en general, una bestia muy peligrosa con la que es mejor no meterse: ¡se defiende de todos y claramente no está para bromas!
Los humanos también pescan
Nos quedamos en el lago con osos durante dos días y medio. Además de observar la pesca de estos animales, nosotros también fuimos a pescar para aprovechar el pescado fresco. Hacer eso en un lago así también es un placer, porque estás pescando desde un bote, sacando peces uno tras otro, pero a unos veinte metros de ti, un oso está pescando en la orilla, y, en general, las personas no le importan para nada, ¡mientras que tú estás en completo éxtasis por lo que está sucediendo!
Y esto sin mencionar las impresionantes vistas que te rodean. La naturaleza es tan increíblemente hermosa y todo lo que sucede a tu alrededor es tan fantástico, que simplemente no tienes tiempo para capturar y digerir toda esa belleza, y quedas un poco embobado por el mundo que te rodea.
Hablando de fantásticas vistas, después del lago, nuestro programa incluyó un viaje al volcán Tolbachik. Sus últimas erupciones fueron en 1975 y 2012, y la naturaleza aún conserva la huella de esos fenómenos severos. Alrededor de las colinas volcánicas de Tolbachik hay un páramo de color rojo y negro. Estas vistas recuerdan a los paisajes cinematográficos marcianos. ¡Y es impresionante la belleza, la grandeza y la fuerza de la naturaleza presente en ese lugar!
Otros habitantes del lugar
Una de las criaturas más tiernas de Kamchatka son los suslic árticos. Los turistas los alimentan habitualmente, por lo que se acercan sin miedo y comen de las manos de las personas. ¡Y te lo recompensan con unas adorables fotos!
Otro aspecto de la fauna que no puede ser ignorado cuando se habla de Kamchatka es la vida silvestre del océano Pacífico. Majestuosas orcas, enormes ballenas, leones marinos perezosos y una gran cantidad de peces... puedes encontrar todo eso en Kamchatka.
Avistamiento de orcas y ballenas
Para ver a las orcas, se viaja desde Petropávlovsk-Kamchatski hasta la bahía de Russkaya. No siempre es posible ver a estos mamíferos, pero, si tienes suerte, las orcas no solo se acercarán al bote, sino que también pueden comenzar a posar de todas las formas posibles: resoplando con gracia, saltando del agua y “actúando” en parejas.
Pero es más difícil encontrar a las ballenas. Para ello debes entrar más profundo en el océano, y, si tienes suerte, el gigante azul te deseará buena suerte con su cola.
Vale la pena hablar sobre la pesca en Kamchatka. Es una verdadera celebración del alma para los amantes de este tipo de ocio. En verano hay tantos peces en el océano (y en los ríos y lagos), que literalmente puedes “sacarlos” uno detrás de otro, ¡y todos son diferentes, sabrosos e interesantes! Me parece que, para aquellos a quienes les gusta pescar, vale la pena ir a Kamchatka solo para eso. Porque incluso para los aficionados, ¡pescar allí resultó ser un placer encantador!
Cuando te prepares para ir a Kamchatka, recuerda que no es un descanso fácil, y, a veces, incluso puede resultar bastante duro, pero la magia de ese lugar es evidente. Hay algo allí que te hace mirar al mundo con otros ojos, ver que nada de lo creado por la naturaleza es accidental, comprender la grandeza y la belleza del mundo y, como resultado, de la vida misma.
¿Te gustaría visitar Kamchatka? ¿Qué te pareció más sorprendente de ese sitio? ¿Qué otro lugar poco común te gustaría conocer o ya conociste? Cuéntanos en los comentarios.
Comentarios
El paisaje natural es precioso
Iría pero en modo vacaciones ligeras jajajaja
Creo que es un viaje genial para los que son más aventureros
Me encanta la naturaleza, creo que disfrutaría mucho de este lugar :)