10 Detalles del mundo de Harry Potter que tienen inspiración en la vida real

Arte
hace 2 años

La historia de Harry Potter, “el niño que vivió”, marcó a varias generaciones que crecieron leyendo o viendo las aventuras del joven mago. Pero, ¿sabías que muchas de esas asombrosas historias están basadas en mitos o leyendas reales? Incluso en hechos o datos que realmente ocurrieron. Así es, J. K. Rowling, autora de la saga, se inspiró en varios relatos mitológicos o en datos históricos reales que ayudaron a construir el fantástico mundo que conocemos.

Es por eso que en Genial.guru hemos decidido compartir 10 historias reales que inspiraron el mundo mágico de Harry Potter.

1. Nicolas Flamel realmente existió

En Harry Potter y la piedra filosofal supimos de la existencia de Nicolas Flamel. Descubrimos que era amigo de Albus Dumbledore y que fue el creador de la piedra filosofal, un poderoso objeto que poseía propiedades mágicas asombrosas, como conceder la vida eterna. Finalmente pudimos ver a Nicolás Flamel en ficción en Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald.

Pero Nicolas Flamel sí existió. Fue un famoso escriba y librero que nació en Francia, en 1330, y que, luego de su muerte en 1418, despertó numerosos rumores sobre que había aprendido diversos secretos alquímicos en una peregrinación a Santiago de Compostela, en España. Y es que la alquimia es una disciplina que realmente existió durante la Edad Media y parte del Renacimiento. Consistía en una versión muy temprana de la química, que buscaba, por ejemplo, convertir los metales en oro, entre otras cosas.

2. El basilisco y el ave fénix, dos criaturas mitológicas que no inventó J. K. Rowling

En el mundo de Harry Potter, tanto en los libros como en las películas, hemos visto diversas criaturas mágicas: centauros, hipogrifos, gigantes, unicornios, sirenas, dragones, hombres lobo, etcétera. Pero todas estas criaturas no fueron inventadas por J. K. Rowling, sino que más bien inspiraron las historias de la escritora británica.

Hacia el siglo XII existían una especie de libros muy famosos, conocidos como “bestiarios”. En ellos se recopilaban toda clase de criaturas mágicas que se puedan imaginar, con la finalidad de describir a estas asombrosas bestias. Las criaturas mitológicas convivían con animales reales, como perros y gatos, y con sus historias buscaban instruir de alguna forma a la gente que los leía en cuestiones morales. Por ejemplo, inspirar a la gente a ser tan trabajadora como una abeja.

En la segunda entrega de la saga de Harry Potter conocimos al basilisco, una serpiente enorme que se escondía en la cámara secreta, y a Fawkes, el ave fénix mascota de Dumbledore. Lo curioso es que tanto el basilisco como el fénix eran criaturas mitológicas de las que se escribía en los bestiarios.

Aunque en los bestiarios el basilisco es más bien una especie de gallo con cuerpo de serpiente que solo podía ser derrotado por una comadreja, en la historia de Rowling tomó la forma de una serpiente gigante, y fuimos testigos de una épica batalla entre esa criatura y el ave fénix, que en los bestiarios poseía la peculiaridad de ser inmortal.

3. A la piedra de bezoar se le atribuyen propiedades curativas

Severus Snape es uno de los personajes más queridos por los fanáticos de Harry Potter. Este sombrío profesor de pociones, ya desde la primera entrega menciona un objeto mágico capaz de curar cualquier mal, al preguntarle al joven mago exactamente a dónde iría si tuviera que buscar un bezoar.

Luego, en la sexta entrega, Harry Potter y el misterio del príncipe, supimos que en su libro de pociones, Snape sugirió que era un antídoto al cual solo era necesario empujarlo por la garganta para que surtiera efecto. Fue así como Harry salvó a Ron, quien casi termina envenenado.

En la vida real, un bezoar es una piedra muy rara y curiosa, y durante los siglos XVI y XVII fue uno de los objetos más preciados por los coleccionistas, ya que tenía la fama de ser una medicina eficaz que podía curar desde la melancolía hasta la peste.

4. El nombre del profesor Quirrell está inspirado en un dios romano

Hacia el final de Harry Potter y la Piedra Filosofal, descubrimos que Lord Voldemort pudo sobrevivir gracias a que se escondía en la parte trasera de la cabeza del tartamudo profesor Quirrell, quien impartía la materia de Defensa Contras las Artes Oscuras.

Esto tiene sentido si consideramos que en la mitología romana en efecto existió una deidad de nombre Quirino. Quirino es un nombre muy parecido al de Quirrell, y este curioso personaje era un epíteto de Jano (en latín Janus), como Janus Quirinus. Jano poseía dos cabezas: una mirando hacia el pasado y otra hacia el futuro, según la mitología romana.

Así que no es casualidad que Quirrel tenga dos cabezas, del mismo modo que las tenía Jano.

5. Cedric Diggory está inspirado en el mejor amigo de Aquiles, de la cultura griega

Pero Quirrel no es el único personaje inspirado en la mitología. Según Rowling, el momento en que Harry rescata el cuerpo de Cedric Diggory en Harry Potter y el Cáliz de Fuego, también se inspiró en otra famosa escena de la mitología: en la Ilíada, de Homero.

Según la historia homérica, durante la guerra de Troya, Patroclo es el mejor amigo de Aquiles, y a quien Héctor le arrebató la vida. Entonces, aparecen ÁyaxMenelao, quienes haciendo causa común logran que Héctor se retire. Ambos guerreros toman el cuerpo del joven y lo llevan al campamento de los griegos.

Homero nos cuenta que el funeral se postergó lo más posible, ya que A​quiles estuvo triste mucho tiempo, y le costaba trabajo despedirse del cuerpo de su mejor amigo. Esto tiene sentido si recordamos que hacia el final de El Cáliz de Fuego, Harry abraza con fuerza el cuerpo de Diggory, campeón de Hufflepuff, y llora su pérdida.

6. Las mandrágoras son plantas medicinales

Una de las materias que se imparten en Hogwarts, y que todos conocemos, es la Herbología. Allí los jóvenes brujas y hechiceros aprenden sobre las propiedades mágicas y curativas de las plantas. En Harry Potter y la Cámara Secreta descubrimos que las mandrágoras servían para despetrificar a las víctimas del basilisco, aunque no es la única vez que aparecen, ya que son mencionadas a lo largo de la historia en casi todos los libros.

En el universo de Harry Potter las mandrágoras tienen movimiento, y sus raíces se asemejan mucho al cuerpo humano. Además, las mandrágoras maduras lloran, y su llanto puede ser letal para quienes lo escuchan. Pero resulta que en varios escritos medievales se les menciona como plantas que realmente poseen propiedades medicinales.

Al igual que los bestiarios, a estos manuscritos se les conoció como “hierbas medievales”, y ya hacia el siglo XII incluso existían manuales sobre cómo recolectar mandrágoras reales sin dañar sus raíces (las cuales, por cierto, sí poseían cierta similitud con el cuerpo humano) y sin perder la vida o la audición en el intento.

7. Avada Kedavra: ¿maleficio o cura contra la malaria?

En Harry Potter y el Cáliz de Fuego descubrimos que existían tres maleficios imperdonables, y uno de ellos es el que acaba con la vida de la persona contra quien es lanzado, excepto contra Harry Potter, quien es el único que ha podido sobrevivir a él, razón por la cual es tan famoso.

Este último maleficio se produce bajo el conjuro de la palabra “Avada Kedavra”, y en 2004 nos enteramos de que J. K. Rowling admitió que esta maldición se inspiraba en un antiguo hechizo arameo, que quería decir “deja que la cosa sea destruida”. Pero, muy al contrario de lo pensamos, se refería a acabar con los males que aquejaban a los enfermos. Es decir que era un hechizo de curación y protección.

Aunque hasta el día hoy sigue siendo muy similar a un término utilizado por magos e ilusionistas: “abra cadabra”, es muy probable que esta palabra tenga su origen en las raíces hebreas: “ab, ben y ruachhakodesh”; o tal vez en otra palabra mágica: “abraxas”, que en la antigua numerología griega sumaba 365, exactamente la misma cantidad de días que tiene un año.

El primer uso de la palabra del cual tenemos noticias, es en un antiguo manuscrito del siglo II, del libro de medicina de Quintus Serenus “Liber Medicinalis”. Allí aparece escrito cinco veces, como un amuleto que servía para invocar la cura contra la malaria.

8. El noble arte de la adivinación

Aunque a Hermione le cause enojo, el hecho es que la adivinación es más antigua de lo que creemos. Otra de las materias más populares en el universo mágico de Harry Potter es Adivinación, la cual es impartida por la profesora Sybill Trelawney. Oráculos, bolas de cristal, o la taseomancia (lectura de las hojas de té), eran métodos que servían para predecir el futuro. Pero, según la profesora Trelawney, no todos poseían el don para “el noble arte de la adivinación”, razón que hacía enfadar a Hermione, mientras que Harry y Ron elaboraban disparatadas profecías con tal de aprobar la materia.

Hoy sabemos que la adivinación, y la curiosidad por intentar predecir el futuro, es algo que ha acompañado a los humanos por mucho tiempo. En la exposición de Harry Potter en la Biblioteca Británica en 2017, por ejemplo, se expusieron algunos huesos chinos de más de 3000 años de antigüedad, con curiosas inscripciones en ellos.

A estos huesos se les conoce como “huesos de dragón”, y servían para profetizar, por ejemplo, el resultado de alguna batalla, o el clima que habría en el futuro. Bastaba con inscribir en ellos una pregunta, y arrojarlos al fuego. El calor provocaba grietas en ellos, las cuales servían para que los adivinos pudieran leerlas e interpretarlas en busca de respuestas.

9. El nombre de Sirius Black está inspirado en una estrella

Sirius Black, el padrino de Harry Potter, es uno de los personajes más queridos por los fanáticos de la saga. Este carismático animago, el cual puede convertirse en perro, se ganó el corazón de muchos seguidores tanto de las películas como de los libros, y su nombre es el nombre de una estrella.

Según la mitología griega, Sirius era el perro de caza y compañero del gigante Orión. Este quería tanto a su perro que aún hoy podemos ver a la constelación de Can Mayor, que representa al perro cazador, y en ella la estrella más brillante, la cual lleva por nombre Sirius, justo al lado de la constelación de Orión.

10. Los dementores y la depresión

Uno de los hechizos más populares en la saga del joven mago, es el encantamiento Patronus. Para conjurarlo es necesario pronunciar: expecto patronum. Como bien sabemos, luego de decir estas palabras, un destello de luz blanca saldrá de la varita. Dependiendo de qué tan experto sea el mago, el hechizo tomará la forma de un escudo, o de un patronus de cuerpo completo, o sea, adquiriría la forma de un animal.

Se trata de un hechizo de protección en contra de los dementores. Pero, curiosamente, a diferencia de un hipogrifo, un basilisco o el ave fénix, estas criaturas no existen en los bestiarios, o no proceden de alguna mitología en especial. Más bien, la propia J. K. Rowling ha admitido que esas criaturas se basaron en la depresión que ella misma padeció.

Si recordamos, los dementores son criaturas horribles que absorben la alegría, la positividad y los buenos recuerdos de las personas, dejándonos solo con las peores y más tristes sensaciones.

Pero si prestamos atención, patronus significa protector. El hechizo completo, expecto patronum, quiere decir “espero a un protector”. En pocas palabras, es un hechizo muy hermoso por su significado, y también por su función: un hechizo que te protege de la depresión, de la tristeza. Un protector de los buenos recuerdos.

¿Qué otras cosas de la historia o vida real crees que tomó como inspiración J. K. Rowling para hacer su propio mundo mágico?

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