15 Ejemplos de deslices e inexactitudes en el vestuario de época en películas y series de televisión

Arte
hace 1 año

Una de las principales características de las películas y series de época es su atractivo y muy elaborado vestuario. Vestidos exuberantes adornados con piedras preciosas, peinados refinados, joyas lujosas... todo eso en pantalla, sin duda, se ve aún más cautivador. Sin embargo, a veces, los cineastas se dejan llevar tanto por su imaginación y creatividad que acaban cometiendo errores al crear el look de los personajes. Algunos de ellos son obvios, mientras que otros, no tanto.

1. La inesperada afición de la reina María I de Inglaterra por el piercing

En la película Dos reinas, que narra la difícil y, a la vez, compleja relación entre las reinas Isabel I y María Estuardo, la actriz Saoirse Ronan aparece luciendo diversas joyas y accesorios. Por ejemplo, su personaje lleva cinco anillos en la oreja derecha. Aunque hay pruebas de que en el siglo XVI las damas podían llevar en la oreja más de un arete al mismo tiempo, no se menciona que María Estuardo siguiera esta tendencia. Este detalle en la imagen del personaje de Ronan se ve muy moderno e inexacto.

2. El hombro al descubierto de Anna Pavlovna Scherer

La acción de la novela épica Guerra y paz tiene lugar a principios del siglo XIX. Sin embargo, el vestido que luce Anna Pavlovna Sherer difícilmente pudo haber aparecido antes de los años 50 del siglo pasado. La manga que falta, la espalda al descubierto: todo esto no encaja con la moda de aquella época.

3. Un vestido muy ajustado y, al mismo tiempo, demasiado modesto para la época

El director de la cinta El gran Gatsby, Baz Luhrmann, abordó con cierta libertad la presentación de la moda de los años 20 del siglo pasado. Los vestidos que lleva la protagonista Daisy parecen demasiado modernos. Su silueta tenía que ser más suelta; el escote, cuadrado y el corte en la espalda, más profundo.

4. La falda de Jane debería ser más ancha

Los acontecimientos en la película Becoming Jane tienen lugar a finales del siglo XVIII, cuando la moda en Inglaterra estaba cambiando. Durante estos años, las jóvenes llevaban vestidos ajustados con faldas abullonadas. Por lo tanto, el atuendo de Jane se ve verdaderamente revolucionario. Este estilo se volvería popular solo unos 10-20 años más tarde. Aunque la falda se ve demasiado estrecha incluso para el año 1810.

5. El vestido de Meg no es escandaloso, sino anticuado

La mayor parte de las críticas en la adaptación cinematográfica de la novela Mujercitas fueron causadas por los peinados de las protagonistas. Con demasiada frecuencia aparecen con el cabello suelto y descubierto. Sin embargo, su vestuario, a veces, también parece dudoso. Por ejemplo, en el libro, Meg llega al baile con un atuendo escandaloso: su vestido y su comportamiento provocan la desaprobación de los demás. En la película, se ve mucho más modesto. Según la trama, el escote debe ser más profundo y los hombros deben quedar al aire. Por lo tanto, el episodio pierde todo sentido.

6. En el siglo XVI, ninguna dama saldría con los hombros al descubierto

En el siglo XVI, las damas siempre se ponían debajo del vestido una camisa, cuyos detalles eran visibles. Sin embargo, en la serie de televisión Los Tudor, este elemento del atuendo se descuida todo el tiempo. Por ejemplo, Gabriel Anwar aparece en pantalla con un vestido llamativo, debajo del cual claramente no hay ropa interior. En aquellos días, el escote del vestido solía ser cuadrado y la túnica en sí constaba de varias partes. Por lo tanto, es imposible imaginar a una mujer de esa época con un vestido con los hombros al descubierto.

7. Únicamente el emperador podía vestir de púrpura en Roma

Los acontecimientos de la película Pompeya se desarrollan en el siglo I d. C. En esos días, solo el emperador podía llevar ropa púrpura. A cualquier otra persona que eligiera ese tono le esperaría un severo castigo. Por lo tanto, cuando el senador Corvus aparece en pantalla con ese atuendo, comienzas a preocuparte involuntariamente por su futuro. No solo eligió prendas de color púrpura para sí mismo, sino que también vistió a sus soldados con el mismo color.

8. No era común decorar los corpiños con bordados grandes pero simples

En el siglo XVI, las damas podían decorar con bordados el corpiño, la falda u otro detalle del vestido. Pero para esto elegían un patrón complejo y no una imagen gigante. Tal decoración del atuendo se hizo popular mucho más tarde. Por lo tanto, el vestido de Natalie Dormer, que interpreta a Ana Bolena en Los Tudor, parece poco fiable.

9. Ese suéter de punto se ve demasiado raro en pantalla

La película Mary Shelley, que cuenta la vida de la escritora, recibió tanto críticas positivas como las negativas. Quizás la razón de esto fue, entre otras cosas, la selección del vestuario para el personaje principal. Sus atuendos parecen una versión más moderna de lo que se usaba a principios del siglo XIX. Los diseñadores prefirieron el lino al algodón y a la lana, por lo que todos los vestidos parecen arrugados y sin forma. Este conjunto en tonos rosa es, tal vez, el más desafortunado de la filme. Arrugas en el vestido, el suéter de punto: todo esto crea una imagen del estilo grunge que surgió en la segunda década del siglo XIX.

10. En el siglo XVIII no existían tintes textiles de tonos tan vivos

La película de época Adiós a la reina describe la vida en la corte francesa a finales del siglo XVIII. Las damas aquí hacen alarde de una variedad de atuendos brillantes. Por ejemplo, Virginie Ledoyen aparece en pantalla con este vestido verde. En siglos pasados, por supuesto, las telas se teñían en diferentes colores. Pero lograr un tono tan jugoso y rico era casi imposible. Por lo general, los colores eran suaves y un poco más tenues.

11. No se solía atar la cinta por encima de las alas del sombrero

La trama de la película Piratas del Caribe — La maldición del Perla Negra se desarrolla a principios del siglo XVIII. Y el tocado de Elizabeth se ve bastante auténtico. De hecho, los sombreros de paja a veces sujetaban a la cabeza con cintas. Pero estas se cosían en el lado interior del tocado. A nadie se le ocurriría presionar y aplastar las alas del sombrero. Y tampoco eso se ve muy bonito.

12. Una cubierta de encaje sobre un vestido era una decisión demasiado atrevida para el siglo XVII

Los creadores de la película Love & Friendship abordaron de manera responsable la selección de vestuario para la producción. La mayoría de los atuendos son bastante consistentes con esa época y también reflejan los cambios que ocurren con la protagonista. Es cierto que los diseñadores dieron rienda a su imaginación. En aquella época, a los vestidos no se les añadían cubiertas de encaje adicionales.

13. Daphne olvidó rizar el flequillo

Aunque la serie Bridgerton no pretende ser históricamente precisa, las imágenes de los personajes son, en su mayoría, consistentes con el período representado. Sin embargo, los peinados sí, a veces, causan críticas. En aquella época, las mujeres realmente se recogían el cabello y podían dejar un solo mechón que les llegaba al hombro. Pero el flequillo siempre tenía que estar rizado. Por lo tanto, Daphne, con mechones rectos que cubren su frente, se parece más a Natasha Rostova interpretada por Audrey Hepburn en Guerra y Paz que a una chica inglesa de la segunda década del siglo XIX.

14. La armadura para embarazadas nunca existió

La serie “La princesa de España” cuenta la vida de Catalina de Aragón, quien se convirtió en la primera esposa de Enrique VIII. En uno de los episodios, la reina se ve obligada a defender su nueva patria con sus propias manos y se pone una armadura para ello. Es muy posible que las damas guerreras realmente dirigieran campañas militares y participaran en las batallas. Pero no hay evidencia fiable de que se elaboraran armaduras especiales para mujeres durante la Edad Media. El peto que repitiera las curvas del cuerpo femenino simplemente podría ser peligroso. La tarea principal de las protuberancias en la armadura es desviar el golpe de la espada, que debe deslizarse por la superficie del metal. Y el uso de un caparazón como el que lleva Catalina de Aragón en la película, conduciría a tristes resultados.

15. En el siglo XV, a las damas no les gustaban mucho los cordones

En las películas de época, los personajes femeninos a menudo se pueden ver con vestidos repletos de cordones. Sin embargo, en el siglo XV, esta parte del atuendo era exclusivamente funcional y no tenía ninguna función decorativa. Por lo tanto, es difícil imaginar que una mujer pase mucho tiempo a diario apretando los cordones de la parte delantera del corpiño, de los lados y de las mangas. En el siglo XV, simplemente no hubo análogos de este vestido llamativo de la serie La princesa blanca.

En tu opinión, ¿los atuendos de las películas históricas deben ser atractivos y extravagantes, o, en primer lugar, auténticos, retratando la verdadera realidad de la época?

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