16 Situaciones que solían ser normales y que hoy nos cuesta explicar a los jóvenes

Inventos
hace 3 años

En veinte años puede cambiar todo, y quienes crecieron entre los 80 y los 90 lo saben muy bien. Algunos objetos que se utilizaban regularmente hoy son vendidos como artículos de colección. Había formas de ahorrar que hoy no existen y problemas con los que las nuevas generaciones nunca tendrán que lidiar.

En Genial.guru notamos que los más jóvenes nos miran raro cuando decimos palabras como “Encarta” o “cobro revertido”, así que elaboramos esta lista para que todos hablemos el mismo idioma.

1. Contábamos los caracteres de los mensajes de texto

Puede sonar extraño para las nuevas generaciones, pero hasta la aparición de las aplicaciones de mensajería gratuita, contábamos la cantidad de caracteres que tenía nuestro texto. Lo hacíamos para ahorrar: los SMS tenían un límite de extensión. Si el mensaje superaba los 160, el proveedor de telefonía celular cobraba como si se tratara de varios envíos distintos. Así fue como empezamos a despreciar a las tildes, que también restaban espacio.

2. Si necesitábamos saber la hora, hacíamos una llamada

Era la forma más eficaz de calibrar el reloj de la cocina cuando se quedaba sin pilas. Ni la televisión, ni la radio: el teléfono nos daba las horas, los minutos y los segundos exactos cuando se lo pedíamos. De hecho, lo sigue haciendo en ciertos países como Argentina y México.

3. Había que elegir: Internet o teléfono

Las primeras conexiones hogareñas de Internet eran provistas por empresas de telefonía fija. Se conectaba la computadora al módem del teléfono, lo que hacía imposible hacer llamadas y mandar mails simultáneamente si se contaba con una sola línea. ¿Quién puede olvidar ese sonido característico que indicaba que se estaba estableciendo la conexión? En contra de lo que muchos creen, este sistema de antaño todavía se utiliza en algunos lugares.

4. Sin rastros de Google, Encarta era imprescindible

Cuando el motor de búsqueda más famoso de la web no había logrado la indiscutida popularidad de la que hoy goza, recurríamos a otros medios para completar nuestras tareas académicas. Microsoft Encarta fue la enciclopedia digital que nos salvó más de una vez. Su contenido multimedia era atrapante para la época. El golpe de nocaut se lo dio Wikipedia: la producción del software se discontinuó en 2009.

5. Si las cartas en papel eran los e-mails de hoy, los faxes eran los archivos PDF

Un teléfono con impresora y escáner. Eso sí que es típico de los 80. Primero se introducía en el aparato una hoja de papel que se digitalizaba lentamente. Luego, la imagen codificada era enviada por la línea telefónica al receptor. Allí, otro aparato realizaba la impresión. Paradójicamente, este particular medio de comunicación se empezó a crear a mediados del siglo XIX y aún hay empresas que lo siguen utilizando.

6. Si el ratón de la computadora se trababa, era hora de sacarle la bolita

El ratón, ese invento a pedido de la NASA que llegó a todos los hogares, tuvo varias versiones durante su evolución. El de bolita fue el padre del óptico y el abuelo del láser. Tenía una esfera de goma dentro. Esta movía dos rodillos que transmitían el movimiento al cursor de la pantalla. El problema era que la suciedad que había sobre el escritorio de la computadora se iba acumulando en estos rodillos, hasta que perdían sensibilidad y la bolita ya no lograba moverlos con facilidad. Entonces era hora de la limpieza.

7. La creación de listas de reproducción era analógica: llamar a la radio, pedir una canción y esperar

La emoción de crear una lista de canciones antes de Spotify era inmensa. El casete, esa mítica cajita de plástico con cinta magnética dentro, era nuestra forma de almacenar música variada. Llamábamos a una estación de radio, pedíamos nuestra canción favorita y presionábamos “play rec” en nuestra grabadora, cruzando los dedos para que el locutor no hablara encima de la música. Por suerte para algunos nostálgicos, esta moda parece estar volviendo.

8. Para cargar crédito en nuestros móviles, nos ensuciábamos las uñas

No existía la carga virtual de teléfonos prepagos tal como hoy la conocemos. El sistema era distinto: íbamos a la tienda y comprábamos una tarjeta. Había cierta emoción en rasparla para descubrir el código, aunque nuestros dedos se pintaran de negro. Luego cargábamos esa clave en nuestra línea y listo. Hoy, esos rectángulos de plástico se venden como artículos de colección.

9. Calculábamos la cantidad de fotos que tomábamos con nuestras cámaras

Sería difícil explicarles a las nuevas generaciones que las cámaras fotográficas traían un rollo dentro y que tenían un límite. Pero más complicado sería hacerles entender que para ver las imágenes, había que esperar a que la cinta fuera revelada. Y nada de nubes: las fotos se almacenaban en álbumes que nuestras madres no tardaban en sacar cuando recibían visitas. Inesperadamente, esta tecnología que perdió terreno a principios de este siglo está siendo redescubierta en estos días.

10. Llamar a alguien cuando estábamos en la calle era un caso perdido si no teníamos monedas

La aparición de la telefonía móvil borró de un plumazo los más de cien años de historia de los teléfonos públicos. Estas cabinas ubicadas en las aceras nos salvaron del apuro en muchas ocasiones. La frustración de quedarse sin tiempo y sin monedas es una escena que difícilmente volveremos a vivir. Para las urgencias extremas, existía un as bajo la manga: el cobro revertido, en el cual quien pagaba la llamada era el receptor.

11. Snake era lo mejor del entretenimiento móvil

El “juego de la viborita” fue nuestro primer coqueteo con la adicción a las pequeñas pantallas. Este maravilloso y simple arcade fue creado a mediados de la década de 1970, pero encontró su masividad en 1997, cuando fue adaptado para el celular Nokia 1100. A propósito, el desarrollador responsable de esta conversión, Taneli Armanto, creó en 2015 una versión del juego para smartphones.

12. Las agendas electrónicas eran un símbolo de estatus social

No todos accedimos a ellas, pero sí que las conocimos. Estos organizadores con teclado qwerty y una pequeña pantalla permitían agendar citas, números telefónicos y direcciones. Utilizadas principalmente en el ámbito laboral, pueden considerarse como antecesoras de los smartphones.

13. Llevábamos anotaciones a mano con trucos para videojuegos

Estos registros históricos de nuestra era datan de principios de este siglo. ¿Por qué no usábamos el bloc de notas de nuestra computadora? Tal vez porque era más rápido tomar lápiz y papel cuando nos cruzábamos con algún programa de televisión que compartía estos códigos secretos.

14. Le dábamos amor a nuestra mascota virtual

Encerrado entre las cuatro paredes de la pequeña pantalla pixelada, nuestro Tamagotchi se las arreglaba para reemplazar a las mascotas de carne y hueso. Con solo tres botones, había que darle de comer, llevarlo al baño, hacerlo jugar o curarlo cuando se enfermaba. Fue una moda que no duró demasiado tiempo, pero cada tanto logra reaparecer.

15. Si necesitábamos contactar a alguien, recurríamos a un libro gordo

Se llamaba guía telefónica y, aunque aún existe en algunos lugares, ha quedado absolutamente obsoleta. Contenía números de teléfono y direcciones de personas ordenadas alfabéticamente. Se sabe que la primera de ellas fue fabricada en New Haven, Connecticut, Estados Unidos, en 1878. La última aún no fue impresa, pero, por lo costosa y poco demandada que se ha vuelto, no tardará en desaparecer.

16. Teníamos que decidir con mucho cuidado qué película veríamos ese día

Nuestro Netflix era una experiencia que se vivía con intensidad. A diferencia de lo que hacemos hoy, en ese entonces debíamos vestirnos para elegir una película. Una vez en el videoclub, teníamos que seleccionar cuidadosamente: si nos arrepentíamos de lo que habíamos alquilado, no había ningún menú al que volver a elegir hasta el día siguiente. Hoy en día, unos pocos nostálgicos se resisten a cerrar ante el auge del streaming.

Pareciera como si hubiésemos viajado a una época remota, pero no. Todo esto sucedió hace alrededor de veinte años. ¿Cuál de los objetos de la lista tienes olvidado en algún cajón? ¿Qué otra situación te cuesta explicarles a los más jóvenes?

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La enciclopedia Encarta me salvaba en todos los trabajos de la escuela

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