14 Personas compartieron las historias curiosas que les ocurrieron durante el parto

Crianza
hace 4 años

El parto es un proceso muy emocionante. A menudo sucede que te rodea una atmósfera de pánico general, malentendidos y aceptación de lo inevitable. Y aquellos que tienen más experiencia sazonan sus diálogos con sarcasmo y elocuencia. Entonces, en la memoria quedan grabadas las historias en las que hubo lugar para el humor saludable.

Algunos de nosotros en Genial.guru nos convertimos en participantes o testigos del nacimiento de una nueva persona, y las historias de hoy son de aquellos que atraen momentos divertidos incluso en los períodos más críticos de la vida.

  • Mi esposa tiene nueve meses de embarazo. El parto está previsto en 2 semanas. Es nuestro primer hijo, todos están un poco preocupados. Bueno, muy preocupados... Mi mujer me contó lo siguiente: “Leo un libro al son de tu ronquido. De repente, los ronquidos se detienen. Te miro, tienes los ojos bien abiertos, veo que estás teniendo un ataque de pánico. Entonces, con una voz tan ahogada me dices:
    — ¡El bebé está callado, no llora!
    Al principio no te entendía, pero luego te respondí:
    — Todavía no he dado a luz, sigue durmiendo, todo está bien.
    Bueno, después de estas palabras te quedaste dormido”.
    Pero desperté y me costó entender de qué se reía mi esposa. © Poznayushij / pikabu

  • Mi esposa, llevando 39 semanas de embarazo, estuvo bromeando toda la semana diciendo que no daría a luz hasta que viera la final de Juego de tronos. Pero resultó que las contracciones tenían sus propios planes. Vamos al hospital, en la ambulancia, ella me dice: “¡No veas el final sin mí!”.
    En aquel momento pensé, “¡Cómo puedes pensar en estas cosas!”.
    P. D. La niña nació, todo está bien, la llamamos Daenerys. © hulkchat / pikabu

  • Mi esposo quería asistir al parto. Yo: “Cariño, ¿estás seguro? Entiende, puede pasar de todo. Dicen que una mujer, cuando da a luz, puede comportarse de manera inadecuada: puede gruñir, morder, gritar. Además, puede ocurrir algo desagradable, por ejemplo, es muy frecuente que durante el parto se te escapen las heces... Mi marido: “Bueno, no pasa nada si me hago caca en los pantalones. Encontraré una manera de vivir con eso”. © Berry280 / pikabu

  • Llevamos a una mujer a la clínica de maternidad, pero ya en la parte final del parto. La partera intentando calmar a la paciente: “Casi llegamos al hospital, aguanta un poco, hace frío en la ambulancia, darás a luz un explorador polar”. De repente, la paciente se echa a reír a carcajadas. Al principio, incluso parecía que se puso histérica, pero no, solo se estaba riendo. Luego dijo: “Su abuelo es un explorador polar, su padre también es un explorador polar, ambos trabajan en el Instituto del Ártico y la Antártida”.
    P. D. Dio a luz en la ambulancia, a 200 metros de las puertas de la clínica. © rembongt / pikabu

  • Cuando nací, no había teléfonos inteligentes, partos con la presencia de papá y otras cosas. Por lo tanto, mi madre me mostró a mi papá a la antigua: desde la ventana del hospital. Ya al regresar a casa, todos los familiares comenzaron a interrogar a mi papá, preguntándole a quién se parecía el niño. Mi hermano mayor asegura que papá se quedó mirando a la pared sin pronunciar una sola palabra, y luego dijo que parecía un pedazo de carne. © Kotrovert / pikabu

  • Una vez, trajeron al hospital a una mujer embarazada de un pueblo lejano en su propio auto. La pobre mujer estaba acostada en el asiento trasero. Comenzamos a sacarla del auto para llevarla al hospital (está al lado de la sala de emergencias) y en ese momento nos dimos cuenta de que ya aparecía la cabeza del bebé, además, con un gorrito puesto... Todo el mundo se quedó boquiabierto, pero el papá explicó:
    — Ya estábamos llegando cuando salió. Bueno, le puse su gorro para que no tuviera frío. Ya saben, estamos en invierno.
    Entonces, a veces, los bebés nacen no solo con el “velo veneciano”, sino también con gorros. © alex1977 / pikabu

  • Se me rompió la fuente exactamente en la semana 38, a las 4 a.m. Tan pronto como desperté a mi esposo y le dije, saltó de la cama como una bala. Nunca lo había visto moverse tan rápido. Todavía me río cuando recuerdo su expresión en ese momento. © craftyisthenewsexy / reddit

  • Embarazo, 39 semanas, primer parto urgente. Dice la partera:
    — Tenemos que ir al hospital.
    Y la mamá contesta:
    — No quiero ir, tengo miedo.
    Bueno, le aconsejó a la mujer que diera a luz en la bañera y que dejara que su esposo estuviera presente en el parto, ahora está muy de moda. A lo que su esposo dice con voz asustada:
    — Ni hablar, ¡vístete ya y sube corriendo a la ambulancia! © Lemurmur / pikabu

  • Cuando una mujer da a luz, después del bebé tiene que expulsar la placenta. Entonces, mi esposo vio esto, se puso pálido, se volvió hacia el médico y dijo: “Doctor, a mi esposa se le salió el hígado”. Luego se desmayó. En realidad, por eso no quería que mi esposo estuviera presente en el parto. © alenadast / pikabu

  • Llamada de emergencia: mujer, 34 años, tercer parto. Al llegar, encontramos a 5 niños de 2 a 14 años corriendo por la casa. Le preguntamos al esposo: “¿Por qué dijo que es el tercer parto?”. Y el hombre respondió: “Bueno, pensé que, si digo ’el sexto’, se asustarían y se negarían a venir”. © rembongt / pikabu

¿Puedes recordar algunas historias divertidas que te ocurrieron a ti o a tus amigos durante el parto?

Imagen de portada rembongt / pikabu

Comentarios

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“Doctor, a mi esposa se le salió el hígado” me muero de la risa

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Mis partos fueron algo asi:

Parto número uno, me fui caminando desde mi casa al hospital (3-5 KM aproximadamente) deteniendo me en cada contracción. En el hospital me dijeron que todavía no estaba dilatada, que tenia que caminar más. Camine más.

Segundo parto, estaba ya en una camilla con nueve de dilatación a nada de entrar a quirofano cuando simplemente se me quitaron los dolores, seguía teniendo contracciones pero NADA de dolor, intente actuar lo mejor que pude para parecer qué moría de dolor pero me eche de cabeza cuando un doctor que me había caído mal me pregunto porque ko estaba llorando y gritando como todas las demás y yo muy digna le respondí qué de qué me iba a servir gritar y llorar si de todos modos ni caso nos hacían. Segundos después de eso estaban poniéndome éxito ina en el suero mientras el doctor riéndose me decía "no, a ustedes no le duele nada".

Tercer parto, semana 44, no contracciones, no movimientos del bebé, no sangrado, no fuente rota, no estomago tamaño embarazo a termino, No NADA. En el hospital mientras me llevaban a quirofano la doctora me regañaba diciéndome qué mi estómago era muy pequeño para ser mi tercer embarazo y tener el tiempo que decía tener, que si algo le pasaba a mi bebe era mi responsabilidad. Al nacer mi bebe me pidió disculpas.

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