Por qué Antonio Banderas insiste en no llamar a Dakota Johnson su hijastra

Crianza
hace 11 meses

Dakota Johnson creció rodeada de amor. Además de su mamá y su papá, que consiguieron mantener una cálida relación tras la ruptura, llegó a su vida otro “progenitor”: su padrastro Antonio Banderas. Fue él quien, en su día, le abrió el camino al mundo del cine y le enseñó lo que era vivir con una auténtica pasión española. Tras alcanzar el éxito en su profesión, Dakota siempre le agradece a su “segundo” papá por su apoyo. Esta relación cariñosa entre padrastro e hijastra resulta entrañable, incluso, para el más empedernido de los cínicos.

Un padre que vino como bono

“Vengo de una familia de muchos matrimonios y tuve mucha suerte. Recibí un padre ‘extra’ que me di cuenta de que, con el tiempo, es en realidad una de las personas más influyentes de toda mi vida”, dijo en una ocasión Dakota Johnson sobre Antonio Banderas. El actor español conoció a su madre, Melanie Griffith, en el rodaje de la película Two Much. Su decisión de estar juntos fue instantánea. Por aquel entonces, Griffith tenía dos hijos de relaciones anteriores.

Banderas consiguió convertirse en un verdadero miembro de esta familia. Según la actriz, los niños vieron su actitud de adoración hacia su madre y con el tiempo empezaron a verlo como un segundo padre, llamándolo dulcemente “Paponio”, una mezcla de las palabras “Papi” y “Antonio”. Su padrastro le aportó un poco de locura española a sus vidas estables, dijo Johnson. Y lo que es más importante, les enseñó disciplina a los niños.

En 1996, la familia celebró la llegada de otra hija, Stella. Banderas, que hasta ese entonces no había tenido hijos, se convirtió en padre de tres a la vez. Además, pronto se enfrentó a las complejidades de la adolescencia. Como todos los adolescentes, Alexander y Dakota exigían libertad, pero el padrastro era inquebrantable. En ese momento, el actor se dio cuenta de que su trabajo no era ser su amigo, sino una persona que los “mantuviera a salvo”.

La popularidad de Antonio y Melanie fue otra dificultad a superar. Su hijo y su hija menor no soportaban la atención del público. Dakota, en cambio, era diferente; aceptó rápidamente su posición de estar siempre en el candelero. Antonio admiraba la sabiduría de su hijastra.

Se convirtió para ella en un guía sobre el mundo del cine

Kristin Callahan / Everett Collection / East News, © Crazy in Alabama / Columbia Pictures and co-producers

Banderas fue el primero en descubrir el talento interpretativo de la joven Dakota. La invitó en 1999 a aparecer en la película Locos en Alabama, que él mismo dirigió. En el guion, la chica solo tenía unas pocas líneas, pero se tomaba tan en serio su trabajo que exigió un profesor particular de actuación.

Johnson recordó que trabajar en el mismo set con su madre y su padrastro era increíblemente divertido. Lo único que molestaba a la joven actriz era que tenía que cuidar de Stella, que entonces era muy pequeña.

¿Se hereda el talento? Es poco probable, aunque sus componentes individuales bien podrían serlo. Dakota dijo que heredó la fuerza y la dignidad de su abuela, y el humor de su madre. Aprendió el respeto de su padre biológico, pero todo lo vibrante y brillante que hay en ella parece proceder de su padrastro. Gracias a él aprendió a entender el español y a amar el flamenco y el jamón.

Además, Johnson considera a su padrastro uno de los mejores actores de nuestro tiempo. Solo se dio cuenta de ello cuando se hizo adulta y se sumergió en la profesión. Lo importante de Banderas, según Dakota, es que nunca se cansa de intentar superarse.

Pero lo más significativo es que le reveló la magia del mundo del cine. Antonio dijo una vez de su hijastra: “Es mi hija, la amo. La he llevado a hombros, viajando por todo el mundo”. Sí, insiste en llamarla hija, y está tan orgulloso de su éxito como si fuera suyo. Cuando la actriz saltó a la fama, compartió su opinión profesional sobre su talento. Banderas afirmó que era una artista polifacética, que solo necesitaba una oportunidad para demostrarlo.

Siguen siendo una familia

Tras casi dos décadas de matrimonio, Griffith y Banderas anunciaron su divorcio en 2014. La pareja consiguió separarse de forma cariñosa y amistosa. Frases similares suelen utilizar los famosos tras la ruptura de su relación. Pero para esta pareja no eran solo palabras vacías. Realmente seguían juntos como una familia y continuaban reuniéndose solo para charlar o con motivo de alguna celebración.

Antonio dijo que viendo a sus hijos se dio cuenta de que no fue en vano que él y su exesposa vivieran juntos tantos años. Sin duda mereció la pena. Durante un acto en la alfombra roja, a Banderas le preguntaron qué siente ahora por su exmujer. El actor respondió sin dudarlo: “Amaré a esa mujer hasta el día que me muera”.

Invision / Invision / East News

El divorcio no afectó a la relación de Banderas con sus hijos. A menudo se ven en el día a día, salen juntos y se acompañan en la alfombra roja. También se dedican emotivos discursos al recibir premios de cine.

En 2019, Antonio recibió el Premio de Cine de Hollywood por su papel en Dolor y gloria. Con Dakota entregándole la estatuilla, les dedicó el triunfo a sus dos hijas: “Quiero dedicárselo a dos personas que amo, una está aquí mismo, Dakota, por algo muy sencillo, porque siempre me llamas papi, y todavía ahora me llamas papi ¡y eso me encanta! No tienes ni idea de lo mucho que me gusta eso”.

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“Hoy en día, Dakota ha alcanzado el éxito, lo que significa que siempre está ocupada”, dijo Banderas. En las agendas de los actores no es fácil encontrar hueco el uno para el otro y, sin embargo, Antonio no tiene dudas sobre cuándo volverá a ver a su hijastra: será en Navidad. Es una fiesta familiar que siempre han celebrado juntos, y no piensan romper la tradición.

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