Cómo usar la sorpresa como herramienta de educación para los hijos

Crianza
hace 3 años

Las sorpresas son oportunidades de aprendizaje, y aunque en ocasiones se perciben como sucesos aleatorios, es posible idear métodos generales para crear experiencias sorprendentes. Estas son especialmente útiles al momento de trabajar en algún proceso de aprendizaje en casa o para reforzar el conocimiento de los más pequeños, a los que en general les resulta más difícil mantenerse atentos.

Genial.guru recopiló algunas de las razones por las que conviene emplear la sorpresa como herramienta de educación, y también algunos consejos para crear estrategias pedagógicas desde lo inesperado al mejor estilo de un buen maestro.

1. Los bebés prestan atención durante más tiempo a los sucesos sorprendentes

Existe una abrumadora cantidad de información disponible alrededor de los bebés; sin embargo, según un estudio, son los sucesos inesperados los que tienen las mayores probabilidades de captar su atención y, así, producirles un nuevo aprendizaje. Es durante estas situaciones cuando ellos muestran un interés por aprender, de tal manera que incluso por sí solos buscan explorar lo que está sucediendo o aquello que les ha llamado la atención.

En este sentido, cuando de nuestros hijos se trata, conviene romper con los patrones que normalmente ven y de esta manera estimular su mente hacia un nuevo aprendizaje.

2. También es una herramienta influir en los demás y propagar lo nuevo

Se dice que la sorpresa, además de causar emociones y llamar la atención, puede impulsar el aprendizaje y convertirse en una herramienta para influir en las personas. Por otra parte, cuando alguien se identifica o se conecta con algo nuevo que ha aprendido, surge un interés en compartirlo con los demás.

Por ejemplo, con la idea de fomentar al mismo tiempo la atención, el aprendizaje y la comunicación, se puede narrar a los hijos una historia con giros inesperados en la que se incluya lo que se desea enseñar.

3. Probar con un simple factor sorpresa

Aunque para algunos padres podría parecer que crear una sorpresa como estrategia pedagógica requiere de algunas habilidades especiales, lo cierto es que para captar la atención de los niños, se puede simplemente hacer un cambio de voz (como si se tratase de una conversación entre dos personas), variar el tono con que se habla, contar un par de chistes y, en el momento menos esperado, plantear preguntas como factor sorpresa o realizar algunos aportes clave relacionados con lo que se quiere enseñar.

4. La sorpresa puede producir una predisposición al aprendizaje

En las situaciones novedosas, cuando aparece algo fuera de lo que tenemos previsto, se produce un estado de alerta que genera una predisposición a aprender acerca de lo que está sucediendo.

En un estudio con 1600 alumnos de escuelas primarias, donde los maestros tenían que leer a los niños un cuento, se llevó al curso una hora después a una clase especial que cumplía el rol de “novedad”. Como resultado, un 60 % de los participantes recordaron más datos del cuento que otro grupo control que no había estado en la clase “novedosa”.

En conclusión, probar con nuestros hijos alguna actividad fuera de lo habitual durante la enseñanza es otra forma de utilizar la sorpresa y hacer que los procesos de aprendizaje sean efectivos.

5. Planificar un hecho novedoso puede ser simple

En caso de querer enseñar algo totalmente nuevo, la sorpresa es un aliado que vale la pena considerar en la planificación de la clase. Algo realmente simple que se puede hacer es, por ejemplo, utilizar una canción de unos tres minutos que cumpla la función de disrupción de lo esperable y luego continuar con las lecciones que se imparten en el hogar. Además de fácil, posiblemente los niños lo encuentren divertido.

6. Para promover la memoria

La sorpresa fomenta el aprendizaje porque nuestro cerebro hace un esfuerzo por buscarle una explicación a lo que está ocurriendo. Este esfuerzo promueve la memoria y los recuerdos a largo plazo.

7. Utilizar un truco de magia

Probar dejar de alguna manera el rol de padres, e intentar transformarse en un mago para los hijos es otra de las ideas. En la red se pueden encontrar trucos de magia sencillos; elegir uno y adaptarlo al propósito de enseñanza es una opción con la que se consigue el efecto sorpresa y se promueve el aprendizaje. Según cuenta Xuxo Ruiz, quien da clases en un colegio público de España, la magia se puede utilizar como recurso en la educación y resulta favorable para trabajar sobre la resolución de conflictos, enseñar conceptos y habilidades comunicativas.

8. La sorpresa está ligada a la creatividad

Una de las formas de promover la creatividad en la enseñanza es a partir del diseño de contextos educativos inesperados o que estén apartados de la rutina, incluidos aquellos que se dan en casa. Componentes imprevistos como objetos, charlas que fomentan la curiosidad o incluso la forma de realizar las evaluaciones pueden vincularse con la sorpresa y por añadidura con la creatividad. Quizás algún familiar tenga una motivadora historia que contarles a los niños, o podrían utilizarse recursos como los títeres.

9. Un giro imprevisto en lo que se espera que suceda

Una teoría afirma que durante el proceso de aprendizaje, los patrones mentales con algunas inconsistencias tienden ser más fácilmente recordados que aquellos ya conocidos o repetitivos. La razón de ello es que el cerebro humano tiene la capacidad de aprender a predecir estímulos sorpresivos, una conducta probablemente vinculada con la supervivencia. En definitiva, este es un motivo más para buscar sorprender a nuestros hijos y estimular su aprendizaje.

10. Se pueden utilizar videos y audios como elemento sorpresa

Otra forma de incorporar la sorpresa que los padres pueden aplicar es a través de videos grabados por ellos mismos y relacionados con un determinado tema, videos extraídos de la red o incluso notas de audio que sirvan para ilustrar ciertas situaciones.

Los medios de comunicación, por ejemplo, pueden servir como un “gancho” introductorio, aportar algo misterioso o visualmente atractivo y también establecer un propósito para el aprendizaje.

¿Qué estrategias usas en casa para enseñarles a los más pequeños? Cuéntanos qué te ha funcionado.

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