15+ Gatitos que ayudaron un poco al destino a encontrarles un dueño adecuado

Historias
hace 2 años

De alguna manera mágica, los animales saben cómo determinar que ante ellos se encuentra una persona buena en quien se puede confiar. Si no, ¿cómo se puede explicar el hecho de que a veces ellos mismos encuentran a aquella persona que los amará, les dará de comer y nunca los abandonará? Por alguna razón, parece que los gatos tienen una intuición especialmente desarrollada.

Genial.guru está dispuesto a demostrarlo con fotos e historias de internautas a quienes sus mascotas alguna vez se les acercaron a ronronearles delicadamente: “Hola. Ahora voy a vivir contigo”. En el bono encontrarás una prueba de algo que sabemos desde hace mucho: si un gatito está destinado a estar contigo, seguramente llegará.

“Estas dos gatas entraron corriendo a nuestra casa desde la calle. Antes de que pudiéramos llevarlas con el veterinario sucedió esto”

“Adopté a este gatito callejero. Por la noche, lo visitaba su hermano. Realmente no tenía otra opción”

“A este chico lo vimos durante nuestras vacaciones en Croacia. Regresamos a casa, pero no pude dormir. Cinco días después, fui por él. Pensé que no lo iba a encontrar”

“Pero él me estaba esperando cerca de la puerta, aunque no había nadie allí. Escuchó mis pasos a 200 metros y fue corriendo hacia mí. Ahora vive con nosotros. Después de un mes y medio se convirtió en una criatura muy linda”.

“Al principio, no tenía hogar. Después, durante muchos años vivió en nuestro patio trasero. Pero el año pasado se rindió y se alojó en nuestra casa”

“Estuvo maullando por toda la calle hasta que se quedó sin voz y aún no puede maullar correctamente. Al verme, corrió hacia mí y comenzó a ronronear muy fuerte... Bueno, ahora es mi gato”

“Traté de convencer a mi esposo de adoptar otro gato; no estaba contento con la idea. Después nos fuimos a acampar y vino este guapetón y pasó una noche con nosotros”

“Cuando el dueño del campamento nos dijo que era callejero y llevaba así varios meses, me di cuenta de inmediato de que lo llevaríamos con nosotros a casa. Les presento a Rufus”.

“Esta guapa peluda llegó cuando hacía −30 ºC. Se subió a la cerca y estaba protegiéndose contra dos perros que le estaban ladrando”

“Al parecer, ella decidió que este era su último refugio. Estuvo así durante 4 horas, mirando atentamente a los perros y a sus dueños. Por su perseverancia, fue aceptada de inmediato en nuestro hogar”.

“Hace 17 años lo arrojaron en la guardería a donde iba nuestra hija. Para aquel entonces, ya teníamos 3 gatos en nuestro departamento de dos recámaras. No planeábamos adoptar a un cuarto”

“Todas las mañanas se arrojaba a mis pies cuando llevaba a mi hija a la guardería. Cinco días después, me rendí. Lo adoptamos y le dimos el nombre Moris. Estamos encantados”.

“Hace 6 días murió mi abuelo. Literalmente al día siguiente, este gato callejero apareció de la nada en su casa y allí se quedó”

“Esta criatura nos estaba siguiendo cuando sacamos a pasear a nuestros dos perros grandes. Aún no hemos decidido cómo llamarlo”

“Cuando estaba trabajando, él se subió en mi camión y se comió mi sándwich. Bueno, ahora tengo otro gato más”

“En un rancho de unos conocidos nacieron unos conejitos y nos invitaron a verlos. Llegamos y en el patio estaban corriendo gatitos recién nacidos y cargué uno para acariciarlo”

“Trepó en mi hombro y durante esas dos horas que pasamos allí, estuvo durmiendo. Al irme, les dije: ’¿Y ahora qué tengo que hacer con él?’. Todo el mundo me respondió: ’Tendrás que llevártelo’. Han pasado 18 años. Vive con nosotros, es muy hogareño y no sabe qué es la calle. Solo me reconoce a mí y, cuando vienen los invitados, ni siquiera se acerca a ellos”.

“Él es Gordito. Él mismo vino a nuestro patio. Al parecer, es la cría de la gata de mis vecinos, porque ella también es muy peluda. Entró a la casa, comió, le echó un vistazo, durmió y se fue en la noche”

“Una mañana vino y se quedó para siempre. Durante la primera semana, estuve esperando a que los vecinos lo buscaran, pero, al parecer, no lo necesitaban”.

“Esta gatita callejera nos siguió a la casa. Bueno, ¿cómo la llamamos?”

“Mi gatita Mila me estuvo esperando en la calle durante 5 horas sin moverse del lugar”

“Iba a la casa de unos amigos y vi a una gatita que se encontraba en medio del paso peatonal. Me gustó y le dije: ’Si me esperas, nos vamos juntos a casa’. Ella me esperó”.

“Pasó siguiéndome un kilómetro por la calle con mucho tráfico. Mis gatos aún no lo aceptan del todo, pero de todos modos lo quiero”

“Mi gato Esteban me eligió cuando vine a casa de mi amiga. Subió a mis brazos y eso fue todo. Llevamos 9 años juntos”

“Los adopté a ambos. El pelirrojo se arrojó a las patas de mi perro como si le dijera: ’Miauuu, adóptenme...’. El segundo se metió bajo nuestro coche y no quiso irse”

Bono: historia de cómo los gatitos que están destinados a nosotros llegarán, sin importar que sean muchos

Al regresar a casa, estaba hablando por el teléfono. Me acerqué a la casa y me senté en el columpio para terminar de hablar. Unos minutos más tarde, sentí que algo estaba acariciando mi pierna y me clavó sus garras en mis medias nuevas. Así apareció Sir Walter (gato).

Un año después, mi esposo estaba regresando del trabajo y las pulgas “le trajeron” a un pequeño gatito debajo de sus pies. De este modo, en nuestra casa apareció Ivanhoe.

En un par de años, estábamos paseando por un museo al aire libre. Allí se encontraba una caja con gatitos, y nos dijeron que si nos llevábamos a un gatito se nos permitiría trepar en cualquier objeto de la exhibición. De esta manera apareció Chiquito.

A Barriguita, nuestra gata actual, la conocimos cuando fuimos a pescar. Al momento de regresar, le preguntamos si quería venir con nosotros y ella aceptó.

Y este año tenía ganas de adoptar uno más. Una voluntaria del refugio me trajo una caja de gatitos para elegir, Morenita descaradamente insinuó que se quedaría aquí. Y se quedó. © squirrel / AdMe

Y tú, ¿cómo has adoptado a tus mascotas? Tal vez también te hayan encontrado.

Comentarios

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La mía se llama Kiki, la rescatamos del contenedor de basura de la cuadra, mi suegro estaba paseando a la perra y un guiñapo de gatico se le acercó y se tocaron los hocicos, así que decidió que si a la vuelta aún estaba ahí la recogería (mi perra odia los gatos y mi suegro también). Se veía como de un mes, pero era porque no tenía nutrientes para crecer, en realidad tenía al rededor de 3 meses. Vino cuando teníamos un serio problema de roedores del que nos libró y gracias a ella nunca jamás hemos tenido. Ha evolucionado de una gatica loca a una gata mimada a una señora consentida con sobrepeso.

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Cuando un animalito te encuentra es imposible no adoptarlo

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