Hay que comprender que el hecho de que los abuelos muestren favoritismo por uno de sus nietos es más frecuente de lo que pensamos. Y en el caso del “primer nieto”, este corre con cierta ventaja, pues “es quien lleva a los abuelos a un nuevo nivel de existencia. Ningún otro nieto tendrá ese tipo de poder”, afirma el Dr. Arthur Kornhaber.
Habla primero con la persona que presente favoritismo (en este caso, con la abuela del pequeño). Es primordial que la comunicación sea constante para que ambos puedan entender qué está pasando y por qué es importante que el tema no sea ignorado.
Evita los intermediarios. Aunque podría ser más sencillo que otra persona se encargue del problema, lo mejor es que si identificaste acciones que no te gustaron, también seas tú quien hable sobre ellas. Así podrás prevenir posibles malentendidos.
Concéntrate en el niño que recibe una menor atención. Una forma de equilibrar la balanza es mantener presente al pequeño que está siendo puesto de lado. Alienta a los adultos a tenerlo en cuenta en las conversaciones, los juegos, y a hacerlo sentir incluido en todo momento.

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