Un artista crea esculturas de arena tan reales que nos hacen dudar de nuestros propios ojos

Historias
hace 3 años

Lejos de los pasillos fríos del Instituto Español de Bellas Artes, Andoni Bastarrika se abrió camino para convertirse en el artista callejero experimentado que es hoy en día. Fue por accidente que descubrió cuál era su misión en la vida: unir personas a través del arte y la imaginación. Pero aun así, después de 10 años de crear las más sorprendentes y realistas esculturas de arena, según el propio Bastarrika, todavía está “descubriendo lo que pueden hacer sus manos, porque es la arena la que dicta la forma que quiere adoptar”.

Hoy, Genial.guru quiere presentarte a Andoni Bastarrika, a quien entrevistamos para conocer más sobre su vida y su trabajo, los cuales son una clara expresión de lo que significa la libertad.

Él ve el mundo a través de sus manos

Bastarrika es una artista autodidacta. En el pasado, era dueño de una frutería y trabajaba como terapeuta certificado de shiatsu. “Tal vez eso es lo que me enseñó a ver el mundo a través de mis manos,” comentó. Fue solo hasta el verano de 2010 que, durante un día en la playa con sus hijas, descubrió su talento mientras les ayudaba a terminar una escultura de arena.

Su imaginación es su inspiración

Para crear sus esculturas, Bastarrika recolecta aproximadamente entre 500 kg y 1500 kg de arena. El escultor trabaja principalmente con sus manos; le gusta sentir y tocar la arena. Durante el proceso, utiliza una imagen de lo que está esculpiendo como referencia, pero la mayor parte de su inspiración proviene directamente de su vívida imaginación. Tarda de 6 a 12 horas en terminar una escultura, después de lo cual el viento, o él mismo, se lleva la obra de arte, ya que tiene que liberar el espacio público donde normalmente trabaja.

La arena ha sido su maestra

En la mayoría de los casos, el trabajo de Bastarrika es un sello de humildad en lugar de amor propio. “Trabajar con arena puede ser bastante difícil”, comenta, “especialmente porque trabajo con arena de baja calidad, lo que significa que no pudo construir esculturas altas. Pero la arena siempre ha sido mi maestra, esa es su forma de enseñarnos una lección sobre los peligros del ego y tratar de ir demasiado rápido”.

La decadencia es el precio a pagar por la libertad

A diferencia de lo que el mundo moderno trata de decirnos, la destrucción de estas obras de arte encarna nuestro breve paso por la Tierra, así como nuestra propia decadencia. “Mi objetivo es representar la libertad y abrumar a las personas con una belleza universal”, dijo Bastarrika. Y lo que es más universal es el paso del tiempo encarnado en estas esculturas vivas. Tal vez es por eso que las esculturas de Bastarrika dan esa gran sensación de liberación, porque la decadencia es el precio que se tiene que pagar por la independencia.

¿A dónde lo llevarán sus aventuras la próxima vez?

Bastarrika confesó “no saber a dónde lo llevará esta aventura, así como no saber de dónde vino”. A pesar de su humildad, el artista español no solo ha sido contratado por los municipios españoles para hacer esculturas y transmitir sus conocimientos a otros en talleres anuales, sino que incluso los buscadores de talentos en el Reino Unido y Arabia Saudita lo han contactado. “En general, espero dar nuevos talleres en el verano. Me gusta trabajar con niños, pero estoy abierto a trabajar en cualquier lugar, ya sea Australia, África o Europa”.

Bastarrika nos pidió que te transmitiéramos el siguiente mensaje: “Hoy es el momento de hacer arte y vivir en paz, llevar una vida simple, pero feliz”. ¿Qué le dirías? ¿Estás de acuerdo con su declaración? ¿Crees que el arte sigue siendo una forma significativa de rebelarse para alcanzar la felicidad? ¡Déjanos tus comentarios a continuación!

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